Penya Barcelonista de Lisboa

dimecres, de gener 05, 2011

Primera gran finalEl Barça, con Puyol, Messi y Afellay, visita al Athletic ilusionado por seguir vivo en el torneo


Primera gran final

El Barça, con Puyol, Messi y Afellay, visita al Athletic ilusionado por seguir vivo en el torneo
EMILIO PÉREZ DE ROZAS



Como diría José Mourinho, aunque no sea santo de la devoción azulgrana, el de esta noche (22.00 horas, TV-3) sí es uno de esos partidos que puede hacer que regreses desolado a casa tras haber sido eliminado de una de las tres grandes competiciones de la temporada. El de hoy, en la mismísima Catedral del fútbol español, sí es un partido en el que el Barça se lo juega todo en 90 minutos, máxime después de no haber superado el 0-0 del partido de ida disputado en el Camp Nou. Nadie sabe, o sospecha, qué equipo alineará Pep Guardiola, que se lleva a todos sus jugadores (Puyol, milagrosamente recuperado, y el novato Afellay, incluidos). El técnico de Santpedor solo dio una pista: entre los palos estará Pinto. ¿Puyol? Veremos, llega muy justito. ¿Messi? Tal vez, sí, viene del parón navideño. ¿Thiago? Puede, puede... Se queda en el Barça lo que resta de temporada
Huele a partidazo. El empate sin goles de la ida garantiza que el Athletic, tan conservador, tan defensivo, en el Camp Nou tendrá que salir al ataque. «Ellos saben que nosotros les vamos a atacar durante todo el partido, veremos cómo se comportan», dijo Guardiola. El Barça ama la Copa, bueno, ama todos los torneos en los que participa, pero, como añadió el míster azulgrana, «esta es una competición que tiene una final hermosísima y que gusta a todos». Más: es el típico partido que significa un nuevo reto para los campeonísimos. No tiene nada de fácil y Xavi, Messi, Iniesta, Villa y compañía lo saben. Como saben que el escenario es el mejor teatro posible. «Once leones y toda su gente son mucho», agregó Guardiola elogiando San Mamés.

GANARLO TODO / Guardiola no tiene muy claro que el Athletic al que se enfrente hoy, con Llorente ya en la punta de su ataque, sea muy distinto al del Camp Nou. Pero nada de eso, ni siquiera el empuje que pueda suponer una ruidosa grada («a la afición rojiblanca le encanta el fútbol y no va a parar de apoyar a los suyos, se lo perdonarán todo, todo») va a impedir que el Barça lo intente desde el minuto uno a más allá del 90.