Penya Barcelonista de Lisboa

dijous, de juliol 17, 2008

Tanquem per vacances.Cerramos por vacaciones- Fechamos por férias

Vostra blogger s'en va de vacances.
Bones vacances a tothom i fins el 31/08/08. Primera jornada de la Lliga

Numancia -FC Barcelona

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Feliz verano a todos y hasta el 31/08/08. Primera jornda de la Liga

Numancia - FC Barcelona

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Boas férias a todos e até o 31/08/08. Primeira jornada da Liga

Numancia - FC Barcelona



dimecres, de juliol 16, 2008

El último mago


El último mago

Al igual que en su día Rivaldo, y también con el tiempo Ronaldo, Ronaldinho se va al Milan, como si San Siro fuera el purgatorio de los jugadores brasileños expulsados del Camp Nou por el Barcelona, un club tan enamoradizo al principio como aborrecible al final para los futbolistas que vienen de fuera, sorprendidos generalmente por la pasión de la afición azulgrana. Pasional por naturaleza, al club catalán le van las historias duras, la fidelidad y el adulterio, la querencia y el odio, la traición y la venganza, el desgarro. No es por casualidad, ni tampoco responde a un eslogan comercial, que el Barça sea "més que un club".
La historia de Ronaldinho en el Barça acaba y empieza con el Sevilla. El Gaucho se presentó en el Camp Nou con un gol de bandera en la portería de Notario. Tomó la pelota de la mano de Valdés en su propia cancha y no paró hasta que la puso en la escuadra derecha de la meta contraria. Fue una jugada antológica en una noche de verbena, pasada ya la una de la madrugada, la mejor hora para las brujas y los magos, el momento de plena efervescencia de Ronaldinho. El cuento de hadas acabó cuatro años después en el estadio Sánchez Pizjuán cuando Ronnie falló un penalti ante Palop que bien pudo valer una Liga.
Ronaldinho murió para el barcelonismo a balón parado, cuando decidió resolver los partidos en una acción de estrategia, como si los títulos se decidieran a la salida de un córner o una falta. Ocurre que cuando se tienta a la suerte hay que ser infalible, y el Gaucho falló el remate más sencillo y más exigente del fútbol. Ya no hubo más noticias del brasileño en el campo, salvo una chilena en el Calderón que resultó tan estéril como el gol maradoniano de Messi contra el Getafe, jugadas que alimentaron el culto al futbolista en detrimento del juego de equipo, presa del egoísmo, alejado de los tantos solidarios de Eto'o o Larsson.
Rutinario en los tiros libres, Ronaldinho fue imparable con el balón en movimiento. Nadie ha superado su gol en Stamford Bridge, cuando armó la pierna como si fuera un palo de golf, o el tanto que le metió al propio Milan en el Camp Nou después de perforar a los centrales rossoneri, o los dos eslaloms que se marcó en el Bernabéu ante Casillas, que flipaba mientras los hinchas blancos aplaudían con señorío. El 10 interpretó mejor que nadie el fútbol de la mítica delantera brasileña de los setenta. Ronnie tenía un poco de Jairzinho, una pizca de Gerson, algo de Pele, un trozo de Tostao y la pierna de Rivelino.
Los gestos técnicos de Ronaldinho fueron tan espectaculares como inéditos, y precisamente por su originalidad y dificultad se entiende que no eran ejercicios de repetición. Hubo un día en que las espaldinhas y las elásticas se tornaron en jugadas fallidas, como si hubiera envejecido de golpe y fuera incapaz de adaptarse a su propio juego. Nunca tuvo término medio, así que para bien o para mal condicionó la alineación, de manera que marcaba las diferencias cuando estaba en forma o se convertía en un estorbo cuando le pesaba la barriga. Al Gaucho le pudo el abandono, deshonró el brazalete de capitán y acabó por traicionar al oficio.
De la misma manera que Kubala se recuperaba en una bañera de las noches locas, Ronaldinho se refugiaba en el gimnasio para recuperar las horas de sueño. No ha escapado a la leyenda negra de las figuras azulgrana. A Samitier se le recuerda su deserción al Madrid; a Kubala se le culpa del traspaso de Súarez; de Cruyff se cuenta que sólo sacaba los fueras de banda tras el 0-5 de Chamartín; de Maradona fue un sospechoso desde que contrajo una hepatitis; a Rivaldo se le recriminó que se cobrara los goles en dólares; Romario ganduleaba; y a Ronaldo se le tomó un pagano mal asesorado.
La historia explica que para formar parte de la mitología culé hay que abandonar el club por la noche, sin mediar homenaje y con un punto de distanciamiento. El cariño se reserva para los futbolistas más épicos, jugadores del estilo de Pujolet, Migueli o Neeskens, gente combativa y representativa del santo grial, de la imagen que el catalán medio se forma de sí mismo, como decía Vázquez Montalbán. Ronaldinho figurará en el altar del Barcelona porque su obra ha sido propia de un genio. El círculo virtuoso jamás habría rodado sin el ritmo vital de Ronaldinho.
La sonrisa de Ronnie fue tan contagiosa como su melancolía, prueba inequívoca de su ascendente sobre el club, por más que se siga discutiendo sobre quién le debe más a quién: si el jugador al Barça o el club al futbolista. Su grandeza va más allá del gesto surfero con el que se ganó a la gente del fútbol. La cosa más banal se convertía en extraordinaria a pies del mago Ronnie. Así que, los lobos continuarán aullando de noche en el Camp Nou aunque Ronaldinho juegue en San Siro como cantó Joaquim Maria Puyal. "Gauuuuuuuucho".

Ronaldinho è del Milan


E' ufficiale: Ronaldinho è del Milan. L'annuncio a sorpresa lo ha dato il presidente Berlusconi chiamando in diretta SkyTg24 qualche minuto prima delle 23: «Ronaldinho è nostro. Mi ha telefonato Galliani - ha detto il Presidente del Consiglio - Questa sera c'è stata una stretta di mano, della quale non ho ragione di dubitare, e domani mattina arriverà il contratto. Inizierà la preparazione con il Milan insieme con gli altri giocatori». Pochi secondi dopo Galliani dal Camp Nou dava la conferma: «C'è un principio di accordo, per le firme aspettiamo le visite mediche di domani».

IL COMUNICATO - Pochi minuti dopo il comunicato del Milan: «L'AC Milan e l'FC Barcelona hanno raggiunto un principio di accordo per il trasferimento di Ronaldinho alla Società rossonera. Il calciatore sarà domani a Milano per sottoporsi alle visite mediche e per firmare il contratto che lo legherà al Milan fino al 30 Giugno 2011».

L'ACCORDO - L'intesa definitiva è stata raggiunta in tarda serata dopo una riunione fiume al Camp Nou: l'accordo è stato trovato dopo un rilancio del Milan a una cifra vicina ai 21 milioni di euro più i bonus legati alle prestazioni (circa 4 milioni), al giocatore un contratto triennale da 6,5 milioni e mezzo. Ronaldinho arriverà a Milano domani mattina con un volo in partenza da Barcellona alle 11, subito dopo sarà a Milanello per le visite mediche.

IL BARCELLONA - In tarda serata il segretario tecnico del Barca Begiristain ha spiegato la cessione al Milan in conferenza stampa: «E' stata fatta la volontà di Ronaldinho, andrà a giocare dove voleva. Ora è un giocatore rossonero».

LE CIFRE - Secondo indiscrezioni, la 'forbice' che divideva Barcellona e Milan circa l'importo dell'affare Ronaldinho (25 milioni chiesti dal Barca, 15 più i bonus quelli offerti dal Milan che era partito ieri mattina da 10) si è ristretta fino all'intesa dopo una probabile telefonata fatta da Galliani a Silvio Berlusconi per ottenere il placet a un aumento della spesa. Si è così arrivati in tarda serata al rilancio fino a 21 milioni, come rivela il Mundo Deportivo, più i bonus legati al rendimento del Milan con Ronaldinho nelle prossime tre stagioni (circa 4 milioni). Un'offerta che Laporta ha giudicato accettabile. Il contratto di Ronaldinho con il Milan non sarebbe quindi più biennale ma triennale, da 6,5 milioni di euro l'anno.

LA LUNGA TRATTATIVA - Nel pomeriggio ci sono stati tanti colpi di scena. Prima la notizia della chiusura per 18,5 milioni di euro, piú 1,5 milioni in premi dopo il pranzo fra Galiani e Laporta, al quale nel ristorante 'Via Veneto' vicino al Camp Nou, erano presenti anche il segretario tecnico del Barca, Txiki Berigistain e i nuovi dirigenti Rafael Yusre e Sanllehi, e l'intermediario Ernesto Bronzetti per il Milan. Dopo due ore di duro negoziato, Galliani aveva abbandonato il ristorante scuro in volto, con Bronzetti, per poi farvi ritorno dopo, presumibilmente, aver consultato Berlusconi per il via libera. Poi la frenata: il Barca, a un certo punto della giornata aveva detto no all'offerta, secondo fonti vicine alle parti in trattativa citate dall'agenzia di stampa spagnola Efe. L'offerta presentata da Adriano Galliani di 15 milioni di euro più 5 'variabili', che pure era stata migliorata rispetto a quella iniziale, non era stata ancora accettata, perchè considerata troppo inferiore ai trenta milioni di euro che avrebbe pagato il Manchester City. Poi in serata il nuovo colpo di scena con la chiusura dell'affare.

