Enfrentamiento de caracteres
Enfrentamiento de caracteres
El Barça del toque busca la tercera victoria a domicilio frente a un Athletic intenso
El Barça del toque busca la tercera victoria a domicilio frente a un Athletic intenso
Tan iguales, tan distintos. Los dos equipos con mayor representación de jugadores de producción propia dirimen un clásico que nunca ha faltado en el calendario de la Liga desde que la competición fue creada en 1928. Lezama contra La Masia, Athletic contra Barça en la catedral, un enfrentamiento de caracteres, un choque de identidades perfectamente definidas y forjadas a lo largo de la historia por la pasión por el fútbol. El juego primigenio, pasional, de reminiscencias británicas del Athletic pondrá a prueba el talento de un Barça que busca la tercera victoria consecutiva a domicilio en un escenario insuperable, un estadio siempre enardecido y dispuesto a alentar a los suyos. "Los gritos se oyen mucho, es muy bonito. En San Mamés parece que todo ocurra dos veces y por eso es tan especial", dice Josep Guardiola.
Messi nunca ha conseguido marcar en sus tres visitas a la catedral. Hoy tampoco lo hará. El crack azulgrana, que ayer empezó a realizar carrera continua, progresa en la recuperación de su lesión de tobillo hasta el punto de que podría llegar a figurar en la convocatoria del partido de Champions del próximo miércoles en Kazán. Para Bilbao, Pep ha convocado a los 17 jugadores disponibles (sin Messi ni Abidal) más el filial Thiago Alcántara. El técnico sabe que para vencer el equipo tiene que aferrarse como nunca a su identidad, enfriar al rival a base de posesión, clase y autoridad. Si el Athletic consigue imponer su estilo físico y directo, al Barça le espera sufrimiento. Guardiola lo sabe: "Si el Athletic te domina en su estadio, poco tienes que hacer. Te ganan".
La pasada temporada los azulgrana no arrancaron más que un empate (1-1 con goles de Alves y Toquero, hoy ausente por lesión). Joaquín Caparrós aplaudió la entrega de sus jugadores y se jactó de haber forzado al Barça a cambiar su estilo. Efectivamente, el Athletic presionó muy arriba a la defensa azulgrana, obstruyendo la salida del balón, y obligó a Valdés a efectuar todos los lanzamientos en largo, con lo que proliferaron las pelotas divididas en el centro del campo y la fuerza del Athletic adquirió protagonismo. Seguramente, Pep tendrá en cuenta la experiencia y reforzará la transición desde la defensa retrasando la posición de Busquets y reforzando la medular con Mascherano o Keita. "Los jugadores del Athletic son jóvenes, van, tienen un fútbol muy directo, tienen a Llorente para mandarle balones, aunque también saben combinar. Tenemos que controlar todo eso a través del juego", argumentó el técnico azulgrana.
Joaquín Caparrós es consciente de que también el Athletic tiene que ser hoy más fiel que nunca a su esencia aunque eso implique riesgos. "No podemos cambiar nuestra forma de jugar. Hay que apretarles lo más posible arriba aunque luego el talento de estos jugadores (del Barça) hace que muchas veces parezcamos un péndulo viendo pasar el balón". El entrenador del Athletic ensalzó a Messi –"es una delicia verlo haciendo cosas increíbles y además transmite sencillez, respeta a todo el mundo y eso para la gente que amamos el fútbol es muy importante"–, al rival –"se tardarán muchos años en congregar tanta calidad y tanto talento en una plantilla"– y calificó a Alves como "el más pesado del mundo", a Iniesta como "talentoso" y a Villa como "matador".
El Barça no faltará a su cita de siempre en San Mamés. Sandro Rosell entregó ayer la insignia de oro a los 186 socios que cumplen 50 años en el club, entre los que figura Àngel Mur, el legendario masajista que tal día como ayer, festividad de la Mercè, hace 27 años, atendió a Maradona en el Camp Nou tras la salvaje entrada de Goikoetxea, uno de los episodios más desagradables de los duelos entre Barcelona y Athletic. Ambos históricos siguen apegados a su tradición; el vasco, con su arraigo incondicional al territorio y su fútbol primigenio; el catalán, intentando conquistar el mundo a través de la belleza.
