LAS CLAVES DE JOHAN CRUYFF
No se debe exigir la Champions
Lo extraordinario del Barça no es que ya haya ganado el doblete y que esté a un paso de la Champions. El mérito es haberlo conseguido con una fórmula de juego espectacular. Es el ejemplo a seguir.
El éxito del Barça es el éxito de muchos.
De Guardiola, del que apostó por él, de los jugadores, del equipo de trabajo de Pep, del método y de la forma. En cualquier caso, la cuestión no es a quién colgamos la medalla, sino la repercusión que este Barça pueda tener en los demás. Del ganador se espera que la gente le siga, que le imite. Y copiar no es pecado si el original es muy bueno. Del Barça me quedo con dos cosas. Una, su filosofía de juego. Atractiva y eficaz a la vez. Como equipo grande, ha sabido cumplir con una de las obligaciones de los más grandes: hacer disfrutar a todo el mundo. La otra, llegar a ello con muchos jugadores de la casa. Espectáculo y cantera con rendimiento final. Para mí, la fórmula perfecta. Pero cuidado con un detalle: la fórmula Barça no dejará de ser buena si no hay títulos. El resultado, el dichoso resultado que tantos defienden por encima de todo, es una cosa fictícia. Y lo es porque en una Liga de 20 solo gana uno. Y en una Champions con 32 equipos de salida solo vence uno. Por tanto, la obligación de los más grandes no es ganar sí o sí porque solo uno lo hará. Su obligación es, o tendría que ser, la de luchar por ello pensando en el bien del fútbol y de la gente que lo sigue. Es decir, abriendo una vía clara hacia la diversión. ¿Por qué conformarte con ganar 1-0 si puedes ganar por más? ¿Por qué ser prudente si a la gente lo que le gusta son los goles? Nada hay más atractivo en este deporte que el gol. Lo primero no es defender. Lo primero es atacar mucho y bien. Ahí empieza tu defensa, cerca de la portería rival, nunca en la propia.
Dar espectáculo
Me alegra que sea el Barça el que marque la línea a seguir. Pero diría exactamente lo mismo de cualquier otro equipo si su apuesta fuera la misma. La cuestión no es quién lo hace, sino que hay alguien que lo hace: demostrar al mundo del fútbol que es posible ganar siendo valiente, atacando y haciéndolo con una parte importante de la plantilla con gente de la base. ¿El modelo inglés? Lo siento, pero por más que vayan colocando finalistas y semifinalistas en la Champions en los últimos años, no lo compro. Y no lo compro no por su estilo en el campo, sino por los jugadores que veo en el césped. La gran mayoría, fichados fuera. Ingleses jugando en los cuatro grandes de Inglaterra, poquísimos. Solo hay que repasar las plantillas de Arsenal, Liverpool, Chelsea y Manchester United. Se resiente su equipo nacional --fuera de la última Eurocopa-- y el fútbol en general porque fichan tanto fuera que debilitan la competencia. Y la debilitan porque sí, ya que es imposible que todo lo que compran pueda jugar. El mes que viene hay elecciones al Parlamento Europeo. Me gustaría escuchar de algún candidato que recoge lo del 6+5 (en el campo, siempre seis jugadores seleccionables para tu país, más cinco extranjeros, sean o no comunitarios). Me gustaría que algún aspirante a europarlamentario recogiese esta idea, que se comprometiese a luchar por cambiar las leyes en este sentido.
Dos cosas distintas
Nada. Una cosa es la libre circulación de trabajadores en Europa y otra, la de los deportistas profesionales. Trabajadores los hay a millones. De profesionales del fútbol, una cifra irrisoria. Por poner dos ejemplos: Holanda, 16 millones de habitantes y solo 800 futbolistas profesionales entre Primera y Segunda. España, 46 millones y solo 1.050 profesionales del fútbol entre Primera y Segunda A. Pon 6.000 más si coges los 12 grupos de Segunda B. No hay comparación posible. Millones (trabajadores en general) frente a unos pocos miles (futbolistas profesionales). Defender esto es velar por la formación de jugadores del país, de cada país. Elevarás el nivel de las selecciones, aumentarás la implicación de los futbolistas con los equipos donde han crecido y estrecharás vínculos con las aficiones. Y de rebote, frenarás el tráfico de niños, de esos miles de aspirantes a futbolistas profesionales que se llevan de un sinfín de países pobres y solo llega una milésima parte. El resto, casi todos, ve a saber dónde en qué condiciones quedan.
El triplete, excepcional
Ojalá lo ocurrido esta temporada en el Barça sirva de algo en este sentido. La constatación de que con gente de la casa se puede estar arriba del todo. Si luego cae la Champions del día 27, perfecto, porque reafirmaría más esta línea de trabajo. Si no es el caso, exigencia cero de Champions. Al menos por mi parte. El triplete es excepcional. Y una cosa es excepcional cuando nunca se ha logrado antes, como es el caso. Nunca un equipo de la Liga española lo ha conseguido jamás. Nunca. Con Liga y Copa, temporada más que justificada. Más que por los títulos en sí, por la forma de llegar a ellos.
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