Hasta siempre Ronaldinho


Hasta siempre Ronaldinho
Se acabó el ‘culebrón’. El astro de Porto Alegre deja Barcelona para instalarse en Milán. Que vaya bien, Ronnie

Cinco años después de llegar al Camp Nou, Ronaldinho ha pasado a ser historia en el FC Barcelona. Anoche, a las 22.55 horas, el club azulgrana y el Milan, con la participación de Roberto de Assis, hermano y representante del jugador, alcanzaron un acuerdo definitivo a tres bandas después de dos días de duras y larguísimas conversaciones.Adriano Galliani, vicepresidente ejecutivo de la entidad lombarda, no tuvo más remedio que modificar sustancialmente la oferta para convencer al FC Barcelona, donde su presidente, Joan Laporta, ha tenido una activísima participación que, al final, ha resultado clave. El Milan, sabiendo que el Manchester City le había ofrecido al FC Barcelona 32 millones de euros por la estrella brasileña (el Barça presentó copia de la oferta vinculante del club inglés), ha pasado en dos días de poner encima de la mesa 10 millones de euros más cinco en incentivos (una propuesta considerada poco menos que insultante por el Barça) hasta los 21 millones de euros más cuatro por objetivos (si el Milan se clasifica para la Champions League). En cuarenta y ocho horas, los italianos han doblado su oferta. Entre las condiciones presentadas por el Manchester City -el club que finalmente ha perdido-, y el Milan, el FC Barcelona únicamente pierde dos millones y medio de euros. Esto es así porque de los 32 millones del City, éste le restaba al Barça el 15% de comisión del traspaso que por ley le corresponde a Ronaldinho (4,8 millones de euros). Una cifra que ha de pagar el FC Barcelona. Por lo tanto, al final, el club del multimillonario tailandés Thaksin Shinawatra ponía encima de la mesa 27,2 millones de euros.La entidad italiana, por su parte, vio con buenos ojos como Roberto de Assis, en nombre de su hermano, renunciaba a esa suculenta comisión del 15% si el FC Barcelona, al final, aceptaba la oferta del Milan que, a las 22.00 horas de ayer noche ascendió a 21 millones de euros. Teniendo en cuenta que el Barça no debía pagar la comisión de traspaso y que los incentivos del Milan subían a 4 millones, el monte total de la operación Ronaldinho sube, en el mejor de los casos, a 25 millones de euros.También a última hora de la noche se acabaron por decidir algunos flecos que quedaban pendientes, como eran los 0,8 millones de euros que todavía tiene pendiente de cobrar el Paris Saint Germain, club de procedencia del brasileño, y diversos compromisos fiscales.Ronaldinho, desde el primer instante, deseaba jugar en el Milan, por eso el almuerzo que ayer mantuvo su hermano Roberto con los emisarios del Manchester City en el Hotel Arts fue sólo una cortesía y una forma implícita de asegurarse una segunda opción por si resultaba imposible el acuerdo Barça-Milan. El ya ex jugador del FC Barcelona ha renunciado a 3,6 millones de euros para hacer realidad su sueño de vestirse de ‘rossonero’. Estará en Italia hasta el 30 de junio de 2011 y cobrará una cantidad de 6,5 millones netos (el Milan le paga los impuestos) por temporada. Hoy viajará a Italia en el avión privado de Silvio Berlusconi acompañado por Galliani y de su hermano Roberto y será presentado. Antes, sin embargo, tendrá que pasar la revisión médica de rigor.Tanto representantes del FC Barcelona como del Milan se mostraron anoche muy satisfechos por el acuerdo alcanzado. Joan Laporta, presidente azulgrana, que almorzó al mediodía con Galliani en el restaurante ‘Via Venetto’, aseguró al abandonar las instalaciones azulgranas que “valoro mucho el esfuerzo que también ha hecho Ronaldinho para que todo acabara satisfactoriamente. No cabe la menor duda que se va del Barcelona por la puerta grande y con todos los honores. Ahora mismo sólo me quedo con todo lo bueno que nos ha dado Ronaldinho durante todos estos años”.Adriano Galliani, por su parte, también se mostró muy satisfecho: “ El jugador sólo quería venir con nosotros y hemos hecho todo lo posible para hacer realidad esta operación. Creo que ha sido un final feliz para todos”.Con la salida de Ronaldinho y los 25 millones que cobrará el Barça por el traspaso, el club azulgrana podrá de forma inmediata centrarse en la contratación de los jugadores que le faltan para cerrar su proyecto. De hecho, el Milan ya renunció ayer al fichaje del togolés Adebayor, que ahora ha pasado a convertirse en el gran objetivo del Barça, sin olvidarse de Hleb, Arshavin o Silva.De estos cuatro jugadores citados, dos o tres llegarán en los próximos días.A día de hoy, en el tema de las bajas, el FC Barcelona sólo tiene un tema pendiente: Samuel Eto’o. El camerunés podría quedarse en el club si no fructifican las negociaciones con diversos clubs. Cinco años después, el Barça ya no tiene a Ronnie en sus filas. Parece mentira, pero así es...

dimarts, de juliol 15, 2008

El Barça dice no a la oferta del Milan


El Barcelona no ha aceptado la oferta que le ha presentado esta tarde el Milan para contratar a Ronaldinho, aunque no ha cerrado la puerta a un nuevo encuentro con la entidad italiana, a pesar de que entiende que las cantidades que oferta por el jugador quedan muy lejanas de las que está dispuesto a abonar el Manchester City

Según ha podido saber EFE de fuentes de la negociación, la oferta presentada por el Milan es de quince millones de euros más cinco de variable, cantidades bastante lejanas a los treinta millones que estaría dispuesto a abonar el Manchester City, después de haber mejorado esta mañana la cifra de hace unos días.Los emisarios del City han partido hacia Manchester, pero han informado de que mañana podrían regresar a Barcelona en el momento en que se abra la opción para cerrar el esperado acuerdo.En el último encuentro que se ha producido hoy, en las oficinas del Barcelona, el represente y hermano de Ronaldinho, Roberto de Assís, ha estado negociando, junto a dos abogados del bufete Cuatrecasas, con el directivo barcelonista Rafael Yuste, además de los ejecutivos Txiki Begiristain (secretario técnico) y Raül Sanllehí (director de fútbol).Después del breve encuentro, el Barcelona le ha comunicado a Roberto de Assís que las cantidades que oferta el Milan son insuficientes y que, por lo tanto, por ahora rechaza la oferta de la entidad milanista. Roberto de Assís se ha recogido al hotel donde se encuentran los emisarios del Milán que se han desplazado a Barcelona.A pesar de este desencuentro, nada apunta a que las relaciones se hayan roto por la insistencia que existe por parte del Milan y de Ronaldinho de sellar un acuerdo mutuo, pero ello choca con el interés del Barcelona de hacer un buen negocio y más cuando en la otra parte de la mesa negociadora se encuentra el Manchester City, dispuesto a mejorar casi a diario la oferta que presentó hace unos días y que se elevaba a veintisiete millones fijos, cifra que ahora podría acercarse a los treinta millones.En el caso de que en los próximos días no exista un acuerdo, Ronaldinho se reincorporaría a los entrenamientos del Barcelona el próximo viernes. Este es el acuerdo al que se comprometió el jugador brasileño con la entidad catalana si no cristalizaba el traspaso.

Prórroga por Ronaldinho


Prórroga por Ronaldinho

El futuro de Ronaldinho depende de la capacidad del Milan para igualar en 48 horas la oferta de 32 millones de euros que ha cursado y documentado el Manchester City del multimillonario tailandés Thaksin Shinawatra. Recién llegado de Brasil por la tarde, el futbolista azulgrana se reunió ayer en el Camp Nou con el entrenador, Pep Guardiola, el director deportivo, Txiki Begiristain, y el director de fútbol, Raul Sanllehí. A la entrevista acudió también el hermano y agente del jugador, Roberto de Assis, quien previamente había negociado con Ernesto Bronzetti, intermediario del Milan. Ocurre que el club lombardo, que en Barcelona está representado también por el vicepresidente Adriano Galliani, aún no ha formalizado su interés por el brasileño y, por tanto, el Barça aguarda una contraoferta.
"No se ha tomado todavía ninguna decisión", comentaron fuentes del club azulgrana. "Nos hemos dado un plazo de dos o tres días". El jugador asintió al tiempo que advertía que asumiría la opinión del Barcelona, de manera que el futuro del 10 barcelonista depende de la respuesta del Milan. La oferta del Manchester City ha permitido al Barcelona presionar al Milan, que hasta el momento ha utilizado al jugador, incluso en la campaña electoral del presidente Silvio Berlusconi. Acostumbrado a fichar a la baja, como ocurrió por ejemplo con Rivaldo o Ronaldo, al club italiano le ha salido el tiro por la culata con Ronaldinho. Personas próximas al jugador anunciaron incluso que no tienen preferencia por ninguno de los dos clubes.
Galliani aspira a que Ronaldinho presione al Barcelona para que le deje fichar por el Milan, que la próxima temporada no disputará la Liga de Campeones. Al club de Berlusconi le preocupa especialmente el impacto mediático del Inter de José Mourinho y entiende que Ronaldinho podría ser un buen contrapunto. Una alternativa de última hora que podría plantear el Milan en caso de no poder competir con el Manchester City es conseguir la cesión de Ronaldinho y asumir una parte importante de la ficha.
A las distintas partes les conviene encontrar una salida en un plazo breve de tiempo porque Ronaldinho pretende disputar los Juegos Olímpicos, que comienzan el 8 de agosto en Pekín.
"Ronaldinho tiene que salir con todos los honores", anunció el presidente, Joan Laporta. "Fue un hombre que retornó toda la ilusión de los culés", prosiguió en declaraciones a Catalunya Ràdio. "Jugó un papel determinante en la consecución de dos Ligas y una Champions. Hay que tenerlo en el recuerdo. Vamos a intentar conciliar los intereses del jugador y del Barcelona".
"No he sido su compañero ni lo he tenido a mis órdenes", precisó también Pep Guardiola, "pero la gente se quedará con un muy buen recuerdo suyo. Lo que ha hecho ha sido maravilloso y ha dado mucho al club". "El Barça no tiene quejas de él y espero que él tampoco con la institución", añadió el entrenador del Barça. "Cuando lo he visto jugar, como aficionado, ha sido algo maravilloso, inmenso. Pido perdón, por otra parte, si con mis declaraciones perjudiqué al club cuando dije que ni él ni otros jugadores entraban en mis planes [en referencia a Eto'o y Deco]. No creo que haya sido así, porque ya se lo había comunicado el club, a los representantes y a los jugadores, pero por si acaso, prefiero decirlo".
Guardiola ofreció ayer un discurso muy institucional en su comparecencia ante los medios de comunicación. No se le escuchó ningún reproche en el primer día de entrenamiento. El técnico está más que satisfecho con la plantilla que tiene a día de hoy. Poco le importa que desde el club se hayan forzado las salidas de Deco y Giovani, se exijan las ventas de Ronaldinho y Eto'o, y se contemple el traspaso de Gudjohnsen. Todo el arsenal ofensivo del equipo en las temporadas anteriores. "Somos los que somos y estoy entusiasmado con esta plantilla", resolvió el entrenador. "He explicado lo que quiero como equipo a los jugadores", aclaró el técnico, tras los análisis y pruebas médicas a las que fueron sometidos los futbolistas. "Igual luego no rascamos bola, pero con estos jugadores lucharemos por todo", detalló; "individualmente son muy buenos, pero debo hacerles entender que colectivamentre pueden ser mejores".
No le preocupa, entonces, cómo se ha rebajado el potencial ofensivo del Barça. "El 9 no es un problema. No pasa nada porque con este equipo podemos tirar hacia delante. Bojan puede jugar por los dos costados y como delantero centro, y confío plenamente en Henry, un futbolista de talla mundial que garantiza goles", recalcó. Con Trezeguet en el entrecejo y Adebayor como alternativa, la dirección deportiva del Barça trata de cerrar la plantilla.
"Espero que los jugadores asimilen rápido los conceptos, que para el 12 o 13 de agosto lleguen en las máximas condiciones", expresó Guardiola recordando que el Barça disputará la ronda previa de la Liga de Campeones. "La preparación del equipo será tanto técnica como táctica. Y la física no se entiende sin las otras dos. Quiero ganar y dar espectáculo. No puedo vivir pensando que tendré tiempo. Laporta es mi presidente y me tendrá para lo que haga falta. Si las cosas no nos van bien, será culpa nuestra y no de lo que pase a nuestro alrededor".

