Penya Barcelonista de Lisboa

divendres, de juliol 11, 2008

UNA DIRECTIVA EN PELOTAS


UNA DIRECTIVA EN PELOTAS

De cualquier abogado cabe esperar casi todo, así que no debería chocar a nadie que Laporta se acoja unas veces a la letra pero otras al espíritu, según le convenga, ni que reclame como propios incluso los votos de quienes no votaron. ¿Acaso no se contabilizaron otras veces las papeletas de socios fallecidos y enterrados? O que ponga su cargo a disposición de unos compromisarios que estatutariamente no pueden cesarle. Por tanto, que nadie se sorprenda en exceso: todo vale en la lucha por el poder.

En este nuevo vodevil hay coincidencia en que el Barça sale malherido. No estoy muy seguro de eso por más que hayan dimitido el que fichaba y el que pagaba. Es difícil herir al Barça. Lo que sale tocado de muerte es el mito de la ética y la superioridad moral del Barça. Eso sí está hecho unos zorros. Al fin y al cabo, todo es una simple lucha de egos y codicias entre ricos y poderosos, césares y brutos. La pelea por el sillón de mando y sus beneficios colaterales. Nada que no pase en todas partes. Y así hemos llegado al cabo de la calle: el Barça es como el resto de los clubs, como los demás mortales. Acabáramos.

Se desmorona el mito de los semidioses barcelonistas. ¿Dónde quedan hoy las banderas de la solidaridad, el RH azulgrana, el mito identitario, la supremacía ética y moral? ¿Quién enarbola hoy esas banderas en este mar de mediocridad demagógica, populismo exaltado y ambiciones desatadas en que se mueven los directivos? No es malo que desaparezca tanta grandilocuencia, uno de los cánceres del club, y afloren las bajas pasiones de quienes ansían el poder para servirse de él durante los mejores años de sus vidas. El Barça regresa al mundo real tras volar demasiado tiempo por el limbo del més que un club, ese mito ancestral que más parece una maldición. Al fin, estos dirigentes solo han sido seres humanos: codiciosos unos, traicioneros otros, demagogos todos; hambrientos de poder, privilegios y reconocimiento social.

Está bien que así sea, pues nos vamos conociendo todos. Decía Warren Buffett el otro día que "solo te enteras de quién ha estado nadando desnudo cuando baja la marea". Exacto. En Can Barça ha bajado la marea y desde Laporta al último de sus mariachis, de César a Bruto, de los que porfían por seguir a los que han dado el portazo, todos se han quedado en pelotas.