Penya Barcelonista de Lisboa

dijous, de juny 03, 2010

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Día de furia y de tensión en la Sala París

Poco después de las nueve de la mañana de ayer, la Sala París del Camp Nou, donde tradicionalmente se celebran actos de relieve y prestancia barcelonista, vivió una convulsión de la que no se había recuperado transcurridas las primeras doce horas del recuento y validación de las firmas de estas elecciones.

En realidad, la primera papeleta que pasó por uno de los 12 boxe s previstos -compuesto de mesa, ordenador, un empleado y cuatro cajas: 'sí', 'no', 'firmas' y 'dudosas'- lo hizo dos horas después, a causa de una madrugadora resolución del Comité de Apelación de la Federació Catalana que cambió toda la logística y desarrollo de esta fase clave del proceso.

La resolución, la segunda que la candidatura de Sandro Rosell se apunta en pocos días y otro éxito que anotar en el haber del valioso equipo jurídico que coordina Toni Frexa, le daba otro revolcón fuerte a la Junta Electoral y a sus ya alarmantes decisiones, tan poco democráticas a los ojos de esta instancia federativa a la que pueden apelar las candidaturas. En lugar de un interventor por candidatura para 'controlar' los 12 boxes de recuento, la Federació ordenó que hubiera un interventor por mesa y por candidatura.

Dos horas largas de retraso

Ante la posibilidad de que la resolución llegara a primera hora de la mañana, una avanzadilla de interventores de Rosell se presentó en la Sala París ya con la resolución en la mano. Tanto Josep Cubells, secretario de la junta y asesor de la Junta Electoral, así como el director general Joan Oliver, se quedaron estupefactos. Un estado de sorpresa que, según testigos, dio paso a una evidente inquietud.

Los forcejeos jurídicos duraron casi dos horas. Primero porque para la JE fue un imprevisto, como también para el resto de las candidaturas. El equipo ganador de su reclamación, el de Sandro Rosell, era partidario de esperar primero a que se comunicara a las otras tres canidaturas que podían acreditar a más interventores y desde luego no iniciar el recuento hasta estar todas las candidaturas al completo. No osbtante, la JE apremió para iniciar el recuento bajo el argumento de que los empleados del club, cuyo trabajo fue tan impecable como generosa su paciencia en un día de tanta furia, tendrían después una presión añadida. Por respeto a su profesionalidad, el proceso se puso en marcha poco antes de las doce del mediodía.

Muestras de independencia

No hace falta decir que en la Federació Catalana se recibieron llamadas desde las más altas instancias del club preguntando, no de muy buenos modos, por Javier Latorre, responsable y presidente de un Comité de Apelación quien, de nuevo -como cuando había anulado de pleno derecho el lunes los envíos de la JE de propaganda y papeletas a los socios, por la sencilla razón que no lo autorizan los estatutos-, había emitido, dicen los expertos, una resolución impecable. De la boca de algunos miembros juristas de la JE y de su entorno salieron improperios dirigidos a Latorre y a este comité que ha dado muestras de una sobrada independencia.

Así fue como, contra la idílica tranquilidad prevista, la Sala París vívió el primer día de recuento con una tensión evidente. Los interventores de Marc Ingla declararon la guerra a los de Agustí Benedito y viceversa. Este último fue quien más papeletas vio declararse nulas y quien se mostró más nervioso. Hoy, segunda parte