Guardiola: "Si los jugadores esperan en mí un entrenador blando, están de mala suerte"


Guardiola: "Si los jugadores esperan en mí un entrenador blando, están de mala suerte"

La primera pregunta para Pep Guardiola fue sobre los inconvenientes que le podía suponer el hecho de no tener aún la plantilla cerrada. "A día de hoy lo ideal sería que los del Europeo estuvieran aquí, pero eso no es ningun handicap. Estamos los que tenemos que estar, han venido todos bien y en los próximos días o semanas llegarán todos. Tampoco tenemos mucho tiempo para esperar y empezar a trabajar todos"Bastante conforme con todo, el nuevo entrenador barcelonista tampoco se mostró preocupado por no tener fichado aún un '9'. "No es un problema. Sé que a veces cuestan las cosas, pero si no se ficha un 9 no pasará nada. Con el equipo que tengo ahora podemos llegar lejos y competir con todo el mundo".Cómo no, los nombres de Ronaldinho y Eto'o también entraron en escena. "No contamos con ellos en la planificación de la temporada, pero si al final se quedan, bienvenidos sean y haremos lo necesario apra que estén a un gran nivel". Además, Pep no cree que el hecho de haber reconocido que no contaba con ellos les haya devaluado. "No pienso que sea así. Todo el mundo lo sabía y el club se lo había comunicado ya. Si es así me sabría mal por el club pero pienso que no es así"Sobre la posible incorporación al club de Manel Estiarte, Guardiola explicó que "no le he pedido yo, sino que era una propuesta del club. Por lo que sé, están hablando. Por lo que le quieren proponer está más que preparado y si viene saldría beneficiado yo, pero también el club". El entrenador blaugrana habló de Jorquera, Touré y Milito, los tres lesionados de larga duración que tiene el equipo. "Vienen de lesiones graves y largas pero la cosa pinta bien. La rehabilitación hay que acabarla lentamente para que no recaigan pero han llegado contentos. Habrá que ver si alguno puede estar a punto para la previa de la Champions"Buena parte de la rueda de prensa estuvo centrada en nombres propios, por ejemplo el de Gai Assulin, un jugador de gran calidad pero que no está entre los siete del filial que estarán en el stage con el primer equipo. "Me tocaba decidir y he escogido a los que consideraba idoneos". O Leo Messi. "Llega este martes porque lo ha querido así, y ahora esperar lo que dice la FIFA. El club de momento no tiene ninguna comunicación".A Guardiola se le preguntó por las declaraciones del domingo de Joan Laporta, quien dijo que le había animado a seguir el hecho de haber hablado con el de Santpedor. "No lo sé porque es así. Entiendo que todos los que estamos aquí nos tenemos que animar mutuamente. Todo pasa por ser fuertes aquí y solo hemos hablado de fútbol y de las ideas que tengo. Es lo que hay. Tengo claro que hoy en día Laporta es el presidente, es mi presidente y me tendrá para lo que quiera. Nosotros podemos ayudar mucho y les ayudaremos".Más nombre propios. Ahora, el de Thierry Henry: "Espero mucho de él. He hablado con él, sabe que su primer año no fue fácil y aún así marcó muchos goles. Tengo mucha fe y quiero darle importancia tanto a él como a Bojan". Además, sobre el francés y su posición en el campo afirmó que "Henry puede jugar en los dos sitios, de '9' o por banda, pero procuraré que juegue de delantero centro".Y, cómo no, no faltó la pregunta sobre la posible salida de Ronaldinho. "Creo que va a salir bien del Barça y la gente se quedará con un recuerdo bueno de él. Ha dado muchísimo por el club y el Barça no tiene ninguna queja de él y espero que él tampoco la tenga del Barcelona. Como aficionado, sólo puedo decir que ha sido maravilloso". Como el día de su presentación, Guardiola volvió a mandar un mensaje a la gente que piensa que puede ser un entrenador demasiado blando. "Sé que solo tengo 37 años y poca experiencia. Quizá querrían un entrenador más blando pero tienen mala suerte porque no soy así y estoy convencido de que les haré trabajar"Además, volvió a demostrar que tiene sus ideas futbolísticas muy claras. "Sé como quiero jugar, qué debo hacer en los entrenamientos y espero en el primer partido amistoso empezar a ver algunas cosas para llegar lo mejor posible para superar la previa de la Champions a mediados de agosto".Guardiola explicó también como había sido su primer día en el vestuario como entrenador del Barça. "Nos hemos mirado a los ojos, nos hemos saludado, he empezado a hablar con algunos que aún no conocía. Hemos hablado de lo que queremos de todo y ha sido una primera toma de contacto. Me he encontrado bien".Pep habló de su objetivo para estos primeros días de preparación. "La primera semana es de readaptación. Al principio de un nuevo entrenador todo el mundo tiene ganas de mostrar muchas cosas y hay que ir poco a poco para evitar lesiones". Y también habló de su objetivo cuando empiecen los encuentros oficiales. "Es ganar partidos, si no voy a durar poco en esta silla. Tenemos que dominar los partidos, atacar bien, defender bien, pensar todos colectivamente. Y eso necesita un poco de tiempo, pero sabemos que no lo tenemos".Sobre la influencia que puede tener en él y en el equipo el delicado momento por el que pasa el Barça, explicó que "es cierto que este club cuando está fuerte es imparable pero yo como entrenador no estoy condicionado por la situación actual. Si la pelota no entra no es porque el club esté mal, es responsabilidad nuestra. La gran mayoría de entrenadores del mundo desearía estar aquí y no puedo quejarme".Por último, Guardiola se mostró contundente al hablar de los jugadores que tiene a su disposición en estos momentos, ante la posibilidad de que no lleguen los refuerzos esperados. "Tengo la plantilla que deseo. Los que están son muy buenos. Luego al final igual acabamos el año y no la rascamos, pero son muy buenos".

diumenge, de juliol 13, 2008

Auge y caída de Joan Laporta


El presidente más popular en la historia del Barça se ha quedado solo, acosado y apenas rodeado de un grupo muy reducido de fieles

El estallido de emoción que provocó el gol de Ronaldinho al Sevilla en la madrugada del 3 de septiembre de 2003 fue detectado por los sensibles sensores del observatorio Fabra. Mientras la ciudad dormía, el griterío de los 80.237 aficionados del Camp Nou en un partido que comenzó a las doce y cinco minutos de la noche, provocó algo parecido a un leve movimiento sísmico en Barcelona. No se había medido hasta entonces la pasión del fútbol por ese procedimiento, pero a nadie debe extrañar que los acontecimientos que rodean a este deporte tengan que ver con movimientos tectónicos. Visto de esa forma, el Barça es ahora un club inestable: sus cimientos se han debilitado. La crisis se mide como si el club hubiera sufrido un terremoto. Poco queda alrededor de Joan Laporta, el presidente más popular en la historia del club, salvo un grupo muy reducido de fieles.

