Penya Barcelonista de Lisboa

dijous, de maig 01, 2008

EDITORIAL: El Barça nos debe una explicación.(El Periódico)


EDITORIAL: El Barça nos debe una explicación

La dolorosa derrota del Barça el martes en Old Trafford, que ha supuesto la eliminación del equipo azulgrana de la Champions, marca un final de ciclo en la historia del club. En eso han coincidido, con rara unanimidad, toda la prensa deportiva catalana y no catalana, la generalista y los aficionados. El presidente de la entidad, Joan Laporta, se enfrenta ahora a la necesidad urgente de levantar un segundo proyecto, porque el actual se ha agotado tras largos meses de señales de envejecimiento precoz. El Barça dio la cara en Manchester, estuvo cerca de la hazaña, perdió con honor... pero al final fracasó. Y a la eliminación de la máxima competición europea se une el batacazo --este sí, estrepitoso-- en la Liga española, donde el equipo se encuentra muy lejos del Real Madrid, su eterno rival, que está a punto de proclamarse campeón.Pese a ser una conducta habitual en el fútbol, no conviene tomar decisiones en caliente. Pero ya hace meses que muchos habíamos advertido de que en la plantilla del Barcelona se daban todos los signos de la descomposición. La directiva deberá acometer ahora determinaciones drásticas que tal vez se hubiera ahorrado en caso de haber afrontado con decisión los problemas internos relacionados con la conducta de unos profesionales que en muchos casos no se han comportado como tales. Ni los técnicos ni los directivos han sido capaces de devolver el orden a un vestuario plagado de estrellas en el que el espíritu de grupo se ha evaporado y del que no han cesado de salir noticias y rumores sobre correrías nocturnas, falsas lesiones y poco respeto por los entrenamientos.La directiva está ahora obligada a una autocrítica pública. Si el club quiere volver al tan cacareado por Laporta "círculo virtuoso" deberá empezar por devolver la ilusión. Y eso no se hace con la habitual práctica de filtrar a la prensa nombres de astros que tal vez acaben jugando en el Camp Nou o tirando balones fuera, como ayer hizo Txiki Begiristain. Lo que se impone es devolver al club un espíritu ético que ha faltado en los últimos meses, tal vez por la desidia o la falta de coraje de quienes llevan el timón de la entidad. Se puede perder un partido como el del miércoles, se puede ser segundo o tercero en la Liga, pero lo que difícilmente van a tolerar los socios y aficionados azulgranas es que los intereses de las superestrellas se impongan a los del club que les paga. Por eso se impone una profunda reflexión cuyas conclusiones esperamos.