CRÓNICA: 19ª jornada de Liga - Ramon Besa

Cristiano Ronaldo, héroe y villano
El portugués, expulsado por un codazo tras marcar los dos goles del Madrid al Málaga - El Barça acaba la primera vuelta con un punto menos que el curso pasado - El Valencia no pasa del empate en Tenerife

Llegada a su ecuador, la Liga tiene hoy el mismo líder que la temporada pasada. La diferencia entre el Barcelona de hoy y el de ayer es de un punto. También el Madrid continúa como segundo clasificado. La diferencia es que cuenta con seis puntos más que entonces y la distancia entre el Barça y el Madrid ha pasado de 12 a cinco puntos. Así que no han empeorado los azulgrana, sino que han mejorado los madridistas, algo lógico si se atiende a la inversión que Florentino Pérez ha hecho en jugadores como Cristiano Ronaldo, genio y figura dentro y fuera de la cancha.

El portugués monopolizó el partido de ayer en el Bernabéu. Marcó dos goles espectaculares, propios del delantero que tiene un cañón en su pierna derecha, y después se ganó la expulsión por romper la nariz a Mtiliga, que le tenía agarrado por la zamarra para que no se escapara en busca del triplete. Ya van dos tarjetas rojas contra equipos menores, como el Almería y el Málaga, prueba de la ansiedad de Cristiano, baja para el Riazor. Las prisas del luso por competir con Messi son las mismas que tiene el Madrid por atrapar al Barça, por alcanzar el liderato. Juega tan enfebrecido y disparado el Madrid que agredece de vez en cuando la entrada de futbolistas con un punto de pausa como Guti, el mejor asistente del desquiciado Cristiano, deseoso de volver a ser el número uno.

Al Barça de las seis copas todavía le quedaban también récords por batir en la historia del club, como el de acabar invicto la primera vuelta de la Liga, reto que alcanzó en Valladolid, escenario en el que, por otra parte, ha sido protagonista de célebres momentos. Urruti paró en Zorrilla un penalti a Mágico González que le valió el título al equipo y Xavi salvó la cabeza a Van Gaal en Pucela.

Xavi volvió a marcar el sábado en Valladolid y el Barça salió campeón de invierno. Los azulgrana meten (49 por 59) y encajan menos tantos (10 por 13) que la temporada pasada, de manera que Valdés continúa líder del Trofeo Zamora y Messi ha sustituido a Eto'o como pichichi. Al equipo seguramente se le mira diferente o, al menos, sus rivales le juegan de manera más atrevida, como si le hubieran perdido el miedo. Los jugadores azulgrana, sin embargo, responden con la misma fiabilidad. No solamente mantienen el liderato, sino que han ganado las dos Supercopas, la española y la europea, y el Mundial de clubes. Desde que perdió en el Camp Nou contra el Sevilla en la Copa, el Barça cuenta 13 goles a favor por ninguno en contra, prueba de su compromiso y ambición, la mejor manera de responder a las dudas.

En cada partido encuentra una solución diferente a los problemas. La llave del triunfo en Valladolid recayó en Alves, goleador y asistente, participativo en los tres goles del equipo, siempre bien resguardado por Víctor Valdés, excelente como portero y también como jugador de campo.

La marcha que han puesto los grandes resulta muy difícil de seguir para la clase media. Al Sevilla le costó ganar al Almería, el Valencia no pasó del empate en Tenerife, el Mallorca necesitó un penalti que no lo fue para empatar con el Espanyol, el Atlético la pifió por vez primera en su visita a Getafe, que ha cumplido una vuelta excepcional, y al Deportivo le salió cara su victoria sobre el Athetic. Riazor se quedó compungido por la lesión de Filipe, un chico estupendo, un buen futbolista. El lateral acudió al remate cuando Iraizoz se le cayó encima de un tobillo y le rompió el peroné. Una acción fortuita que presidió la jornada hasta que irrumpió Cristiano, héroe y villano en el Bernabéu.