La llegada de Joan Laporta a la presidencia en 2003 fue recibida con un entusiasmo parecido al que desató aquel gol de Ronaldinho. No hubo movimiento sísmico, pero sí una desbordante ilusión colectiva. Laporta era un candidato joven (40 años), bien parecido, dinámico, rodeado de un equipo de tecnócratas que habían triunfado en sus actividades profesionales. Se le comparó a Kennedy en la exageración propia de los columnistas deportivos. Laporta había atravesado con humildad y tenacidad una larga travesía del desierto para convertir una plataforma con aires de revolución ciudadana (el Elefant Blau, Elefante Azul) en una candidatura atractiva que pretendía terminar con los síntomas de agotamiento de un club afectado por 22 años de mandato de Núñez y los últimos coletazos de su sucesor Gaspart, un forofo en funciones de presidente. Algunas generaciones de socios culés no habían conocido otra cosa que la dialéctica derrotista de Núñez, un personaje sin discurso, con tendencia a derramar lágrimas, que achacaba su inoperancia a enemigos exteriores no identificados.
Laporta apareció en escena como un personaje seductor que desprendía una imagen saludable y contagiosa. Su dialéctica era optimista, prometía un cambio profundo en las estructuras del club, mayor participación del socio y una modernización en la gestión basada en las últimas actualizaciones de la práctica empresarial. Las lágrimas de Núñez eran sustituidas por el power point de los ejecutivos de Laporta. ¿Cabía mayor diferencia? Como contrapunto a lo que sucedía en Madrid (una referencia obligada en el Barcelona) donde Florentino Pérez había instalado las bases de una gestión globalizada con tintes neocapitalistas, la opción Laporta era perfecta: frente a un magnate clásico, monolítico, con aires presidencialistas, el contrapunto que ofrecía Laporta era sugerente: trabajo en red y gestión descentralizada a modo y manera de las pujantes empresas de la era de Internet. Laporta y su equipo ofrecían una revolución tecnocrática aplicada al fútbol.
Cinco años después, la red se ha roto, aquellos ejecutivos brillantes han abandonado el barco y el modelo se ha modificado por algo tan simple como pasado de moda: queda Laporta rodeado de amigos de la infancia (el perfil de directivo que no pregunta). Es un esquema harto conocido en el mundo del fútbol: el presidente con su junta de floreros.
Y, sin embargo, no hace más de dos temporadas la gestión de Laporta había logrado invertir la situación y convertir al Barcelona en la marca futbolística más apreciada del planeta. Para remate, Florentino Pérez abandonaba el Real Madrid y lo dejaba expuesto a una crisis institucional sin precedentes, donde los aspirantes dirimían sus asuntos en los juzgados a base de querellas. No había mejor modelo que el protagonizado por el "círculo virtuoso" (una descripción usada por los ejecutivos del Barcelona procedente de la teoría empresarial en el tipo de empresas que trabajan en red y conocidas como clusters) que rodeaba a Laporta. La mejor gestión al lado del mejor espectáculo sobre la verde pradera del Camp Nou. Dos Ligas, una Liga de Campeones y un juego mágico protagonizado por Ronaldinho representaron los mejores momentos del Barcelona.
¿Cómo un modelo tan bien diseñado ha quedado hecho añicos en unos meses? Ni siquiera los ciclos económicos se alteran a esa velocidad salvo que suceda una evolución indeseable en la cotización del petróleo o una crisis financiera imprevista (hipotecas subprime, por ejemplo), es decir, factores externos que multiplican los efectos de una crisis. ¿Ha sido el Barcelona un caso de burbuja futbolística? Aun en su eterna comparación con el otro grande, el parecido es aceptable: el Madrid de Florentino y los galácticos entró en crisis tras cuatro temporadas sin títulos y a pesar de ello el presidente dimitió tras haber ganado unas elecciones con un resultado casi a la búlgara.
"He llegado a la conclusión de que en este tipo de clubes que no son sociedades anónimas es necesario un presidente que no sepa de fútbol o que adopte una posición más distante respecto de las estrellas del equipo. Florentino, que hizo una gran gestión, se fue por su cercanía con los jugadores. Laporta se tendrá que marchar más por sus gestos que por su gestión". Quien habla así es un ex miembro de la junta directiva del Barcelona que no desea ser identificado, un problema que ha permanecido invariable a lo largo de todo este reportaje. Ahora mismo, nadie quiere hablar con nombres y apellidos. Demasiada gente está agazapada esperando su momento: antes quieren ver pasar el cadáver de Laporta.
"Voy a poner otro ejemplo", explica esta misma fuente. "Frank Rijkaard hizo una mala gestión deportiva con buenos gestos y se ha marchado con el aplauso de la afición. Cuando pase el tiempo, se verá que Laporta hizo una buena gestión con malos gestos y eso habrá condicionado su final".
Todas las fuentes, afines o menos afines al presidente, apuntan al mismo rostro: el culpable es Laporta. Mejor dicho, su personalidad extrovertida, que ha puesto en riesgo los cimientos de una buena gestión.
"A Laporta se le veía venir de lejos", afirma un ex colaborador. "Como candidato fue el opositor perfecto. Tenía la humildad suficiente como para aceptar los consejos de los expertos. Era un candidato modélico y su proyecto despertó un gran entusiasmo. Detrás de esa imagen estaba el perfil de un hombre simpático y extrovertido, pero con tendencias a ser un personaje irascible y radical, que terminaría dejándose llevar por sus impulsos".
Sometido a un escrutinio diario por la prensa deportiva, los gestos de Laporta comenzaron a estar por encima de su gestión. Es una simplificación inherente al periodismo deportivo y al propio fútbol en España y en otras latitudes. "Frente a lo que pueda parecer", explica un directivo, "Laporta ha participado muy poco en la gestión del club. De hecho, su participación fue nula en los primeros momentos. Sin embargo, ha quedado la conclusión de que la gestión ha sido suya. Es evidente que su papel debía limitarse a una labor de representación del club: cuando llegara el acuerdo, él estaría para la foto". Los éxitos del Barcelona colocaron el foco cada vez más centrado en la figura de Laporta y los jugadores. Todo lo demás quedó aparentemente a resguardo. Pero, colocado en el foco, sus impulsos, su extroversión, su radicalismo, comenzó a deformar la verdadera imagen de la gestión.
"Su radicalismo político no era un problema en principio", cuenta un ex asesor de Laporta. "Sus ideas nacionalistas e independentistas eran conocidas, pero no habrían sido un problema si no las hubiera ligado a sus actividades como presidente. El Barcelona es un club transversal y digiere muy bien diferentes opciones políticas e incluso nacionalistas. De hecho, era conocida la afinidad de Gaspart por el PP y no representó un problema". "En ese sentido", explica un ex directivo, "Laporta lo hizo mal. Falló en los gestos. Nadie le escribió en ningún discurso lo de Visca Catalunya Lliure. Ni siquiera era necesario en un club como éste decir Visca Catalunya. Lo apropiado era decir Visca el Barça. Porque ciertos elementos nacionalistas se pueden introducir sin crear tensión, como fue añadir la senyera en las camisetas. Eso no ofendía a nadie".
Laporta comenzó a no escuchar a sus asesores. Sufrió alguna primera crisis en su junta (la marcha de Rosell y algún otro directivo), resuelta sin graves consecuencias. En los años de gloria y goles, Laporta se convirtió en el personaje más popular de Cataluña. Algún medio de comunicación le contabilizó más de 400 participaciones en actos públicos durante un año. Durante la campaña electoral catalana hubo tensiones entre candidatos por hacerse la foto con Laporta. Era el personaje más deseado. "Y él nunca gestionó bien esa situación. No supo dar un paso atrás".
Sus andanzas comenzaron a hacerse públicas o a correr en voz baja. Los éxitos del equipo garantizaban cierta cobertura, una impunidad gratuita: los medios silenciaron algunos hechos por preservar la inmaculada popularidad del equipo y con ella la de su presidente. Pero algunas cosas no estaban funcionando bien.
Sucedió el episodio del aeropuerto de El Prat, donde Laporta se bajó los pantalones a increpó a un guardia civil en un control de seguridad. El hecho no pasó de ser una anécdota, pero ejemplificó que la imagen virtuosa del club tenía algún tipo de grieta en su presidente. Y no pasó de una anécdota porque las imágenes de aquella bronca, tenazmente buscadas por algunas televisiones, desaparecieron sin que nadie haya dado una explicación. Sucesos posteriores (apartó a su chófer del volante del coche porque se negó a cruzar un semáforo en ámbar) han incrementado esa sensación y la han agravado: también dentro del equipo estaban ocurriendo hechos poco edificantes. Laporta creía que gozaba de cierta protección. Pero la perdió.
Ebrio de popularidad, no midió ninguno de sus actos, ni siquiera aquellos que podían afectar a su vida privada. Empezaron a ser públicos, que no publicables, las relaciones sentimentales de algunos altos cargos con personal del club, y entre ellos el propio presidente. Había un ambiente interno de euforia sin freno tal que la mezcla de camaradería, goles, celebraciones y amoríos entre algunos de sus protagonistas parecían confundir el Edén con el Barcelona. La protección de que gozaba Laporta tenía otra explicación: el Barcelona era la única institución que parecía funcionar en una Cataluña deprimida por ciertos desastres (el túnel del Carmel, los conflictos del tripartito, los retrasos en las obras del AVE...).
Algunas leyendas urbanas corrieron por la ciudad relacionadas con los jugadores, Laporta y algunos de los suyos. No se ha hecho un gran esfuerzo por verificarlas en algún caso. En otros, hay testigos presenciales. La ciudad ha sido un hervidero de rumores en los últimos meses, aunque la gestión empresarial ha seguido su curso, los ingresos han seguido multiplicándose y sin que pueda argumentarse que la marca Barcelona haya perdido crédito internacional. "Del club se comentaban algunas cosas que eran falsas. Una de ellas era el caso del asesoramiento de Johan Cruyff", explica un directivo. "Cruyff no asesoraba al club, de hecho se quejaba de que ya no le preguntaban, pero cuando llega la hora de votar en la moción, Laporta lo hace con Cruyff. Otro error".
Los rumores sobre la vida alegre de algunos jugadores no son nuevos cuando corren tiempos de crisis deportiva. Pero en este caso, se les incorporaba un elemento nuevo: el propio Laporta. Como si fuera un protagonista más. Los rumores sobre su separación matrimonial aumentaron y en esas saltó el episodio del robo de su ordenador. Alguien sustrajo el ordenador del presidente en las oficinas del club. Parece que fue intencionado. Alrededor de ese ordenador y su presunto contenido se han disparado todo tipo de versiones. Como siempre, Laporta estaba en medio. Y el prestigio del Barcelona, en entredicho.
Hay quien establece paralelismos entre la decadencia de Ronaldinho y la de Laporta. Lo cierto es que son coincidentes en el tiempo y no tienen otra explicación que la mera casualidad, pero da pie a que las versiones se retuerzan. La protección se rompió, a cada uno le fue cayendo lo suyo y en el paquete estaban todos juntos, jugadores y presidente. La gestión de Laporta comenzó a ser juzgada por lo que sucedía en el terreno de juego y por sus comportamientos fuera del estadio. En noviembre de 2007, recomponía el organigrama de su junta para limitar las competencias de algunos de sus directivos más brillantes y evitar que adquirieran un protagonismo que reservaba para él. Ese comportamiento neurótico propio de quienes creen que hay conspiraciones contra él ya se había manifestado en otro turbio suceso relacionado con el descubrimiento de unos micrófonos ocultos en el club. Por otro lado, Laporta había llegado a la conclusión de que él representaba mejor la esencia del aficionado culé: mientras los tecnócratas ganaban dinero en el extranjero, él había permanecido años escuchando las inquietudes del socio.
Hasta que la magia se rompió definitivamente. La iniciativa de un voto de censura promovida por un socio, a quien nadie ha pedido demasiadas explicaciones sobre quién podría estar financiándola, ha terminado por desembocar al club y a Laporta hacia un final violento. El voto de censura fracasó, pero ha sido un éxito de convocatoria y ha evidenciado que la masa social quiere un cambio en la presidencia. Los ejecutivos más brillantes han terminado por abandonar el barco. Laporta se ha quedado solo en compañía de pretorianos. Curiosamente, una encuesta realizada por TV3 días antes del voto de censura proclamaba que el 77% de los socios aprobaban las últimas decisiones del club: el fichaje de Guardiola como entrenador y la marcha de Ronaldinho y Eto'o. "Estaba claro que los socios daban por buena la gestión, pero no quieren a Laporta", concluye un ex directivo. Por otro lado, la economía del club parece saneada: sus ingresos previstos rondan los 380 millones de euros y la deuda neta habrá bajado de 218 a 190 millones.
En esas condiciones, la de un presidente acosado, con las encuestas en contra, la prensa disfrutando de barra libre para criticarle y la posición engordando por momentos, la teoría no escrita del fútbol dicta que no queda otra salida que confiar en el juego y los goles del equipo. La economía queda aparte. Sin embargo, hay una asamblea de compromisarios dentro de un par de meses y en ese periodo el Barcelona no estará todavía en disposición de ganar un título. Además, hay antecedentes que prueban que este argumento puede quedar en desuso: Lorenzo Sanz perdió la presidencia del Real Madrid tras haber ganado una Liga de Campeones.
La personalidad extrovertida de Laporta no parece ser la más recomendable para gestionar una etapa tan crítica. Habrá que observar hacia dónde apuntan sus impulsos: dicen que tiene alma de delantero centro (jugó en esa posición en el Sant Andreu) y que sólo sabe comportarse al ataque. Y un presidente acosado actuando a la desesperada augura un final de partido esquizofrénico.

