Xavi, el ubicuo

Xavi, el ubicuo

Mermado por una lesión, Xavi apareció en el día más comprometido para su equipo, porque todos, el jugador el primero, son conscientes de que es el faro del juego. Las rotaciones, salvo en contados casos, no suelen afectarle.

Juega y juega, ya como segundo futbolista con más partidos de la Liga en el Barcelona después de Migueli, un eterno de la defensa. En Villarreal, no sólo jugó, sino que decidió, con el pase del gol que aplastaba a los fantasmas y el tanto que aplastaba al rival.

Un problema en el sóleo lo mantuvo en la incertidumbre, la que no tuvo el jugador, pieza clave también de España. Del Bosque cruza los dedos en cada uno de sus partidos, porque sabe lo fundamental que resulta para la selección, donde preocupan no sólo los lesionados, como Torres, Cesc o Iniesta, sino también otros lejos de su punta de forma. Si Pedrito no deja de correr y marcar, puede llegar hasta Sudáfrica.

A Xavi le restan tres partidos, que pueden ser menos si ve una tarjeta amarilla más, los mismos que a su equipo, más cerca del título después de un choque que se había convertido en unidad de medida para su estado anímico tras la eliminación en Champions.

El Villarreal no fue el Inter, ni mucho menos. Necesitaba arriesgar para defender su sueño europeo y eso dejó el espacio al Barcelona, que empezó como acabó el pasado miércoles, sin Ibrahimovic y con Bojan, dueño de un gol y de un gran partido. Ocho futbolistas de la cantera entre los titulares en el momento más delicado demuestran que no hay dudas sobre el convencimiento de Guardiola, que alimenta la filosofía de la que Xavi es el líder, un líder ubicuo.