Penya Barcelonista de Lisboa

divendres, de juliol 11, 2008

Agarrado a un clavo ardiendo



AGARRADO A UN CLAVO ARDIENDO

Los directivos de más peso de la Junta del FC Barcelona dimitieron ayer, dejando al presidente Joan Laporta cogido a un clavo ardiendo. El vicepresidente primero, el responsable de la parte económica y el de la parte deportiva abandonaron ayer, junto a cinco más. En total ocho directivos. Se fueron más vicepresidentes (3) de los que se quedaron (2). De los directivos con los que Laporta empezó la aventura en 2003 sólo quedan cuatro (Godall, Ferrer, Castro y Cubells).
Ayer sólo había que decidir dos cosas: 1) Dimitía Laporta y se quedaba una parte de la Junta hasta la asamblea para convocar elecciones 2) Laporta se quedaba y dimitían ocho directivos. Estos leyeron el resultado de la moción como una indicación de los socios para marcharse. Los que se quedaron piensan que si ocho días son un año, también puede interpretarse que la moción se ha ganado.
Laporta salió después con un discurso con contradicciones de fondo. No es posible que un día antes de la moción pidiera perdón a sus compañeros de Junta por el daño que podía haberles hecho y que cuando éstos le pidan un sacrificio les diga que no. No puede ser que confíe en la decisión de los 1.600 socios que van a una asamblea y no haga caso de los 24.000 que han votado en contra. El paso que dio ayer no da más calma al club. No es posible dejar la asamblea para septiembre porque sí. El Barça no es el cortijo de nadie.
GANAR TIEMPO
El presidente ha ganado tiempo porque quiere seguir como sea. Tiene a 24.000 socios y a ocho directivos en contra y va a someter su cargo a la decisión de una Asamblea que hoy es para él un órgano soberano y cuando estaba en la oposición no servía para nada.
El club ahora estará en manos más que nunca del equipo. El presidente hoy es Guardiola, porque Laporta cree que puede salvar el mal trago si los resultados acompañan y el equipo engancha. Pero se equivoca. Laporta piensa que a partir de ahora todo puede ir a mejor, por lo que irse ahora, sin lavar su imagen ni salir por la puerta grande, no le interesa.
Lo que le interesa al Barça,sin embargo,es que sus representantes hagan lo que diga la mayoría de los socios. Para eso fueron elegidos en su día. Laporta debe irse. ¿Por qué tanta insistencia en quedarse agarrado a un clavo ardiendo?