dissabte, de juliol 12, 2008

Ronaldinho declara la guerra al Barça


Ronaldinho declara la guerra al Barça

Ronaldinho ha declarado la guerra al Barça. El delantero brasileño ha dado un giro copernical a su situación para entablar un pulso con la entidad barcelonista. El ‘Gaúcho’ ha hecho oídos sordos a la llamada del club azulgrana, que le había citado para este lunes para comenzar la pretemporada, y ha decidido quedarse en Brasil para preparar unos Juegos Olímpicos que le habían sido vetados desde Barcelona. La semana ya venía caliente. El pulso entre la CBF y el Barça, enfrentados por la presencia de Ronaldinho en Pekín, había caldeado el ambiente pocos días antes de que la temporada arrancara en Barcelona. Pese a la firme voluntad de la ‘confederaçao’ de quedarse al jugador, todo apuntaba que el brasileño acabaría cediendo a las pretensiones del club que le paga.Esta misma semana, en un partido benéfico celebrado en Sao Paulo, su hermano y representante Roberto de Assís confirmó que este mismo lunes regresaría a Catalunya para ponerse a las órdenes de Pep Guardiola.Unos días después, Ronaldinho ha dado la vuelta a la tortilla. El jugador tiene la intención de permanecer en Porto Alegre para ponerse a punto de cara a la inminente cita olímpica. El pasado lunes, el futbolista ya comenzó a trabajar para recuperar una forma que perdió hace ya varios meses. Junto a su primo y ‘personal trainer’ Valdimir Garcia realizó las pruebas físicas preeliminares antes de ponerse bajo las órdenes del preparador físico Paulo Paixao.Ronnie tiene previsto realizar otra semana más de entrenamiento con Paixao, antes de que el próximo día 22 se concentre en Granja Comary, lugar de concentración de la ‘canarinha’ situado en la ciudad de Teresópolis.Una decisión que el Barça no tiene previsto pasar por alto. Después de hacer la ‘vista gorda’ durante los últimos años con la actitud del brasileño, la directiva azulgrana ha dicho basta. La negativa del futbolista de acatar las órdenes de la cúpula barcelonista ha sido la gota que ha colmado el vaso. Estos próximos días, el club se reunirá para acordar una sanción para el ‘Gaúcho’. Pero de momento, con los Juegos de Pekín en mente, el ‘Gaúcho’ no quiere ni oir hablardel Barcelona. Ni tampoco la CBF. En declaraciones exclusivas para SPORT, el portavoz de la ‘confederaçao’ Rodrigo Paiva se mostró contrario a acatar la voluntad del club azulgrana: “No tiene ningún sentido que la CBF llame al Barça para pedir que libere a Ronaldinho si ellos no han comunicado oficialmente que no piensan en liberar al jugador para ir a Pekín”. Paiva se justificó en la “lógica” del caso para darse la razón: “Independientemente de lo que diga el dictamen de la FIFA, la lógica está de nuestra parte. El Barça ya dijo que no cuenta con él (haciendo mención a las declaraciones de Guardiola), ya no estuvo en la Copa América y ahora no tiene ninguna competición (obviando totalmente la previa de la Liga de Campeones). La lógica se va a imponer y no habrá ningún conflicto entre la CBF y el Barça”.Unas palabras con poco fundamento que no hacen más que echar más leña a una hoguera que cada vez prende más deprisa. La ‘confederaçao’, que niega que el Barça se haya puesto en contacto con ellos de manera oficial para comunicar el veto hacia el jugador, se ampara en una “lógica” con poco fundamento. Una razón que, de buen seguro, no será del agrado de la directiva barcelonista. Con todo ello sobre la mesa, el nuevo Barça de Guardiola arrancará el lunes sin Ronaldinho. La mayoría de sus compañeros se darán cita en el Camp Nou para dar el pistoletazo a una temporada en la que el Gaúcho, con toda probabilidad, no defenderá los colores azulgrana.

divendres, de juliol 11, 2008

Direcção do Barcelona com oito demissões


Laporta resiste

A crise no Barcelona está longe de conhecer um abrandamento. Depois de um ano desportivo marcado por um insucesso completo, pesem os muitos milhões investidos, Joan Laporta saboreou aquilo que já tinha provado Gaspart: uma contestação que foi subindo de tom à medida que os resultados não apareciam e o Barça se foi afastando de todos os objectivos que traçou no começo da temporada.
Depois de uma moção de censura para que Joan Laporta se demitisse - situação que o presidente "blaugrana" não aceitou -, as convulsões no clube da Catalunha continuam a um ritmo avassalador, com os directores a abandonarem o barco perante a resistência de Laporta.
Ontem, a Junta Directiva reuniu-se, e mais oito elementos da Direcção decidiram apresentar a demissão, aumentando para 14 o número de directores que se afastaram desde que Laporta assumiu a direcção do clube.
Laporta resiste, porque os regulamentos do clube o permitem. Falta saber como terminará a convulsão "culé".

Direcção do Barcelona com oito demissões

A reunião da direcção do Barcelona, que está a decorrer na Catalunha, já provocou as primeiras baixas, com oito membros a apresentarem a demissão.Na sequência de uma moção de censura apresentada e que mostrava que mais de 60 por cento dos sócios estava contra a continuidade de Laporta, alguns membros da junta directiva pediram a demissão do presidente, de forma a que se realizassem eleições antecipadas.Perante a recusa do presidente, Albert Vicens, Ferran Soriano, Marc Ingla, Evarist Murtra, Xavier Cambra, Claudia Vives Fierro, Josep Lluis Vilaseca e Toni Rovira apresentaram a demissão."É uma decisão individual. O comunicado é em conjunto, mas não formámos qualquer grupo", explicou Vicens.


LAPORTA GOBERNARÁ EN MINORÍA


LAPORTA GOBERNARÁ EN MINORÍA
Joan Laporta cumplirá su mandato como presidente del F.C Barcelona hasta el 2010, salvo que la asamblea de socios, prevista para septiembre, se exprese en el sentido contrario. El máximo mandatario azulgrana no admite ningún condicionante más que la opinión de los socios compromisarios para cambiar de estrategia, y así se expresó ayer en la reunión de la junta directiva. Ni siquiera la dimisión de ocho de los 17 directivos del consejo, entre los que figuran tres de los cinco vicepresidentes, condicionaron su porpuesta. Los vicepresidentes Albert Vicenç, Ferran Soriano y Marc Ingla, responsables del área institucional, económica y deportiva, respectivamente, así como los vocales Toni Rovira, Xavier Cambra, Claudia Vives-Fierro, Josep Lluís Vilaseca y Evarist Murtra, renunciaron a sus cargos, después que su lectura del voto de censura (el 60,6% de los socios se pronunció en contra de la directiva) fuera muy distinta a la de Laporta.
Los dimisionarios abogaban por la renuncia del presidente a fin de facilitar la gobernabilidad del club hasta la convocatoria de elecciones, cuya fecha debería decidir la próxima asamblea. Laporta desoyó la propuesta y expresó su disposición a nombrar los cuatro directivos que le faltan ?ahora cuenta con diez? para cumplir con los estatutos, que preveen el cese de la junta por la salida del 75% de los miembros de la junta. La decisión del presidente de someter su cargo a la confianza de los compromisarios sólo cambió el sentido del voto a Jaume Ferrer, vicepresidente de mercadotencia y especialmente bien relacionado con el sector nacionalista catalán y especialmente con la familia Pujol Ferrusola.
Los otros ocho directivos que ya se habían postulado en contra del proceder de Laporta ratificaron sus discrepancias y abandonaron la directiva. "Renunciamos a nuestros cargos por la discrepancia en la forma de actuar tras la votación", se arrancó Vicens, que habló por sus compañeros, aunque negó formar parte de un colectivo. "Para nosotros, el resultado de la moción mostraba un descontento mayoritario y aconsejaba hacer un cambio sustancial e inaplazable", apostilló. "Aunque el presidente y nuestros compañeros no opinan del mismo modo".
"Creemos que ahora se necesita paz social y estabilidad en el club", reiteró Vicens, vicepresiente primero, que pronto tornó sus palabras hacia un discurso políticamente más correcto. "El Barça está en una situación deportiva, social y económica óptima". Los rostros de los dimisionarios, sin embargo, no reflejaban tal certidumbre. El vicepresidente deportivo Marc Ingla, con cara larga y ojos vidriosos, apenas acertó a decir: "El club está bien, ordenado".
Laporta no ha podido evitar que su directiva se partiera por la mitad después de la fractura social expresada el pasado domingo en el voto de censura. El proceso de judicialización al que se ha visto sometido desde su llegada al cargo en 2003, ha servido al presidente para mantenerse en el puesto después que el voto de censura no consiguera las dos terceras partes necesarias para prosperar. Laporta entendió siempre que la votación era vinculante y, por tanto, desconfió de los directivos que le señalaban como único responsable, especialmente de cuantos se suponía aspirantes a presentarse a las próximas elecciones, especialmente Ferran Soriano. El vicepresidente económico, sin embargo, precisó que su dimisión no tenía ningún carácter táctico sino que obedecía a una respuesta a la votación del domingo. "Respetamos la decisión de los demás compañeros de la junta", opinó Vicens. "Deseamos que tengan éxito y acierto".
Laporta se mantendrá en el cargo con los vicepresidentes Jaume Ferrer y Alfons Godall, y los vocales Albert Perrín, Rafael Yuste, Joan Boix, Joan Franquesa, Jacint Borràs, Josep Cubells, Alfons Godall y Alfonso Castro. El presidente ya ha iniciado las conversaciones para cubrir las vacantes con personas vinculadas incluso al consejo que en su día presidió Joan Gaspart. Laporta ya solucionó la crisis provocada por la dimisión en 2005 del vicepresidente Sandro Rosell y también de su cuñado Alejandro Echevarría con personas de su máxima confianza, amigos de la infancia.
El presidente intenta ganar tiempo hasta la asamblea del próximo mes de septiembre para que el equipo pueda afrontar los próximos compromisos en una situación de estabilidad. La plantilla de Josep Guardiola se presentará el próximo lunes y durante el mes de agosto deberá afrontar una ronda previa de la Liga de Campeones. Rafael Yuste, responsable del fútbol base hasta el momento, ocupará el puesto de Marc Ingla, y una de sus prioridades será la de agilizar las negociaciones para contratar a un volante zurdo y un delantero centro, los dos puestos que quedan por cubrir después de los fichajes de Alves, Martín Cáceres, Pique, Keita y, probablemente, Hleb. A cambio, el Barcelona debe desprenderse todavía de Ronaldinho y Eto'o, declarados transferibles .Laporta pretende que el equpo recupere la senda de la victoria perdida en los dos últimos años y le permite acabar el mandato en 2010.
"Recuperaré el cariño del socio"
Fue una jornada larga y tensa para Joan Laporta, presidente del Barça, que ayer aceptó las dimisiones de ocho de sus directivos. A la una llegó al club, a las dos entró a la sala de la Llotja para la asamblea extraordinaria, y a las nueve reflexionó en público sobre la crisis institucional que azota al club. Junto a él, como escoltas, comparecieron los dos vicepresidentes que quedan en pie, Alfons Godall y Jaume Ferrer. "Hemos intentado mantener la cohesión de la junta, pero no ha sido posible por diferentes criterios sobre cómo actuar tras la moción", describió Laporta, que someterá su cargo a disposición de la junta general de compromisarios que se realizará a principios de septiembre. Su intención es otra. "Puedo recuperar el cariño del socio", deseó a modo de vaticinio.Para Laporta no hay otra vía que permanecer en el cargo. "Por coherencia hay que continuar", repuso; "por el momento tan crucial en que estamos, en pretemporada, hace falta recuperar la calma institucional y seguir con la planificación prevista". Pero, consciente de que su figura se ha puesto en entredicho de forma evidente ?el 60,6% de los socios que votaron en la moción se situaron en contra de la junta?, pondrá su cargo a disposición del máximo órgano del club. "Se ha focalizado mucho todo en mi persona y, aunque se superó la moción de censura, se ha creado un ambiente convulso. No hay nadie con más facultades que la asamblea compromisaria para decidir qué debemos hacer", detalló.La directiva, entretanto, ya ha iniciado la reestructuración. "Con 10 miembros hay estabilidad", recordó Laporta. Así, se nombró a Josep Cubells como nuevo secretario de la junta y se determinó que Joan Boix se encargará del área económica y Rafael Yuste de la deportiva. Además, se creará la figura del director de fútbol. "Se requería un punto más de eficiencia para cuando existe un acuerdo de alta o baja porque intervenían muchas áreas", resolvió Laporta, que reiteró su voluntad de seguir en el cargo, por mucho que los dimisionarios pidiera también su destitución. "Por estabilidad, responsabilidad y coherencia, queremos continuar en el cargo", concluyó Laporta, que destituirá a Jordi Badía como jefe de comunicación.Y recordó: "El club está bien gestionado, con una junta directiva que gobierna, y con unos ejecutivos capacitados para seguir con el modelo de club que queremos".

