"Este Barça es la evolución de una idea"
"Este Barça es la evolución de una idea"
RAMON BESA / LUIS MARTÍN
RAMON BESA / LUIS MARTÍN
El futbolista español que más veces ha sido internacional (126) es una institución en los dos clubes que se enfrentan hoy en San Mamés. Defendió la portería tanto del Athletic como del Barça, el equipo cuya filosofía futbolística impulsa ahora desde los despachos
Su figura infunde respeto, su discurso también, por pensado. Será porque fue portero, Andoni Zubizarreta, nacido en Vitoria en 1961 y criado en Aretxabaleta (Guipúzcoa), no ataca con ideas, sino que defiende conceptos con la misma naturalidad que se vistió de verde para honrar a Iríbar, su ídolo en el Athletic, y terminó jugando 17 temporadas en Primera División, (entre Athletic, Barça y Valencia) y 126 partidos con la selección española. Guardiola le recomendó para sustituir a Txiki Begiristain y le fichó Sandro Rosell. Él, que de niño solo quería ser portero en San Mamés, ejerce ahora de director deportivo del Barça, así que hoy (22.00, La Sexta) debería de tener el corazón partido en el partido ante el Athletic en La Catedral.
Pregunta. Con un año de contrato, ¿la suya es una autoridad moral antes que contractual?
Respuesta. Un amigo me dijo que en estos sitios se trabaja con la perspectiva de que se va a estar siempre siendo consciente de que mañana puedes estar fuera. La autoridad no la ganas por la duración del contrato.
P. Llegados a este punto, ¿teme más el silencio presidencial o la locuacidad del entrenador?
R. Pep lo lleva bastante bien, es muy difícil estar acertado siempre cuando tienes que afrontar seis ruedas de prensa en ocho días. El silencio a veces es más complicado de gestionar pero permite mayor contundencia cuando toca intervenir.
P. ¿Su carrera en los despachos tiene el objetivo final de ser presidente del Athletic?
R. En absoluto, ni lo contemplo. Mi único objetivo es ser feliz cada día y pensar qué he hecho y qué puedo hacer para ser mejor cada día y aportar más al desarrollo del proyecto en el que me he metido. Si tengo un objetivo ahora es no estropear lo que está bien y tratar de mejorar lo que esté menos bien.
P. ¿El cargo de director deportivo es de confianza del entrenador o del presidente?
R. Del presidente, evidentemente. Pero en el fondo es como el puesto de portero, que debe dar confianza a todo el equipo, así que debe existir una relación con el entrenador.
P. ¿Por qué aceptó el cargo?
R. Porque me gusta la gestión deportiva, porque creo que puedo aportar algo, porque trabajo con gente con la que mantengo sintonía, porque el Barça, por estilo y concepto, es singular en el mundo del fútbol y porque, de manera vanidosa, quiero pensar que se mantiene un vínculo con aquel Barça en el que jugué. No se me ocurre ningún sitio mejor para desarrollar todo eso. Comparado con el club en el que jugué, este Barça lo ha multiplicado todo por 10, pero en el fondo todo es muy parecido. Conceptualmente es la evolución de una idea; la novedad la marca la mercadotecnia, el resto es casi lo mismo. Siempre tuve claro que el Barça no empezó en aquel dream team, sino que nosotros éramos herederos de un concepto vinculante anterior. La idea del balón se ha mantenido a lo largo del tiempo y en los últimos años, el discurso ha sido más evidente. Si comparas Wembley con Roma, los perfiles de los jugadores y el ordenamiento táctico es distinto, pero la idea principal prevalece.
P. ¿Le sirve ahora haber sido director deportivo del Athletic?
R. Sí, para conocer el fútbol desde dentro. En las funciones hay trazos comunes también por la idiosincrasia de los equipos. La relación entre el primer equipo y el filial es semejante, la voluntad de mantener líneas de continuidad entre los equipos, cómo se debe trasladar la idea de estilo de arriba abajo... la voluntad es darle un sentido estructural a la idea que nos identifica y eso, con matices, también lo tuve presente en el Athletic.
