El Málaga no evita la goleada (4-1)
El Málaga no evita la goleada (4-1)
Absolutismo culé
De Almería llegaron noticias favorables para el Barcelona, que afrontó el choque contra el Málaga con una confianza plena. Guardiola plantó su once más poderoso, el que opone en los partidos importantes, y el equipo más goleado del campeonato cumplió sin rechistar su papel en el patíbulo del Camp Nou. El líder supera el récord de la Liga con 52 puntos, suma 28 partidos invicto y consigue 17 victorias en 19 partidos de la primera vuelta. Su poder absoluto no se quiebra, se fortalece. [Narración y estadísticas: 4-1]
Campeón de invierno antes de jugar este último partido de la primera vuelta, el Barcelona interpretó con dulzura su impresionante repertorio y señaló con trazo sereno las imperfecciones del Málaga. Lionel Messi no encontró el gol, patrimonio esta vez de Iniesta, Villa (2) y Pedro. Otros números para quitar el hipo: 19 partidos, 61 goles a favor y solo 11 en contra.
Málaga débil con fichajes
Los cinco fichajes de invierno coparon la mitad menos uno de la alineación de Manuel Pellegrini, quien planteó un 4-4-2 demasiado endeble para neutralizar el poderío ofensivo del Barça. Baptista -que en su historial luce un gol con el Madrid que dio a los blancos el triunfo en el Camp Nou- acompañó a Quincy en un ataque bastante descolgado, que impidió al Málaga conectar con sus delanteros.
Obligado a defender, el grupo de blanquiazules tampoco supo tejer con sus dos líneas traseras una red impenetrable. Superada la primera, quedaba otra atrás, muy atrás, que veía multiplicarse el terror azulgrana sin posibilidad humana de frenarlo.
La autoridad del gol
El primer gol, solo ocho minutos después del pitido inicial, lo obtuvo el Barcelona por la superioridad numérica en ataque con Alves en posición de extremo. La línea de defensas puros cuidó de Pedro, Messi y Villa, que apretaban en el corazón del área y abrían un boquete central que resultó letal. El lateral azulgrana centró a la corona del área, donde el pie derecho de Iniesta obligó al balón a trazar una trayectoria imposible para el portero Asenjo: al palo y adentro.
No habían pasado nueve minutos cuando Xavi untó el larguero del ex guardameta del Atlético de Madrid con otro balón enroscado que casi se convierte en gol al rebotar en el cuello de Asenjo. Y no corrió ni un minuto más para que el Camp Nou lo cantara tras una jugada descrita hace tiempo en el libro dorado de Pep Guardiola.
En vano intentó Ignacio Camacho controlar un balón para lanzar el contragolpe del Málaga, cuando un lobo se le echó encima con fiereza extraordinaria. Busquets le sacó la pelota, que fue un metro más allá a Xavi; éste la desplazó otro metro hacia Messi y el 'Balon de Oro' supo que donde enviaba el de látex aparecería sin retraso David Villa, otro hombre-gol que encontró entre las piernas del portero el conducto hasta la red.
Lesión de Alves
Con el resultado de los récords a buen recaudo, Dani Alves no tardó un segundo en pedir el cambio al sentir un pequeño chasquido en su muslo derecho. Tres minutos después, el zurdo Adriano tomaba el relevo en su zona lateral para que el Barcelona no cambiara en absoluto y siguiera manteniendo al Málaga silencioso e inexistente.
Iniesta se infiltró de nuevo en el área malaguña para remachar otro gran pase de Messi, pero Asenjo rechazó la pelota. Mala suerte: por ahí, siempre con apetito, apareció Pedro Rodríguez. La tercera marca en la cara del Málaga en poco más de 35 minutos.
La inexistencia del Málaga continuó hasta que el Barcelona quiso. Mientras Messi buscaba su gol, en alguna ocasión hurtándoselo al compañero mejor situado, los de Pellegrini engancharon un par de contraataques sin demasiado peligro, pero que indicaban un leve cambio de tendencia, que se hizo sensible con un gol a balón parado del Málaga. Duda, su lanzador más avezado, convirtió el libre directo en un esperanzador 3-1 con 23 minutos por delante.
Vanas esperanzas
Pero la esperanza malaguista era vana y duró muy poco, lo que tardó Villa en burlar la línea de defensas del Málaga para recoger un pase de Xavi con los ojos cerrados, quitarse de enmedio a Asenjo con un quiebro y darle otro impulso a la fiesta del Paso del Ecuador barcelonista, ya con Bojan y Afellay en el campo.
Pellegrini movió su árbol en el segundo tiempo y encontró atacantes en su banquillo, pero ni Rondón ni Eliseu matizaron una sola coma del discurso azulgrana. El equipo del jeque tiene frente a sí una segunda vuelta completa para convertir la forrada cartera catarí en fútbol sólido y convincente.
