Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, de setembre 26, 2010

LA HINCHADA CULÉ VOLVIÓ A DISFRUTAR DE LA VERSIÓN MÁS VISTOSA DEL CANTERANO


LA HINCHADA CULÉ VOLVIÓ A DISFRUTAR DE LA VERSIÓN MÁS VISTOSA DEL CANTERANO
‘Enjoy’ Iniesta


Andrés recuperó su mejor nivel en lo individual y fue clave en la exhibición coral del equipo en San Mamés
Iniesta ha vuelto. ¡Y cómo se le echaba de menos! En San Mamés nadie se acordó de la versión corriente del curso pasado. Ni rastro de las turbulencias personales que enturbiaron la alegría de Don Andrés. Sin noticias de las lesiones que tensaron sus músculos. Ayer el de Fuentealbilla volvió a ser uno de los mejores anuncios del Barcelona. Recuperó la explosividad de antaño, rompió líneas a su manera y agitó a la hinchada bilbaína como sólo lo hacen esas presencias magnéticas con ángel. Recordó Iniesta el mejor Laudrup. Ocupó la posición de falso ariete como hacía el danés en los mejores años del ‘Dream Team’. Y manejó el encuentro a su antojo. Siendo protagonista en todos los pasillos interiores desde la asociación y las aventuras individuales. Juntándose con Xavi, asistiendo a Villa, mejorando a Pedro, reivindicando a Alves.

En un encuentro de vértigo, con la épica que se le presupone a un conjunto como el Athletic, Iniesta puso la pausa, aseó la circulación azulgrana y frustró al Athletic. Tanto que Amorebieta perdió la cabeza. Sólo fueron unos segundos, suficientes para dejar a los suyos con diez. El central buscó la pelota pero cuando quiso darse cuenta entró con la crudeza que nace de la impotencia. Al discurso elaborado que planteaba el Barcelona desde el balón, el Athletic respondía con respuestas cortas. Es el conjunto vasco un equipo que no se anda con rodeos. Sólo le interesa el camino más directo. Justo a las antípodas de Iniesta, paradigma del modelo coral que defiende Guardiola. Capaz de armar jugadas en pausas perdidas, Iniesta emergió junto a Xavi como en ancla del equipo para no perderse en la ‘rauxa’ del Athletic.

El Barcelona siguió el plan de Pep, convencido de que jugar sin un nueve de estirpe clásica, el equipo gana en riqueza táctica.

Y con Iniesta inspirado, nadie reparó en la ausencia de Messi. Don Andrés demostró ayer que es un mediocampista total. Un futbolista que da una ventaja estratégica a los suyos desde lo colectivo. Del mismo modo que es capaz de revertir a contracorriente desde lo individual. Ayer recibió la dureza del Athletic pero nunca se destempló, mezcló con todo el mundo y estuvo a punto de marcar. Convertido en un clásico de los mejores escenarios -donde es todo un consumado goleador- a Iniesta le falta ver puerta más a menudo en los partidos corrientes. Ayer se quedó una vez más sin el premio del gol. Nada nuevo bajo el sol: las expectativas que genera su fútbol nunca han tenido una respuesta justa en su casillero de goles. En el 81’ dejó el campo. Esta vez sin el homenaje habitual que le dispensan habitualmente aunque feliz de reencontrarse con su mejor juego. “El pasado año fue muy duro para Andrés, pero ahora vuelve a ser feliz. Será padre y eso ayuda. Estamos muy contentos por él. Es el gran fichaje de la temporada”, dice Pep. Y mientras la hinchada azulgrana respira tranquila. Don Andrés ha vuelto.

El plan de Pep desactivó el juego directo del Athletic

Un rondo del Barcelona en San Mamés. Así transcurrió gran parte del encuentro a pesar de los esfuerzos del Athletic en activar el vértigo habitual del juego bilbaíno. Avisó Guardiola antes del encuentro que la clave para el conjunto azulgrana sería llevar el encuentro al terreno del toque. Y el técnico persistió en la idea de jugar con un falso nuevo y utilizar a Busquets como el tercer central para llenar el mediocampo con los laterales y aumentar la posesión. Xavi, Busquets, Iniesta y Alves fueron claves para desactivar el juego directo del Athletic, que no encontró nunca la mejor versión de Llorente. La gran actuación de los centrales y la presión de los mediocampistas dejaron a los delanteros bilbaínos aislados. El músculo de Gurpegui y Javi Martínez no fue suficientes para ahogar el mediocampo azulgrana. Con el juego a ras de césped, sin las habituales aventuras aéreas locales, el Barça fue protagonista