Agarrado a un clavo ardiendo



AGARRADO A UN CLAVO ARDIENDO

Los directivos de más peso de la Junta del FC Barcelona dimitieron ayer, dejando al presidente Joan Laporta cogido a un clavo ardiendo. El vicepresidente primero, el responsable de la parte económica y el de la parte deportiva abandonaron ayer, junto a cinco más. En total ocho directivos. Se fueron más vicepresidentes (3) de los que se quedaron (2). De los directivos con los que Laporta empezó la aventura en 2003 sólo quedan cuatro (Godall, Ferrer, Castro y Cubells).
Ayer sólo había que decidir dos cosas: 1) Dimitía Laporta y se quedaba una parte de la Junta hasta la asamblea para convocar elecciones 2) Laporta se quedaba y dimitían ocho directivos. Estos leyeron el resultado de la moción como una indicación de los socios para marcharse. Los que se quedaron piensan que si ocho días son un año, también puede interpretarse que la moción se ha ganado.
Laporta salió después con un discurso con contradicciones de fondo. No es posible que un día antes de la moción pidiera perdón a sus compañeros de Junta por el daño que podía haberles hecho y que cuando éstos le pidan un sacrificio les diga que no. No puede ser que confíe en la decisión de los 1.600 socios que van a una asamblea y no haga caso de los 24.000 que han votado en contra. El paso que dio ayer no da más calma al club. No es posible dejar la asamblea para septiembre porque sí. El Barça no es el cortijo de nadie.
GANAR TIEMPO
El presidente ha ganado tiempo porque quiere seguir como sea. Tiene a 24.000 socios y a ocho directivos en contra y va a someter su cargo a la decisión de una Asamblea que hoy es para él un órgano soberano y cuando estaba en la oposición no servía para nada.
El club ahora estará en manos más que nunca del equipo. El presidente hoy es Guardiola, porque Laporta cree que puede salvar el mal trago si los resultados acompañan y el equipo engancha. Pero se equivoca. Laporta piensa que a partir de ahora todo puede ir a mejor, por lo que irse ahora, sin lavar su imagen ni salir por la puerta grande, no le interesa.
Lo que le interesa al Barça,sin embargo,es que sus representantes hagan lo que diga la mayoría de los socios. Para eso fueron elegidos en su día. Laporta debe irse. ¿Por qué tanta insistencia en quedarse agarrado a un clavo ardiendo?

UNA DIRECTIVA EN PELOTAS


UNA DIRECTIVA EN PELOTAS

De cualquier abogado cabe esperar casi todo, así que no debería chocar a nadie que Laporta se acoja unas veces a la letra pero otras al espíritu, según le convenga, ni que reclame como propios incluso los votos de quienes no votaron. ¿Acaso no se contabilizaron otras veces las papeletas de socios fallecidos y enterrados? O que ponga su cargo a disposición de unos compromisarios que estatutariamente no pueden cesarle. Por tanto, que nadie se sorprenda en exceso: todo vale en la lucha por el poder.

En este nuevo vodevil hay coincidencia en que el Barça sale malherido. No estoy muy seguro de eso por más que hayan dimitido el que fichaba y el que pagaba. Es difícil herir al Barça. Lo que sale tocado de muerte es el mito de la ética y la superioridad moral del Barça. Eso sí está hecho unos zorros. Al fin y al cabo, todo es una simple lucha de egos y codicias entre ricos y poderosos, césares y brutos. La pelea por el sillón de mando y sus beneficios colaterales. Nada que no pase en todas partes. Y así hemos llegado al cabo de la calle: el Barça es como el resto de los clubs, como los demás mortales. Acabáramos.

Se desmorona el mito de los semidioses barcelonistas. ¿Dónde quedan hoy las banderas de la solidaridad, el RH azulgrana, el mito identitario, la supremacía ética y moral? ¿Quién enarbola hoy esas banderas en este mar de mediocridad demagógica, populismo exaltado y ambiciones desatadas en que se mueven los directivos? No es malo que desaparezca tanta grandilocuencia, uno de los cánceres del club, y afloren las bajas pasiones de quienes ansían el poder para servirse de él durante los mejores años de sus vidas. El Barça regresa al mundo real tras volar demasiado tiempo por el limbo del més que un club, ese mito ancestral que más parece una maldición. Al fin, estos dirigentes solo han sido seres humanos: codiciosos unos, traicioneros otros, demagogos todos; hambrientos de poder, privilegios y reconocimiento social.

Está bien que así sea, pues nos vamos conociendo todos. Decía Warren Buffett el otro día que "solo te enteras de quién ha estado nadando desnudo cuando baja la marea". Exacto. En Can Barça ha bajado la marea y desde Laporta al último de sus mariachis, de César a Bruto, de los que porfían por seguir a los que han dado el portazo, todos se han quedado en pelotas.

La crisis del Barça: miscelánea de artículos


EL PROYECTO HA MUERTO

El proyecto ilusionante que nació en el 2003 con el triunfo electoral de Laporta ha muerto sólo cinco años después. El certificado médico de defunción lo firmó Albert Vicens, un veterano ‘Elefant Blau’, al anunciar la dimisión de media junta directiva. Si en el verano del 2005 el proyecto perdía ya a uno de sus cuatro pilares, el vicepresidente deportivo Sandro Rosell, ayer se fueron los otros dos hombres clave de su estructura: Ferran Soriano, el cerebro económico, y Marc Ingla. Incomprensiblemente se ha desmoronado el modelo de club que más se había acercado al corazón de todos los aficionados y que, al mismo tiempo, había modernizado la entidad hasta convertirla en un ejemplo mundial. Lamentablemente se ha dilapidado la credibilidad de un grupo que nos había ilusionado con un Barça diferente, alejado de las luchas intestinas y de la influencia del maldito entorno.Nadie puede entender la degradación que ha sufrido esta junta directiva. Sólo puede interpretarse desde ese sentimiento de autodestrucción que acompaña al club practicamente desde su fundación. El Barça devora presidentes, directivos, entrenadores y jugadores. El Barça devora proyectos y devora personas. Toda la pasión que genera se acaba transformando en descomposición. Y las víctimas van cayendo al mismo tiempo que las épocas van pasando. Esta devastación ha roto la historia de la entidad tantas veces que ya nada puede sorprendernos. Ni siquiera la imagen de ayer: ocho directivos abandonando solidariamente el club después de fracasar en su intento de destituir al presidente. Una imagen dolorosa para todos los culés pero a la que, desgraciadamente, nos hemos ido acostumbrando a lo largo de los últimos años.Laporta pondrá su cargo a disposición de la asamblea de compromisarios a mediados de septiembre, en una estrategia para ganar tiempo y esperar que el equipo le ayude a recuperar la confianza de los socios. Su firme decisión a mantenerse en el cargo le ha costado perder a sus más fieles y directos colaboradores. Los mismos que han estado siempre a su lado, durante estos cinco años, en los momentos buenos y, sobre todo, en los malos. Una vez más, el fin ha justificado todos los medios. Aunque puede que a Laporta le sirva para muy poco. Alargar la agonía es el peor de los suicidios.

FC Barcelona: Dimisión en masa y Laporta sigue



El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha anunciado que dado el ambiente que vive el barcelonismo ha decidido consultar a la asamblea de compromisarios con carácter vinculante su continuidad al frente del club, después de que ocho de sus directivos dimitieran esta tarde, tras la reunión extraordinaria para analizar los resultados de la moción de censura que se celebró el domingo, que tuvo un apoyo muy ammplio pero insuficiente para progresar (60'6%). Posteriormente, Laporta ha matizado que la consulta, que está prevista para septiembre, sólo se referiría a su cargo para no perjudicar a sus compañeros de junta y dado el alto grado de personalización que se ha producido en los últimos días.