Absolutismo culé
De Almería llegaron noticias favorables para el Barcelona, que afrontó el choque contra el Málaga con una confianza plena. Guardiola plantó su once más poderoso, el que opone en los partidos importantes, y el equipo más goleado del campeonato cumplió sin rechistar su papel en el patíbulo del Camp Nou. El líder supera el récord de la Liga con 52 puntos, suma 28 partidos invicto y consigue 17 victorias en 19 partidos de la primera vuelta. Su poder absoluto no se quiebra, se fortalece. [Narración y estadísticas: 4-1]
Campeón de invierno antes de jugar este último partido de la primera vuelta, el Barcelona interpretó con dulzura su impresionante repertorio y señaló con trazo sereno las imperfecciones del Málaga. Lionel Messi no encontró el gol, patrimonio esta vez de Iniesta, Villa (2) y Pedro. Otros números para quitar el hipo: 19 partidos, 61 goles a favor y solo 11 en contra.
Málaga débil con fichajes
Los cinco fichajes de invierno coparon la mitad menos uno de la alineación de Manuel Pellegrini, quien planteó un 4-4-2 demasiado endeble para neutralizar el poderío ofensivo del Barça. Baptista -que en su historial luce un gol con el Madrid que dio a los blancos el triunfo en el Camp Nou- acompañó a Quincy en un ataque bastante descolgado, que impidió al Málaga conectar con sus delanteros.
Obligado a defender, el grupo de blanquiazules tampoco supo tejer con sus dos líneas traseras una red impenetrable. Superada la primera, quedaba otra atrás, muy atrás, que veía multiplicarse el terror azulgrana sin posibilidad humana de frenarlo.
La autoridad del gol
El primer gol, solo ocho minutos después del pitido inicial, lo obtuvo el Barcelona por la superioridad numérica en ataque con Alves en posición de extremo. La línea de defensas puros cuidó de Pedro, Messi y Villa, que apretaban en el corazón del área y abrían un boquete central que resultó letal. El lateral azulgrana centró a la corona del área, donde el pie derecho de Iniesta obligó al balón a trazar una trayectoria imposible para el portero Asenjo: al palo y adentro.
No habían pasado nueve minutos cuando Xavi untó el larguero del ex guardameta del Atlético de Madrid con otro balón enroscado que casi se convierte en gol al rebotar en el cuello de Asenjo. Y no corrió ni un minuto más para que el Camp Nou lo cantara tras una jugada descrita hace tiempo en el libro dorado de Pep Guardiola.
En vano intentó Ignacio Camacho controlar un balón para lanzar el contragolpe del Málaga, cuando un lobo se le echó encima con fiereza extraordinaria. Busquets le sacó la pelota, que fue un metro más allá a Xavi; éste la desplazó otro metro hacia Messi y el 'Balon de Oro' supo que donde enviaba el de látex aparecería sin retraso David Villa, otro hombre-gol que encontró entre las piernas del portero el conducto hasta la red.
Lesión de Alves
Con el resultado de los récords a buen recaudo, Dani Alves no tardó un segundo en pedir el cambio al sentir un pequeño chasquido en su muslo derecho. Tres minutos después, el zurdo Adriano tomaba el relevo en su zona lateral para que el Barcelona no cambiara en absoluto y siguiera manteniendo al Málaga silencioso e inexistente.
Iniesta se infiltró de nuevo en el área malaguña para remachar otro gran pase de Messi, pero Asenjo rechazó la pelota. Mala suerte: por ahí, siempre con apetito, apareció Pedro Rodríguez. La tercera marca en la cara del Málaga en poco más de 35 minutos.
La inexistencia del Málaga continuó hasta que el Barcelona quiso. Mientras Messi buscaba su gol, en alguna ocasión hurtándoselo al compañero mejor situado, los de Pellegrini engancharon un par de contraataques sin demasiado peligro, pero que indicaban un leve cambio de tendencia, que se hizo sensible con un gol a balón parado del Málaga. Duda, su lanzador más avezado, convirtió el libre directo en un esperanzador 3-1 con 23 minutos por delante.
Vanas esperanzas
Pero la esperanza malaguista era vana y duró muy poco, lo que tardó Villa en burlar la línea de defensas del Málaga para recoger un pase de Xavi con los ojos cerrados, quitarse de enmedio a Asenjo con un quiebro y darle otro impulso a la fiesta del Paso del Ecuador barcelonista, ya con Bojan y Afellay en el campo.
Pellegrini movió su árbol en el segundo tiempo y encontró atacantes en su banquillo, pero ni Rondón ni Eliseu matizaron una sola coma del discurso azulgrana. El equipo del jeque tiene frente a sí una segunda vuelta completa para convertir la forrada cartera catarí en fútbol sólido y convincente.
0 Comments:
Publica un comentari a l'entrada
<< Home