Penya Barcelonista de Lisboa

dilluns, de gener 17, 2011

Se escapan a base de goles. AS.com


Se escapan a base de goles

Campeón de invierno... de momento. El Barça no desprecia el regalo del Madrid. El Málaga no puede plantar cara a un equipo voraz: 52 puntos y 61 goles

El voraz Barcelona (52 puntos y 61 goles) no está como para despreciar regalos. El equipo de Guardiola es un tiburón que devora todo lo que se le pone al alcance de sus mandíbulas. Por eso, no es de extrañar que ayer, cuando los jugadores del equipo blaugrana salieron a jugar al Camp Nou sabiendo que el Real Madrid había gripado en Almería y que ante ellos se les abría la posibilidad de abrir hueco coincidiendo con la celebración del campeonato de invierno, los jugadores del Barça le dieron al Málaga una de las peores primeras medias horas de su vida.

El Barça salió desmelenado, dispuesto a liquidar el partido a la brava. Con muy mala baba y yendo directos a la yugular. Y los de Guardiola, como casi siempre, lograron su propósito. A los 18 minutos de juego, el partido estaba ya sentenciado con los goles de Iniesta y de Villa y antes del descanso, Pedro había enterrado cualquier atisbo de reacción para un rival que podía dar gracias de no haberse llevado una soberana paliza en el primer acto del partido. En los 45 primeros minutos del encuentro, el Málaga no chutó ni una vez a puerta.

Y eso, que el Málaga, como muchos otros equipos que se llevan un baño del Camp Nou, poca cosa tenía a reprocharse. La disposición de Pellegrini no pareció descabellada, Asenjo realizó buenas paradas, Duda y Apoño aportaron la solvencia habitual y a excepción de un Baptista pasado de peso, todos cumplieron. Pero si delante tienes a Iniesta, Villa, Xavi y, por encima de todos, a un Busquets y un Abidal inconmensurables, pocas opciones te quedan.

Messi, seco.
Y eso que Messi ayer no tuvo el día de cara a la portería rival y se quedó sin marcar, cosa que podría explicar por qué el 'equipo de la manita' se quedó a un gol de los cinco.

El Barça salió a jugar con toda su artillería y la intensidad que imprimió el equipo culé de salida superó cualquier expectativa del Málaga para defenderse ante el chaparrón que le venía encima.

Y eso que el Barcelona tuvo que lidiar desde el inicio con la lesión muscular de Dani Alves, que tuvo que dejar prematuramente su puesto en el campo a un Adriano, al que se le notó la falta de rodaje.

Con el equipo impulsado gracias al nervio que contagia Busquets desde la sala de máquinas, el Barça dejó el partido visto para sentencia en la primera parte.

En la segunda, el ritmo de partido decayó espectacularmente. El Barça, sabiendo que tenía en el saco el campeonato de invierno, el récord de puntos en la primera vuelta y el récord de imbatibilidad del club, se relajó. Y el Málaga lo supo aprovechar.

Duda, en un magnífico golpe franco desde la frontal recortó la distancia y obligó a un Barça que no había realizado ningún cambio más allá del obligado por la lesión de Alves a meter una marcha más. Cinco minutos duró el espejismo de los andaluces antes de que Villa marcara su segundo gol de la noche.

Con 4-1, el partido se quedó para que Bojan tratara de reivindicarse y para que Afellay demostrara que es un jugador con calidad para tener muchos minutos en un equipo que es campeón de invierno... de momento.