Superioridad escandalosa del Barça. Bofetada y media Liga
Superioridad escandalosa del Barça
Bofetada y media Liga
El Barça volvió a demostrar una vez más su condición de mejor equipo del mundo después de doblegar al Madrid en su campo por segundo año consecutivo. Los de Guardiola acarician el título de Liga y se colocan como nuevos líderes de la clásificación con 80 puntos.
Pese a que el resultado no se acerca al 2-6 del año pasado, la imagen que dio el Barça fue de una escandalosa superioridad. Los hexacampeones, ahogaron a un rival, que pese a contar con la plantilla más cara de la historia encabezada por Cristiano Ronaldo, sigue a años luz de su eterno rival. El equipo de Pellegrini encajó menos goles que el de Juande Ramos, pero salió de su propio estadio igualmente humillado, después de no haber mostrado argumentos para contrarrestar el fútbol técnico y refinado de los culés.
Sin la presencia de Ibrahimovic por lesión, Pep Guardiola decidió probar un experimento que nunca antes había puesto en práctica. Situó a Puyol en el lateral derecho y avanzó a Alves, que ocupó el puesto de extremo derecho. Curiosamente, Pep decidió prescindir de Henry, -héroe en 2009-, en cuyo lugar jugó Pedro. Por parte del Madrid, la principal novedad en el once fue la inclusión de Fernando Gago en el centro del campo. El técnico blanco apostó por el argentino para suplir la baja de Kaká.
Sin embargo, tan sólo hubo que esperar a los primeros minutos para ver el planteamiento real de uno y otro equipo. Pellegrini había adoctrinado a los suyos para que presionaran al Barça en todas sus líneas. Pese a ello, sus jugadores prefirieron emplear las patadas a la lógica futbolística y acribillaron a los blaugrana tanto como pudieron. Xabi Alonso fue el primero en ser amonestado y Albiol quiso imitarle y se ganó otra tarjeta amarilla. Para entonces, Mejuto González ya había comenzado con su particular recital y no quiso ver un claro penalty sobre Messi en el minuto 11.
En los primeros compases del choque, Cristiano Ronaldo apareció más veces que Messi, pero la defensa blaugrana, con Puyol a la cabeza, estuvo muy acertada para cortar las acometidas del portugués. No había ningún tipo de miedo. Rápidamente se vio que sólo había un equipo que quería jugar al fútbol, ese mismo conjunto que un año antes había profanado el Bernabéu con una sonrojante goleada. Resulta decepcionante que un equipo que se ha gastado 300 millones en fichajes estratosféricos tenga tan poco gusto por el balón, y sus únicos argumentos sean el juego rudo, tosco y destructivo.
Mejuto González seguía a lo suyo, y se empeñó en castigar las faltas de uno y otro equipo con distinto rasero. Mientras el Madrid atizaba, el árbitro asturiano se dedicaba a tarjetear a jugadores del Barça por protestar. Poco importó, ya que justo después de mostrar la amarilla a Xavi, llegó el primer gol culé.
Precisamente él fue el encargado de lanzar un pase magistral para Messi, que tras controlar con el pecho y recortar a Albiol, batió a Casillas con su pierna derecha en el minuto 32 (0-1). El Bernabéu enmudeció con el 40° gol del argentino en esta temporada y los merengues empezaron a no saber que hacer. Como ocurriera el año pasado, el Real Madrid demostró que pese al dinero invertido sigue sin tener argumentos futbolísticos para tutear al Barça. Su única defensa fue seguir cosiendo a golpes los tobillos del rival.
PEDRO SENTENCIÓ
El gol de Messi fue la única jugada de peligro de la primera mitad, pero los segundos 45 minutos fueron un monólogo total del Barça. Guardiola vio que el experimento de Alves no acababa de funcionar y decidió situarlo a su lugar natural y adelantar la posición de Maxwell. El técnico acertó con la decisión, ya que a partir de ese momento la superioridad blaugrana comenzó a ser escandalosa.
Cristiano Ronaldo pudo empatar en el 55 pero su lanzamiento lo detuvo un inspiradísimo Valdés, que volvió a estar sensacional. Justo un minuto más tarde, llegó el segundo gol del Barça. En esta ocasión fue Pedro el que remachó a las redes un sensacional pase de ¿quién? Si, el que piensan, Xavi Hernández (0-2).
El resultado era menor pero la sensación era la misma que la del año pasado. Superioridad infinita del Barça e impotencia de los blancos. Valdés se erigió como el verdadero protagonista de la segunda parte desviando varios cañonazos de Van der Vaart e Higuaín. Messi pudo ampliar el marcador en dos claras ocasiones (71 y77) pero el marcador ya no se movió. Con este resultado el Barça es el nuevo líder y aunque aún quedan puntos en juego, prácticamente tiene medio título en el bolsillo.
Los de Guardiola dejaron muy buenas sensaciones. Esperemos que podamos ver a este equipazo de nuevo en el Bernabéu el próximo 22 de mayo en la final de la Champions League.