Guardiola ignora a Mourinho
"No tengo nada que decir, nada que decir". Guardiola sigue sin caer en las constantes provocaciones de José Mourinho, que ayer acusó a los adversarios del Barça de regalar los partidos al club azulgrana jugando con suplentes. El técnico del Sporting, Manuel Preciado, se rió de las teorías del entrenador madridista después de completar un sólido partido en el Camp Nou el pasado miércoles con una alineación inhabitual. "A ver si acabo en la cárcel por hacer el equipo que a mí me da la gana", dijo entonces. Y ayer, al conocer las críticas de Mourinho, añadió: "Ante los escépticos no puedo hacer nada, pero hay que tener un poco más de respeto". De forma similar, Pep también dijo que todas las plantillas merecen "un respeto". Todo indica que Mourinho ha encontrado en las diatribas contra el Barça un sistema para apartar los focos del deficiente juego del Real Madrid y del descontento de su público.
Messi nunca ha conseguido marcar en sus tres visitas a la catedral. Hoy tampoco lo hará. El crack azulgrana, que ayer empezó a realizar carrera continua, progresa en la recuperación de su lesión de tobillo hasta el punto de que podría llegar a figurar en la convocatoria del partido de Champions del próximo miércoles en Kazán. Para Bilbao, Pep ha convocado a los 17 jugadores disponibles (sin Messi ni Abidal) más el filial Thiago Alcántara. El técnico sabe que para vencer el equipo tiene que aferrarse como nunca a su identidad, enfriar al rival a base de posesión, clase y autoridad. Si el Athletic consigue imponer su estilo físico y directo, al Barça le espera sufrimiento. Guardiola lo sabe: "Si el Athletic te domina en su estadio, poco tienes que hacer. Te ganan".
La pasada temporada los azulgrana no arrancaron más que un empate (1-1 con goles de Alves y Toquero, hoy ausente por lesión). Joaquín Caparrós aplaudió la entrega de sus jugadores y se jactó de haber forzado al Barça a cambiar su estilo. Efectivamente, el Athletic presionó muy arriba a la defensa azulgrana, obstruyendo la salida del balón, y obligó a Valdés a efectuar todos los lanzamientos en largo, con lo que proliferaron las pelotas divididas en el centro del campo y la fuerza del Athletic adquirió protagonismo. Seguramente, Pep tendrá en cuenta la experiencia y reforzará la transición desde la defensa retrasando la posición de Busquets y reforzando la medular con Mascherano o Keita. "Los jugadores del Athletic son jóvenes, van, tienen un fútbol muy directo, tienen a Llorente para mandarle balones, aunque también saben combinar. Tenemos que controlar todo eso a través del juego", argumentó el técnico azulgrana.
Joaquín Caparrós es consciente de que también el Athletic tiene que ser hoy más fiel que nunca a su esencia aunque eso implique riesgos. "No podemos cambiar nuestra forma de jugar. Hay que apretarles lo más posible arriba aunque luego el talento de estos jugadores (del Barça) hace que muchas veces parezcamos un péndulo viendo pasar el balón". El entrenador del Athletic ensalzó a Messi –"es una delicia verlo haciendo cosas increíbles y además transmite sencillez, respeta a todo el mundo y eso para la gente que amamos el fútbol es muy importante"–, al rival –"se tardarán muchos años en congregar tanta calidad y tanto talento en una plantilla"– y calificó a Alves como "el más pesado del mundo", a Iniesta como "talentoso" y a Villa como "matador".
El Barça no faltará a su cita de siempre en San Mamés. Sandro Rosell entregó ayer la insignia de oro a los 186 socios que cumplen 50 años en el club, entre los que figura Àngel Mur, el legendario masajista que tal día como ayer, festividad de la Mercè, hace 27 años, atendió a Maradona en el Camp Nou tras la salvaje entrada de Goikoetxea, uno de los episodios más desagradables de los duelos entre Barcelona y Athletic. Ambos históricos siguen apegados a su tradición; el vasco, con su arraigo incondicional al territorio y su fútbol primigenio; el catalán, intentando conquistar el mundo a través de la belleza.
Guardiola ignora a Mourinho
"No tengo nada que decir, nada que decir". Guardiola sigue sin caer en las constantes provocaciones de José Mourinho, que ayer acusó a los adversarios del Barça de regalar los partidos al club azulgrana jugando con suplentes. El técnico del Sporting, Manuel Preciado, se rió de las teorías del entrenador madridista después de completar un sólido partido en el Camp Nou el pasado miércoles con una alineación inhabitual. "A ver si acabo en la cárcel por hacer el equipo que a mí me da la gana", dijo entonces. Y ayer, al conocer las críticas de Mourinho, añadió: "Ante los escépticos no puedo hacer nada, pero hay que tener un poco más de respeto". De forma similar, Pep también dijo que todas las plantillas merecen "un respeto". Todo indica que Mourinho ha encontrado en las diatribas contra el Barça un sistema para apartar los focos del deficiente juego del Real Madrid y del descontento de su público.
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