Los dimisionarios

Los dimisionarios son los vicepresidentes Albert Vicens, Ferran Soriano y Marc Ingla, además de los directivos Josep Lluis Vilaseca, Evarist Murtra, Xavier Cambra, Claudia Vives-Fierro y Toni Rovira. El presidente ha matizado que en un "tiempo prudencial" se provisionarán las vacantes producidas hoy aunque ya ha informado de que en la reunión se ha nombrado a Josep Cubell, nuevo secretario de la junta; mientras que Joan Boix, que ocupa el cargo de tesorero, estará atento al área económica y ha anunciado la creación de un nuevo puesto, la de director de fútbol para apoyar el trabajo del secretario técnico, Txiki Begiristain, mientras que Rafael Yuste será el encargado de informar a la directiva de los progresos en este área. Laporta ha agradecido a los dimisionarios "todo lo que han hecho por el FC Barcelona" y ha calificado de "gran placer" haber trabajado con ellos estos años. Asimismo, el presidente ha destacado que se ha realizado "un gran esfuerzo para mantener la cohesión de la junta", aunque finalmente no ha sido posible "por diferencia de criterios por cómo debíamos de continuar después del voto de censura". Mayor estabilidad

Después de mostrar un "gran respeto" por los directivos que han dejado la junta, Laporta ha justificado su continuidad "por coherencia", porque hace falta mantener "la mayor estabilidad posible en un momento crucial de la temporada", y para devolver "la calma institucional para mantener la planificación prevista". Ha reiterado que los directivos y él mismo han decidido continuar al frente de la entidad por "sentido de la responsabilidad" y ha reiterado que lo que daba más estabilidad al club es que él se quedara al frente de la entidad junto con diez directivos. "La otra posibilidad -planteada por los directivos dimisionarios- no es que se quedaban los 17 directivos menos el presidente. De la otra manera, no me iba yo y se quedaban todos", ha reiterado Laporta, quien ha desvelado que los directivos que han dimitido habían pedido que el presidente presentara su renuncia. La decisión de la asamble "sólo me afecta a mí"

La decisión de que sea la asamblea general de compromisarios la que decida sobre el futuro de Laporta se ha tomado porque "es el órgano supremo de la entidad que tiene que marcarnos la línea a seguir". "Esta decisión sólo me afectaría a mí, no al resto de la junta. Creo que se ha personalizado mucho en mi persona y para no perjudicar a mis compañeros de junta, tengo que someter mi cargo a la asamblea", ha insistido. En cuanto a la fecha en la que se celebrará la asamblea, Laporta explicó que no será en agosto, una decisión que la ha justificado en la cantidad de compromisos que tiene que afrontar la entidad. Laporta confía en invertir ese punto de crispación que ha creado en el seno del barcelonismo y se ve con fuerzas de recuperar "la estimación que los socios" le tenían en el pasado. "Haré todo lo preciso para conseguirlo", ha dicho. Ha querido desvincular las dimisiones que se han producido hoy con las que se produjeron al principio de su mandato, con las renuncias de Sandro Rosell y de sus directivos próximos, además de la de Alejandro Echevarría. "Son circunstancias totalmente diferentes. En un momento fueron por una crisis de crecimiento, ahora es una situación por unos resultados adversos de la masa social. No voy a valorar esta cuestión, porque hay que mirar hacia adelante", ha insistido. Jordi Badia dejará de ser director de comunicación

También ha explicado que se producirá "un cambio en el área de comunicación" y ha anunciado el relevo del hasta ahora director de comunicación, Jordi Badia. "Es una decisión que debíamos tomar y la hemos adoptado. Jordi Badia ha hecho un gran trabajo y entramos en una nueva etapa", ha dicho Laporta, quien cree que hay que darle "un nuevo impulso" al área de comunicación. Se refirió Laporta a la posibilidad de un eventual recibimiento contrario de los aficionados en el Camp Nou y al respecto ha dicho que su principal ocupación es gestionar la entidad. "Que se cumpla cuanto antes la calma institucional, porque los socios del Barça deben pensar que someter al club a una situación de inestabilidad no es lo que quieren. Además, el lunes que viene empieza la temporada", ha recordado. "Si hay que avalar se avalará"

En cuanto a la posibilidad de que la junta de Laporta tenga que avalar, en función de una resolución judicial, el presidente del Barça no mostró ningún tipo de preocupación. "Si hay que avalar, se avala. Está claro. Pero el procedimiento judicial esta pendiente y nos podemos acoger a los recursos que la ley determina", ha insistido. Laporta ha comparecido ante los medios de comunicación, tras una reunión de junta que ha durado unas seis horas y media, junto a los dos vicepresidentes que le quedan, Jaume Ferrer y Alfonso Godall, mientras que los ocho restantes se han sentado frente a él en la sala de prensa del Camp Nou. A pesar de la magnitud de las dimisiones, la junta que podrá continuar con su legislatura, ya que para haber provocado que la directiva hubiese dado paso a una junta gestora, hubiese sido necesario que hubiesen dimitido trece miembros. Ahora mismo, Laporta se encuentra al frente de la directiva junto a nueve miembros más. De esta forma, el presidente del Barça deberá completar su consejo directivo con cuatro integrantes para llegar a los 14 mínimos que exigen los estatutos del club para que la entidad sea gobernable. Los nuevos directivos deberán ser refrendados en la próxima asamblea de compromisarios. La mayor desbandada

La desbandada de directivos tras la reunión de hoy es la más numerosa que se recuerda en el Barcelona, por el hecho de haberse producido en el mismo día. De hecho la junta de Laporta ya había perdido en los anteriores años a seis directivos, cinco de los cuales Jordi Monés, Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, Jordi Moix y Xavier Faus lo hicieron al finalizar la temporada 2004-05, mientras que Alejandro Echevarría lo hizo al año siguiente. Después de llevarse a cabo este nutrida dimisión, en la que había tres vicepresidentes (Vicens, Ingla y Soriano), el vicepresidente primero, Albert Vicens, ha leído un comunicado conjunto, tras el que no ha acepto preguntas de los informadores, en el que ha deseado suerte a sus compañeros. "Anunciamos que hemos renunciado a nuestros cargos en la junta del Barça. Los motivos que nos han llevado a tomar esta decisión son por discrepar de la manera de actuar a partir de la votación tras los resultados en el referendo", ha leído el veterano directivo, ex miembro de 'El Elefante Azul' con Joan Laporta y Albert Perrín, un movimiento opositor que creció al final de la legislatura de Josep Lluís Núñez. "Para nosotros el resultado del domingo expresaba un descontento mayoritario a esta junta directiva y debido que la moción no había prosperado aconsejaba a realizar un cambio sustancial e inaplazable. Esta posición no es compartida por el presidente ni el grupo de directivos, que han decidido continuar en el gobierno del club. Nuestra propuesta ofrecía estabilidad y paz social de forma inmediata a corto y medio plazo", añadió Vicens. Mientras Vicens leía el comunicado conjunto, sus siete compañeros que le han acompañado en la renuncia, estaban sentados junto a él en la sala de prensa del Camp Nou. Ninguno de ellos tampoco ha querido realizar ninguna declaración y ya poco les queda en el club, ya que deberán recoger sus pertenencias en las oficinas del club. Finalmente, el vicepresidente primero ha dicho: "Respetamos la decisión del presidente y los compañeros de junta que seguirán a su lado. La respetamos y deseamos que tengan éxito y acierto en su labor. Los socios del FC Barcelona han de estar convencidos que el club está en una situación deportiva, económica y social óptima". "Pedimos al barcelonismo que por encima de criterios divergentes contribuya a la estabilidad y a la calma para la gobernación del Barcelona", concluyó. Los ocho directivos, de los cuales se descolgó a última hora Jaume Ferrer, quien apostó por la continuidad de Laporta, se han mantenido inflexibles hasta el final, después de apostar por la dimisión de Laporta y que Vicens tomase las riendas del club hasta el final de la legislatura, en el 2010. Sin embargo, Laporta propuso una medida intermedia que no ha satisfecho a los dimitidos, como era llegar a la asamblea de compromisario (sin fecha prevista aún) y poner su cargo a disposición de los socios.

dimarts, de juliol 08, 2008

La moción en clave de humor


Sí hay para tanto: 23.870 socios


Sí hay para tanto: 23.870 socios
Santi Nolla - Director Mundo Deportivo

Santi Nolla, barcelonés,empezó su carrera profesional en Mundo Deportivo y posteriormente pasó a El Periódico de Catalunya en el que ascendió hasta subdirector antes de que el Grupo Godó le confiara la dirección, modernización y relanzamiento del decano de la prensa deportiva española. Tomó posesión del cargo el 3 de marzo de 1991 y llevó a cabo el rediseño del diario para afrontar la cita olímpica del 92. En 2006 encabezó los diversos actos de conmemoración del Centenario del diario, durante el cual Mundo Deportivo recibió el reconocimiento nacional e internacional. Es autor de la obra 'Gloria Olímpica', junto a Josep Maria Artells y del libro 'Cruyff', de la colección histórica sobre el Centenario del FC Barelona. Es profesor de "Organización de empresas periodísticas" en la Universidad Ramon Llull de Barcelona y articulista sobre medios y deporte en general en diversos medios de comunicación. Ha sido distinguido con la Orden Olímpica por el Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI) en la sesión celebrada en 2001 en Lausana. Santi Nolla es el periodista más joven que ha recibido dicho galardón, que se otorga como reconocimiento a una trayectoria profesional de apoyo y sensibilidad a los valores del Olimpismo.
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El presidente Joan Laporta declaró ayer a RAC105 que la votación le había parecido una "dulce derrota" y que, cuando se le cuestiona o se le pide la dimisión, "no hay para tanto". Sí hay para tanto. Exactamente hay 23.870 socios, un 60,6% de razones para un presidente que fue elegido con 27.138 votos en 2003. En aquella ocasión nadie se acordó de los más de 65.000 que no le votaron.
Un directivo comentó ayer a este diario que no se podía seguir con más de un 60% de los socios en contra. Pero el presidente y su núcleo duro están bunquerizados, con la única obsesión de seguir en el cargo, mientras la mayoría de encuestas, foros, medios y analistas dejan claro que la mejor manera de frenar una etapa de difícil gobierno es su marcha.
En la Junta del Barça hay gente que trabaja mucho y tiene poca recompensa mediática y otra que lo hace menos con más cuota, pero este jueves (ayer se aplazó dos días la habitual reunión de la Directiva) van a tener la oportunidad de marcar su territorio. La repetida idea de que lo que se busca es dividir a la Junta ya no cuela.
Algunos directivos ven que primero se dijo que Giralt no conseguiría las firmas. Y las obtuvo. Que la mayoría eran falsas. Y se validaron un 97%. Que detrás había una conspiración. Y casi no tuvo interventores para cada una de las mesas. Antes de la votación dijeron que ganarían "con comodidad". El mismo día de la votación mantenían que los resultados irían muy justos. Al final, un 60,6% frente a un 37,7% y la sensación, en la gente sensata, de que la mayoría de los socios les han dado la espalda y muchos se han visto arrastrados por el 'Tsunami' Laporta. El peso del presidente ha sido tan fuerte que se ha llevado con él a los miembros de la Junta.
El jueves puede plantearse en la Junta un pulso interesante entre los partidarios de escuchar el mensaje de los socios y los que quieren mantener la poltrona. Aquí no está en juego la unidad de la Junta, estáen juego el Barça y su futuro inmediato y algo más importante: cual es la reacción de los representantes de los socios cuando la mayoría de estos se muestran contrarios a que el presidente siga. En la Directiva van a plantear a Laporta la dimisión, en diferentes escenarios. Todos aún están a tiempo de mantener un papel digno en este final. Hoy pueden elegir sus opciones. A lo mejor, más tarde, ya no podrán

Laporta: "No tengo intención de dimitir"


Laporta: "No tengo intención de dimitir"

"Estamos legitimados para continuar", argumenta Laporta
Las bajas que se esperan en el consejo serán cubiertas en breve con personas cercanas al presidente