Bofetada y media Liga
El Barça volvió a demostrar una vez más su condición de mejor equipo del mundo después de doblegar al Madrid en su campo por segundo año consecutivo. Los de Guardiola acarician el título de Liga y se colocan como nuevos líderes de la clásificación con 80 puntos.
Pese a que el resultado no se acerca al 2-6 del año pasado, la imagen que dio el Barça fue de una escandalosa superioridad. Los hexacampeones, ahogaron a un rival, que pese a contar con la plantilla más cara de la historia encabezada por Cristiano Ronaldo, sigue a años luz de su eterno rival. El equipo de Pellegrini encajó menos goles que el de Juande Ramos, pero salió de su propio estadio igualmente humillado, después de no haber mostrado argumentos para contrarrestar el fútbol técnico y refinado de los culés.
Sin la presencia de Ibrahimovic por lesión, Pep Guardiola decidió probar un experimento que nunca antes había puesto en práctica. Situó a Puyol en el lateral derecho y avanzó a Alves, que ocupó el puesto de extremo derecho. Curiosamente, Pep decidió prescindir de Henry, -héroe en 2009-, en cuyo lugar jugó Pedro. Por parte del Madrid, la principal novedad en el once fue la inclusión de Fernando Gago en el centro del campo. El técnico blanco apostó por el argentino para suplir la baja de Kaká.
Sin embargo, tan sólo hubo que esperar a los primeros minutos para ver el planteamiento real de uno y otro equipo. Pellegrini había adoctrinado a los suyos para que presionaran al Barça en todas sus líneas. Pese a ello, sus jugadores prefirieron emplear las patadas a la lógica futbolística y acribillaron a los blaugrana tanto como pudieron. Xabi Alonso fue el primero en ser amonestado y Albiol quiso imitarle y se ganó otra tarjeta amarilla. Para entonces, Mejuto González ya había comenzado con su particular recital y no quiso ver un claro penalty sobre Messi en el minuto 11.
En los primeros compases del choque, Cristiano Ronaldo apareció más veces que Messi, pero la defensa blaugrana, con Puyol a la cabeza, estuvo muy acertada para cortar las acometidas del portugués. No había ningún tipo de miedo. Rápidamente se vio que sólo había un equipo que quería jugar al fútbol, ese mismo conjunto que un año antes había profanado el Bernabéu con una sonrojante goleada. Resulta decepcionante que un equipo que se ha gastado 300 millones en fichajes estratosféricos tenga tan poco gusto por el balón, y sus únicos argumentos sean el juego rudo, tosco y destructivo.
Mejuto González seguía a lo suyo, y se empeñó en castigar las faltas de uno y otro equipo con distinto rasero. Mientras el Madrid atizaba, el árbitro asturiano se dedicaba a tarjetear a jugadores del Barça por protestar. Poco importó, ya que justo después de mostrar la amarilla a Xavi, llegó el primer gol culé.
Precisamente él fue el encargado de lanzar un pase magistral para Messi, que tras controlar con el pecho y recortar a Albiol, batió a Casillas con su pierna derecha en el minuto 32 (0-1). El Bernabéu enmudeció con el 40° gol del argentino en esta temporada y los merengues empezaron a no saber que hacer. Como ocurriera el año pasado, el Real Madrid demostró que pese al dinero invertido sigue sin tener argumentos futbolísticos para tutear al Barça. Su única defensa fue seguir cosiendo a golpes los tobillos del rival.
PEDRO SENTENCIÓ
El gol de Messi fue la única jugada de peligro de la primera mitad, pero los segundos 45 minutos fueron un monólogo total del Barça. Guardiola vio que el experimento de Alves no acababa de funcionar y decidió situarlo a su lugar natural y adelantar la posición de Maxwell. El técnico acertó con la decisión, ya que a partir de ese momento la superioridad blaugrana comenzó a ser escandalosa.
Cristiano Ronaldo pudo empatar en el 55 pero su lanzamiento lo detuvo un inspiradísimo Valdés, que volvió a estar sensacional. Justo un minuto más tarde, llegó el segundo gol del Barça. En esta ocasión fue Pedro el que remachó a las redes un sensacional pase de ¿quién? Si, el que piensan, Xavi Hernández (0-2).
El resultado era menor pero la sensación era la misma que la del año pasado. Superioridad infinita del Barça e impotencia de los blancos. Valdés se erigió como el verdadero protagonista de la segunda parte desviando varios cañonazos de Van der Vaart e Higuaín. Messi pudo ampliar el marcador en dos claras ocasiones (71 y77) pero el marcador ya no se movió. Con este resultado el Barça es el nuevo líder y aunque aún quedan puntos en juego, prácticamente tiene medio título en el bolsillo.
Los de Guardiola dejaron muy buenas sensaciones. Esperemos que podamos ver a este equipazo de nuevo en el Bernabéu el próximo 22 de mayo en la final de la Champions League.
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