P. ¿En el Barça la idea reclama método?
R. Se trata de analizar la idea. Tenemos una circunstancia curiosa dentro de un club de cantera. En entidades tan identificadas con el fútbol formativo a veces se duda sobre si el primer equipo es consecuente con lo que pasa abajo. En este caso tenemos un referente de una enorme potencia arriba, algo muy excepcional. Se trata de organizar la idea de fútbol que nos define, darle estructura, no la misma, pero sí la necesaria. Tenemos un formato de trabajo en la alta competición y se trata de saber qué podemos aprovechar para mejorar la estructura inferior.
P. ¿Está en debate el modelo formativo?
R. No se discute el modelo, como no se discute la idea, pero el debate engrandece, si no es destructivo; si aporta ideas permite sacar conclusiones más enriquecidas. Lo que debatimos es cómo llegar a tener los mejores profesionales con las mejores respuestas. Queremos mantener la excelencia en base a la misma idea, pero no podemos ni queremos clonar a este equipo. El Barça que gana en la final de París y el de Roma se juntan en la misma idea, pero con variaciones; se parecen, pero no son iguales. Estamos en una evolución permanente, y en eso hemos de pensar, en mantener la idea cuando cambien los nombres sin necesidad de sustituir perfiles de manera idéntica.
P. ¿El Athletic y el Barça son los clubes del mundo más complicados para hacer fichajes?
R. En el Athletic, durante mi época, solo incorporamos a Karanka, que dejó el Madrid. Optamos por defender la peculiar filosofía y obrar en consecuencia, apostando por la formación. En el Barça hay un componente complicado: que el que viene acepte donde se mete. Aquí, para que juegue uno nuevo hay que quitar a un campeón del mundo. Ese es un reto para el futbolista, porque la posibilidad de jugar existe, pero hay que ser valiente para aceptar meterse en un grupo de tanto talento. A la hora de fichar, los matices tienen muchísima importancia y estaremos atentos por si se requieren soluciones que no pasan por buscar piezas idénticas, necesariamente.
P. ¿Le resultó duro empezar resolviendo la situación de Ibrahimovic?
R. Me costó mucho más despedir a gente que llevaba 10 años en la casa haciendo un buen trabajo pero que, por circunstancias, no encajaba en el proyecto. Ese disgusto te lo llevas a casa, lo de Ibra, no.
P. Usted no escogió a su equipo de trabajo, se lo encontró hecho y no ha tocado mucho...
R. No es mío, es del Barça. Pero nos conocemos hace mucho tiempo. Por ejemplo, con Narcís Julià estuvimos juntos jugando un torneo sub 19 en México hace mil años. Llegamos al club por caminos diferentes pero compartimos desde el principio la voluntad de retroalimentarnos. Hemos sido muy flexibles al encontrar los espacios y trabajamos juntos con una idea común compartiendo diferentes puntos de vista. Me siento muy cómodo con ellos.
P. ¿Es complicado trabajar con Guardiola?
R. No, trabajar con gente apasionada genera una emoción importante. Trabajar con Pep es enriquecedor.
P. ¿Qué herencia ha recibido de Begiristain?
R. Mucho trabajo realizado, en el visionado y seguimiento de jugadores, de clubes, de infraestructura y una predisposición al trabajo en la gente del departamento enorme...
P. ¿Qué consejo le ha dado?
R. Todavía no he podido hablar con Txiki. Seguro que cuando vuelva de vacaciones nos veremos.
P. ¿Su cargo en el Barça exige llevarse bien con Cruyff?
R. Por lo que a mí respecta, tengo muy buena relación con Cruyff.
P. Esta noche ¿quién quiere que gane?
R. El Barça, no lo dude.
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