Joan Laporta avanza, a su llegada de Suiza, que "no tengo intención de dimitir. Estamos legitimados para continuar".
El presidente del Barcelona aseguró que ahora tienen que ser "coherentes, responsables y recuperar la paz del club". "Tenemos margen de confianza porque hemos superado la moción de censura", afirmó Laporta.
El máximo mandatario azulgrana aseguró sentirse con la "ilusión y las energías renovadas" para seguir dirigiendo el club y no se pronunció ante la posibilidad de que algunos directivos estén dispuestos a presentar su dimisión y forzar la marcha del presidente. "Tengo que comentarlo con las personas que puedan estar ahora en un momento que a lo mejor piensen en tomar alguna decisión, pero yo no lo sé, vengo de Ginebra", dijo Laporta.
En este sentido, pese a los rumores que apuntaban que Joan Laporta podría verse obligado a dimitir debido a la presión de algunos directivos, las últimas informaciones apuntan que la junta directiva del FC Barcelona tiene previsto cubrir a corto plazo las dimisiones que prevé que se puedan producir en la reunión del consejo directivo del jueves, en el que el presidente de la entidad, Joan Laporta, espera salir reforzado con el equipo que decida continuar la legislatura.
De esta forma, Laporta parece no contemplar ningún escenario diferente al de seguir en el cargo y afrontar los dos últimos años de mandato que aún le restan en su segunda legislatura. Así, en la junta directiva del jueves, una de las más trascendentes del mandato de Laporta, además del intenso debate interno se espera como mínimo dos o tres dimisiones de directivos que ya han anunciado en privado que no desean continuar con el marco que se ha generado en el club, tras los resultados de la moción de censura.
Estas bajas que se esperan en el consejo serán cubiertas en breve con personas cercanas al presidente para respaldarlo aún más en el difícil camino que se iniciará para Laporta, ya que cuenta con una respuesta en su contra en las urnas, después de que el 60'6% de los socios votasen contra él en el referendo del domingo.

dilluns, de juliol 07, 2008

Laporta, al borde del KO, y el Barça, ingobernable


Laporta, al borde del KO, y el Barça, ingobernable

Un Barça dividido y prácticamente ingobernable es lo que dirigirá a partir de hoy Joan Laporta, que ayer fue sometido a un espectacular castigo en la moción de censura. El 60% de los votantes suscribieron la tesis planteada por el socio Oriol Giralt, que reclamaba el cese inmediato de la directiva del club y la convocatoria de elecciones, frente al 37% que abogó por la continuidad del presidente azulgrana y su junta. El porcentaje no alcanzó el 66,6% de votos afirmativos necesarios para que prosperara la moción, y la iniciativa, por tanto, no fructificó.

Laporta y sus directivos se aferraban ayer al exiguo margen favorable que tenían para continuar al frente de la entidad hasta el 2010. Pero en el palco del Camp Nou, en consonancia con la división que reflejó el resultado de las urnas, se inició un debate interno entre los partidarios de agotar el mandato y quienes consideraban que el resultado de la votación era algo más que un aviso. Antes, sin embargo, hubo aplausos y abrazos tras conocer que se habían librado de la destitución popular.OTRA MOCIÓN PERDIDA

Pero el dictamen de la consulta fue una bofetada que nadie esperaba en la junta, aunque ya se empezó a intuir cuando se conoció el primer sondeo, de TV-3 y Catalunya Ràdio, que daba un 59% favorable a la moción y un 38,4% partidario de la continuidad de Laporta. Un resultado inverso a la moción que el ahora presidente entabló contra Josep Lluís Núñez en 1998. En aquella ocasión, el anterior mandatario venció el plebiscito por el 61,5% de los votos.

El resultado definitivo se conoció pasadas las 12 de la noche, tres horas después del cierre de las urnas. Y el resultado indicó que Laporta, el presidente más votado de la historia (2003) y reelegido sin pasar por las urnas (2006) tras sumar dos Ligas y una Champions, pierde a chorros su popularidad, hasta el punto que más de la mitad de la hinchada se manifestó en contra de su gestión. Una situación que se alargará hasta que comience la próxima temporada, cuando el primer equipo dispute sus primeros partidos. Los primeros pasos los dará el próximo lunes con el inicio de los entrenamientos.PANORAMA DESOLADOR

Giralt y Laporta se felicitaron por la gran participación (39.389 socios, apenas un 33,23% del censo) y las actividades programadas en el Camp Nou. Fue una jornada más lúdica que festiva, en tanto que se votaba el cese del presidente actual del Barça. Anoche, una vez se vació el estadio, quedó un panorama desolador por la evidente fractura que arrojó la votación.

El club se enfrenta ahora un delicado y oscuro periodo que estará presidido por una hinchada desmembrada y partida en dos fragmentos. Sometido, además, al dictamen de los resultados del primer equipo, que pueden precipitar en septiembre o retrasar hasta final del curso, noches de protestas y pañoladas. Guardiola y su plantilla son ahora el salvavidas de Laporta. Enormemente satisfecho por la victoria, Giralt no quiso pedir la renuncia del presidente pese a los designios que manifestó la masa social. Solo le invitó a reflexionar. Pero dijo que, ante la derrota de la consulta, dimitiría. Justo lo que reclamaba hace 10 años Laporta a Núñez, que disfrutó de un baño de masas rodeado de acólitos y nostálgicos del pasado.NO EXISTE FRACTURA

Aunque el promotor de la consulta afirmó que no existe una fractura social, falta por ver cuál será la reacción de la afición en las próximas semanas. Y cuál será la de Sandro Rosell y sus colaboradores tras postularse ya como candidatos a las elecciones. De momento, se celebrarán como estaba previsto. En el 2010, sin que nadie tenga la certeza de que deban adelantarse.

Laporta felicitó a todos los socios e insistió en que la salud democrática del Barça había quedado reforzada. Pese a que su situación es débil, con más de la mitad de la masa social en contra. Laporta expresó su propósito de enmienda en los dos años de mandato que le quedan. Si los puede cumplir agarrándose a los triunfos del equipo de Guardiola.

El socio da la espalda a Laporta


El socio da la espalda a Laporta

El socio condenó el comportamiento de Laporta y la inoperancia de la junta. El socio expresó con dureza su pérdida de confianza en el líder y en su proyecto. Laporta ha pasado de un triunfo electoral sin discusión en 2003 a una derrota sin paliativos. En sus cinco años de mandato ha dilapidado el capital social, afectivo y cívico del Barça y ha conquistado el dudoso honor de ser el primer presidente rechazado con una unanimidad sin precedentes. Lo tuvo todo en sus manos. Y sobre todo, tuvo la oportunidad de alcanzar la deseada unidad del barcelonismo. Al contrario, gobernó para unos pocos y nunca quiso entender las diferentes sensibilidades que rodean la entidad. Ha acabado por bunkerizarse con los suyos. Los resultados deben abrir un periodo de reflexión. El socio le da la espalda


Laporta, más frágil

Un 60,6% de socios del Barça castigó al presidente, pero la moción no prosperó
Laporta fue derrotado por la mayoría de los socios y mantenido por los Estatutos
El presidente dice que seguirán, pero se abre un periodo de gobierno difícil

El 60,6% de la masa social del FC Barcelona votó ayer 'Laporta, no', apoyando mayoritariamente la moción de censura contra el actual presidente del FC Barcelona y su Junta Directiva. Con una participación tan alta como inesperada (39.389 votos) en un domingo de julio, los socios del Barça dejaron muy claro lo que querían. Con los estatutos en la mano, sin embargo, no se consiguió el 66,6% preceptivo para la dimisión de los dirigentes y la convocatoria de elecciones. Pero en la votación real, la que implicaba un sí o un no a Laporta, el presidente del FC Barcelona salió derrotado por los socios y mantenido por los estatutos.
Con los resultados de ayer va a ser muy difícil gobernar el club. Los dos años que quedan de mandato pueden ser un auténtico polvorín para un club que necesita encarar el futuro de otra manera, como así reflejaron ayer las votaciones de los socios barcelonistas.
UN GOLPE DURO
La legitimación oficial debe respetarse. Si no se ha conseguido el 66,6%, el presidente y su Junta están en su derecho de quedarse al frente del club los dos próximos años. El juicio moral pertenece al ámbito personal de la dignidad de cada persona. La convocatoria de elecciones después de los resultados hubiera sido, sin embargo, una opción también aceptada por la masa social, aunque faltaran apenas seis puntos para lograrlo estatutariamente.
Pero esa debe ser una una convocatoria no forzada, elegida libremente por los directivos de una Junta que debe mirar por el futuro del Barça. Y ayer quedó claro que no pasará. Los directivos se abrazaron alborozados al no obtener la moción el 66,6%. Pero lo de ayer fue algo más que un aviso, bastante más que un aviso. Fue un golpe duro para Laporta.
El presidente llegó a decir en 1998 que si los partidarios de la moción vencían con un 40% de los votos "Núñez debería dimitir por dignidad democrática". Aplicando parecido criterio no habría duda qué es lo que tendría que hacer el actual presidente y esta Junta.
Ayer fue diferente. Joan Laporta dijo que seguirán por coherencia y sentido de la responsabilidad y que entendieron el resultado como un voto de castigo, lo leerán y harán las correcciones que hagan falta para devolver la calma institucional. No hubieron datos más concretos. Fueron buenas palabras. Pero ahora faltan los hechos, porque en los dos últimos años han habido muchas buenas palabras, pero pocos hechos contundentes. El discurso de Laporta, correcto y digno, salvo la referencia a los 80.000 que no fueron a votar, no indicó que realmente se vaya a producir un cambio. Fue correcto, pero poco convincente.
Por su parte, Oriol Giralt, impulsor de la moción fue elegante en su exposición, diciendo que no pedirá la dimisión de Laporta, pero que él en su situación hubiera dimitido. Agradeció al club la fiesta que montó y se mostró dialogante.
NÚÑEZ PIDE CAMBIO
En la jornada de ayer también destacaron otros gestos. Por ejemplo que el presidente Laporta acompañara a votar a Johan Cruyff y fueran abucheados por un sector de socios. Asimismo que Josep Lluís Núñez, el ex presidente, fuera aclamado y volviera a hablar después de un silencio de prácticamente ocho años para decir emocionado que el Barça necesitaba un cambio y pedir responsabilidades por el descenso del patrimonio neto.
Al final quedó una participación excelente en una gran jornada de barcelonismo, empañada con el retraso incomprensible en dar los resultados, con un presidente más frágil, un club más difícil de gobernar y la duda de que, superada la moción estatutaria, la gente que dirige el club tenga verdadera intención de aplicar un nuevo gobierno, trabajar para la unidad y no 'bunquerizarse'.
La celebración de los directivos ayer mismo en el palco del Camp Nou, sin embargo, indicó poca esperanza de cambio de cara al futuro y poco respeto a los socios que expresaron su rechazo de forma mayoritaria. Ayer, para la Junta, no tocaba la euforia.
Las palabras de Laporta fueron de una gran corrección institucional, pero no aportaron datos para pensar que la lectura que se hará de los resultados va a aportar un cambio.