Penya Barcelonista de Lisboa

dilluns, de juny 07, 2010

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Elecciones del Barça: lo que está en juego
Frenar la ampliación del Camp Nou y la entrada de nuevos socios y ser transparente, elementos clave
Carles Tusquets
Extesorero del FC Barcelona (1979-1989)

Todos los aspirantes a presidir el FC Barcelona coinciden en no cuestionar el modelo deportivo. De manera que las controversias deberán dirimirse en otros ámbitos. Yo votaré a quien mejor afronte estos temas.

ESTADIO. El Camp Nou necesita una modernización que aporte comodidad, más que una ampliación. ¿Cuándo se ha llenado? Como mucho, un par de veces en el mandato del actual presidente. Por lo tanto, ¿se justifica una obra faraónica y costosísima, imposible de rentabilizar? Necesitamos más espacio para el socio o abonado, ascensores, nueva actividad comercial y de restauración; en definitiva, más y mejor servicio para el socio. Eso sí es prioritario, y mucho menos costoso que ampliar la capacidad.

ABONOS. El overbooking de socios promovido por la actual presidencia solo puede desembocar en un problema entre socios antiguos, con abono, y nuevos que desean fervientemente sustituirlos. Hay que frenar la entrada de nuevos socios racionándola y aceptando, eso sí, a descendientes de los socios actuales. Asimismo, hay que reconducir a aquellos nuevos que no tienen intención de obtener un abono hacia otra categoría ¿por ejemplo, miembros colaboradores¿, sin los derechos patrimoniales, económicos y políticos (voto) del socio de pleno derecho.

Pocos saben que un socio/abonado actual no tiene garantizado el uso o propiedad de su asiento a futuro. Ni siquiera el cambio por una ubicación peor en el estadio, ya que los estatutos no impiden que la junta pueda quitarle su asiento y, si quiere, dárselo a otro socio. El presidente que garantice que eso no pasará, y que acabe con la espada de Damocles del acceso indiscriminado de nuevos socios, tendrá mi voto.

TRANSPARENCIA. La Comisión Económico-estatutaria (CE) debe ser el auténtico órgano de control del patrimonio del club y de la gestión económica de la junta. Es sorprendente que ningún órgano diga nada cuando se incumplen de forma flagrante promesas electorales. La junta saliente prometió no subir los carnets, y el primer año el incremento de los abonos fue del 40%. Aseguró que unos fondos de inversión aportarían financiación y que no se acudiría a La Caixa, y el primer año llamó a esta entidad para que organizase el crédito sindicado. Negó que fuera a venderse un palmo de patrimonio del club, y vendió Can Rigalt y parte de los terrenos de Sant Joan Despí y ha puesto en marcha la operación del Miniestadi.

Aunque estoy de acuerdo con alguna de las decisiones finalmente adoptadas, no es de recibo que para comprar votos se vendan promesas que se sabe de antemano que se van a incumplir. Y menos aceptable es que ningún órgano de control ¿la CE o el síndic del soci¿ diga nada al respecto. La CE debería modificar su estatus actual de acuerdo con estos criterios:

¿Sus miembros deberían ser personas de reconocida independencia respecto de la junta y una trayectoria profesional contrastada en el sector financiero o empresarial. Y se debería impedir que pudieran pasar a ser directivos hasta transcurridos al menos dos años de su salida de la CE.

¿La CE debería tener acceso a la contabilidad del club y a cualquier documento o contrato que requiriera, para poder denunciar lo que considere perjudicial para la buena marcha de la entidad o una transacción efectuada en condiciones anormales de precio o de mercado.

¿Cualquier venta o compra patrimonial que implique una modificación de más de un 10% del patrimonio actual real (no contable) debería tener la aprobación previa de la CE.

¿La CE haría propuestas de mejora susceptibles de ser presentadas a los compromisarios. Y, además, supervisaría y daría públicamente su opinión acerca del cumplimiento o no de las promesas electorales en el ámbito económico y patrimonial.

Necesitamos un órgano de control independiente, como sucede en el ámbito empresarial, asociativo o político. No podemos seguir con el actual, meramente consultivo y sin poder. Ni podemos permitir ejercicios de travestismo como el vivido hace poco, cuando el presidente de la comisión pasó, de un día para otro, de supervisor a supervisado, es decir, miembro de la junta. ¡Bochornoso!

Así pues, ¿quién no tendrá mi voto? Lo que más preocupa o debería preocupar al socio es lo que he citado: el futuro del Camp Nou, qué puede pasar con los abonos por el exceso de socios y cómo controlar el patrimonio y la transparencia del club. No veo que la junta actual haya hecho ningún esfuerzo para reconducir estos temas. Al contrario, aún hoy escucho al presidenciable continuista aspirar a superar los 200.000 socios. Un gran disparate que agravaría aún más los problemas que he expuesto.

Hay otra candidatura que está formada por algún miembro actual de la junta y por exdirectivos que fueron, en gran medida, impulsores de los problemas que denuncio (el proyecto de Norman Foster, overbooking de socios y apuesta por Bet-andwin en lugar de Unicef). Tampoco puedo darle mi apoyo porque no veo propósito de enmienda.

Espero que el debate sobre estos temas sea suficientemente clarificador. A ver quién rectifica y tiene la valentía de reparar errores. Y, por favor, que nadie vuelva a votar por promesas sin sentido.