LA BALA DE LA SELECCIÓN

Pedro se viste de rojo

El tinerfeño ha llegado pletórico a la concentración de Las Rozas. La frescura que exhibe sobre el campo puede ser de gran utilidad en Sudáfrica
La temporada mágica de Pedro Rodríguez culminará con el sueño de poder disputar el Mundial de Sudáfrica. A principios de temporada prácticamente sólo él creía en la opción de figurar en la relación de 23 privilegiados que defenderán a la selección, pero a base de constancia, determinación y goles se hizo con un hueco en la lista definitiva.

El sábado puede debutar como internacional absoluto en Innsbruck ante Arabia luciendo el dorsal 18 en la espalda y seguir demostrando lo que ha apuntado en los primeros entrenamientos bajo las órdenes de Vicente del Bosque, que se encuentra en un estado pletórico de forma y es una de las mejores balas entre la munición de artilleros con que cuenta el técnico salmantino. De momento, el seleccionador le está utilizando en los entrenamientos mayoritariamente como extremo zurdo. Pedro es una alternativa con la que cuenta Del Bosque para abrir el campo cuando el habitual brillante juego interior del equipo necesite oxigenarse. El tinerfeño está moviéndose en los entrenamientos por la zurda, mientras que Navas lo hace por la derecha. Dos delanteros de un perfil similar y que dan a la selección un plus de electricidad capaz de revolucionar cualquier encuentro.

Pedro afirmó sentirse “muy cómodo” en los primeros días como internacional. “El grupo es muy bueno, el ambiente ayuda mucho a que los nuevos nos sintamos bien y, además, en mi caso también ha sido fácil por tener a tantos compañeros del Barça”, explica el delantero.

El joven jugador vive en una nube desde que la pasada semana viera a través de la televisión como Del Bosque le citaba entre los elegidos. Para el barcelonista, “estar en un Mundial es lo máximo y la llamada significó una alegría inmensa. Se decía que podía estar en la lista, pero hasta que no lo viera no podía estar seguro”.

Pedro ha pasado a la historia por haber marcado en las seis competiciones con el Barça. Ahora su próximo reto es anotar en el torneo más importante del planeta, algo que espera con ilusión. “Ojalá pueda marcar. Sería increíble. Un Mundial es una competición muy dura, pero voy a trabajar al máximo para ayudar al equipo y que el míster cuente conmigo”, comentó.

El tinerfeño llamó la atención a Del Bosque por “su comportamiento ejemplar” y las alternativas que ofrece al juego. Desde el primer entrenamiento ha comprobado de primera mano que es uno de los futbolistas que llega más enchufado a la fase final mundialista. Los dos amistosos de Innsbruck servirán como prueba de fuego para comprobar su integración en el esquema de juego. Las sensaciones que ofrece en las primeras jornadas de trabajo son inmejorables y no parece que vaya a ser un obstáculo. El estilo de la selección es prácticamente calcado al del Barça y en este contexto Pedro se siente como pez en el agua.

Su fútbol dinámico contará con un aliado con el que puede formar una conexión que dé muchas alegrías tanto a la afición del combinado español como a la barcelonista. David Villa y Pedro ya han dado síntomas en estos entrenamientos de que leen el fútbol de manera parecida y se entenderán a la perfección sobre el terreno de juego. El tinerfeño es uno de los futbolista que atraviesa por un momento más dulce de todos los internacionales y la semana de vacaciones una vez concluida la Liga no le ha cortado lo más mínimo el ritmo.

Aunque en estas primeras sesiones en Las Rozas está predominando el trabajo físico, Pedro ha brillado con luz propia en los partidillos organizados por el seleccionador. Su frescura, velocidad y confianza ha causado muchos problemas a los defensas, en especial a Sergio Ramos, a quien le ha tocado la papeleta de perseguirse en su posición de lateral derecho.

El rendimiento ofrecido a lo largo de la temporada ha provocado que el joven futbolista se haya ganado un gran respeto entre sus nuevos compañeros y su desparpajo no parece el propio de un ‘novato’. Su presencia ha despertado una gran expectación mediática –es uno de los futbolistas más solicitados a diario para realizar entrevistas con los medios de comunicación– y sobre el campo está sobresaliendo en gran manera .

Un inicio esperanzador y que debe tener continuidad en apenas dos semanas cuando la expedición parta rumbo a Sudáfrica para disputar un Mundial que le consagraría definitivamente como una estrella.