Al Barça, desde cerca y de primeras
Al Barça, desde cerca y de primeras
El equipo azulgrana no ha recibido un gol desde fuera del área y solo dos puntas han logrado controlar el balón antes de marcarle
El equipo azulgrana no ha recibido un gol desde fuera del área y solo dos puntas han logrado controlar el balón antes de marcarle
De no acudir a la suerte de los penaltis, el Athletic necesita el gol tanto como el Barcelona para superar la eliminatoria. Pero reventar las redes azulgrana resulta una tarea bien complicada. Aunque hay una cosa segura: cuanto más cerca y más rápido sea el contrincante en la ejecución, mejor.
Defiende el Barça en campo ajeno, siempre armonioso y con grandes dosis de efectividad, hasta el punto de que es el equipo que menos remates recibe. En la Liga, por ejemplo, cuenta un total de 114 disparos por los 165 del Madrid, segundo en esa clasificación. Lidera, al mismo tiempo, el registro de goles encajados (10), por los del Madrid y el Villarreal (14). Algo parecido ocurre en Europa, donde solo ha concedido tres dianas, una más que el Madrid y dos más que el Manchester United. Y como superar el entramado defensivo del Barcelona es tan complejo, los rivales procuran que no existan desperfectos en los pocos remates de los que disponen. "Los equipos nos llegan tan poco que quieren asegurar; buscan el último pase para rematar lo más cerca posible", desvela el cuerpo técnico.
Los datos así lo certifican. En todo el año, al Barça le han marcado 17 goles entre Copa, Liga y Supercopa. De esos, ninguno ha sido desde fuera del área, cosa que ensalza la facilidad de la zaga para tapar huecos y la habilidad de Valdés para no dejarse sorprender en los lanzamientos de larga distancia. Los goles encajados, entonces, se dividen de la siguiente forma: ocho han llegado tras rematar un centro, tres han sido en una jugada a balón parado -"Estas acciones igualan a los equipos grandes con los menos grandes porque se mide el remate contra el despeje", apuntan desde el Barça-, dos de penalti y otros dos tras un pase interior.
Pero no deja de ser sorprendente que los dos goles restantes sean a través de una jugada individual, tras realizar el contrincante más de un toque para finalizar la jugada. El primero fue Nilmar, que necesitó cinco toques para desembarazarse de dos rivales y batir a Valdés. El segundo fue Osvaldo, que hizo dos toques: uno para tirarse la pelota larga y explotar la carrera, y el otro para definir. "Tengo claro", intervino Guardiola, "que si no controlamos el partido, nos harán ocasiones de gol". En el área opuesta, el Barça perdona menos. Este año solo se ha quedado en dos ocasiones sin marcar -ante el Hércules (0-2) en Liga y el partido copero frente al Athletic- y es el equipo más goleador (53) de la Liga por delante del Madrid (42). Así que de marcar el equipo azulgrana un tanto, el Athletic estaría exigido a meter otros dos. Algo resbaladizo porque en las dos últimas temporadas, el Barça ha disputado 87 encuentros y solo en 11 (en el 12%) ha recibido dos o más dianas. De esos encuentros, sin embargo, solo perdió cinco.
Para este partido, el Barça recupera a Puyol y a Messi, su mejor goleador (27). Guardiola también convocó por primera vez al recién fichado, el holandés Ibrahim Afellay. El Athletic, en cualquier caso, se aferra a esa estadística que dice que Leo nunca ha marcado en San Mamés, que Pedro solo lo ha hecho en la Supercopa, y que Villa, por más que sume seis tantos en La Catedral, acumula cinco derrotas por tres victorias. Nada raro; el Athletic copero y el Barça ponen el gol bien caro.
Defiende el Barça en campo ajeno, siempre armonioso y con grandes dosis de efectividad, hasta el punto de que es el equipo que menos remates recibe. En la Liga, por ejemplo, cuenta un total de 114 disparos por los 165 del Madrid, segundo en esa clasificación. Lidera, al mismo tiempo, el registro de goles encajados (10), por los del Madrid y el Villarreal (14). Algo parecido ocurre en Europa, donde solo ha concedido tres dianas, una más que el Madrid y dos más que el Manchester United. Y como superar el entramado defensivo del Barcelona es tan complejo, los rivales procuran que no existan desperfectos en los pocos remates de los que disponen. "Los equipos nos llegan tan poco que quieren asegurar; buscan el último pase para rematar lo más cerca posible", desvela el cuerpo técnico.
Los datos así lo certifican. En todo el año, al Barça le han marcado 17 goles entre Copa, Liga y Supercopa. De esos, ninguno ha sido desde fuera del área, cosa que ensalza la facilidad de la zaga para tapar huecos y la habilidad de Valdés para no dejarse sorprender en los lanzamientos de larga distancia. Los goles encajados, entonces, se dividen de la siguiente forma: ocho han llegado tras rematar un centro, tres han sido en una jugada a balón parado -"Estas acciones igualan a los equipos grandes con los menos grandes porque se mide el remate contra el despeje", apuntan desde el Barça-, dos de penalti y otros dos tras un pase interior.
Pero no deja de ser sorprendente que los dos goles restantes sean a través de una jugada individual, tras realizar el contrincante más de un toque para finalizar la jugada. El primero fue Nilmar, que necesitó cinco toques para desembarazarse de dos rivales y batir a Valdés. El segundo fue Osvaldo, que hizo dos toques: uno para tirarse la pelota larga y explotar la carrera, y el otro para definir. "Tengo claro", intervino Guardiola, "que si no controlamos el partido, nos harán ocasiones de gol". En el área opuesta, el Barça perdona menos. Este año solo se ha quedado en dos ocasiones sin marcar -ante el Hércules (0-2) en Liga y el partido copero frente al Athletic- y es el equipo más goleador (53) de la Liga por delante del Madrid (42). Así que de marcar el equipo azulgrana un tanto, el Athletic estaría exigido a meter otros dos. Algo resbaladizo porque en las dos últimas temporadas, el Barça ha disputado 87 encuentros y solo en 11 (en el 12%) ha recibido dos o más dianas. De esos encuentros, sin embargo, solo perdió cinco.
Para este partido, el Barça recupera a Puyol y a Messi, su mejor goleador (27). Guardiola también convocó por primera vez al recién fichado, el holandés Ibrahim Afellay. El Athletic, en cualquier caso, se aferra a esa estadística que dice que Leo nunca ha marcado en San Mamés, que Pedro solo lo ha hecho en la Supercopa, y que Villa, por más que sume seis tantos en La Catedral, acumula cinco derrotas por tres victorias. Nada raro; el Athletic copero y el Barça ponen el gol bien caro.
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