Minguella: "Laporta ha dejado pequeño a Núñez en cuanto a falta de transparencia"

Minguella: "Laporta ha dejado pequeño a Núñez en cuanto a falta de transparencia"

Pocos saben de fútbol más que él. Igual quizá sí. Josep Maria Minguella ha querido aprovechar su dilatada experiencia en el mundo del fútbol como técnico, agente y comentarista para escribir unas memorias con las que relata algunos de los capítulos históricos de su equipo del alma, el F.C.Barcelona.

Casi toda la verdad es el libro con el que Minguella narra aspectos inéditos de los años de gestión de Josep Lluís Núñez o Joan Gaspart como presidentes. También hay capítulos destinados a dos de sus operaciones más exitosas, la llegada al club de Maradona y el búlgaro Stoichkov.

Sus juicios a la actual directiva encabezada por Joan Laporta y las reflexiones sobre las intrigas económicas de organismos internaciones como la UEFA o la FIFA, representan las páginas más críticas de un libro con muchísimas anécdotas y que resume dos de las grandes virtudes de Minguella, su tremendo sentido del humor y su inagotable pasión por un deporte que, en nuestro país, es ahora más rey que nunca.

-Cuénteme Minguella, en esto del fútbol, ¿es imposible saber toda la verdad o es que la verdad es relativa según quien la explique?-

Con este libro he intentado dos cosas. Una, explicar todo lo que recuerdo de estos más de 30 años de experiencia, y hacerlo con la máxima claridad posible. Creo que nadie podrá decir que algo no ha sido así, o que lo he explicado al revés. Luego, es verdad que hay cosas que podrían afectar a terceras personas, y a mi me pareció que no tenía derecho a implicarles, así que he decidido omitir según que anécdotas. Además, yo no puedo pretender tener toda la verdad, sería muy pretencioso por mi parte. (Sonríe).

-Estaremos de acuerdo en que el fútbol ha cambiado mucho en pocos años. ¿Cuál es el origen de estas cifras astronómicas que se mueven actualmente, la sentencia Bosman, la mala gestión de los clubes o la evolución de la economía global?

-Es un conjunto de todo. El hecho de que un jugador al cabo de un año o dos pueda quedar libre hace que tenga un valor económico de mercado muy superior a cuando estaba ligado con un contrato para toda la vida. Esto por si solo no sería tan relevante si no hubieran entrado en los últimos años y con mucha fuerza, los derechos de televisión, que son los que aportan grandes cantidades de dinero y que, de forma mayoritaria, van a parar a los contratos de los jugadores. Uniendo estos elementos, tenemos estas cifras astronómicas que a mi me parecen en algunos momentos muy exageradas.

-¿Por qué asegura en su libro que la profesión de agente ha sido maltratada?

-Como en todo, hay gente, y que es la mayoría, que actúa de forma correcta, pero también la hay que no lo es, y pretende engañar a algún jugador o a un determinado club. Este mundo del fútbol, como es tan popular y abierto, ha hecho que la actuación desafortunada de gente concreta tenga mucha más repercusión que la de otras personas. En fútbol, no hay una normativa sobre el precio de las cosas, un jugador puede costar en un momento determinado cuatro millones de euros, crecer, y al cabo de seis meses o un año, un club con mayor poder adquisitivo pagar doce por él. Si aquí no eres honesto, puedes crear unas diferencias que entran dentro del mal hacer de la actividad. Desgraciadamente, todavía se dan casos así, el más actual es el fichaje de Robinho por el Manchester City. Creo que en esta operación, se miró más los intereses personales que no el bien del jugador que ha ido a parar a un equipo sin trascendencia. Eso es lo que contribuye a esta mala imagen.

-Son las famosas comisiones…

-Sí, pero es que comisión es la palabra que lo engloba todo, y de comisiones hay en todos los sitios, en los bancos, sin ir más lejos. Y todos trabajamos con el banco. En cambio, en fútbol parece que la palabra comisión sea maldita. Lo que pasa es que en esto, existe por parte de los clubes, una falta de control a consecuencia del interés que tienen en fichar a un determinado jugador y eso contribuye a unas comisiones desmesuradas que a mí, a pesar de haber estado en el otro lado, me parecen totalmente desafortunadas. Creo que se deberían de aplicar unas cifras para pagar un porcentaje sobre el traspaso o sobre lo que gane el jugador. No aprovechar el momento que el club quiere comprar a un jugador para extorsionarlo con unas cifras exageradas.

-Usted asegura que es culé, aunque hay muchas personas que lo ponen en duda…

-Es algo que no voy a poder evitar nunca. Me moriré con ello, con gente que piensa que no he actuado bien con el Barça, y son personas que no conocen bien las situaciones. Cuando uno es agente del jugador, tu cliente es el jugador y debes defender los derechos del jugador, sea con el Barça o con cualquier otro club.

-¿Cómo consigue un agente que es partidario de un club, como es su caso, equilibrar los intereses profesionales con las creencias personales? Dicho de otra forma, ¿qué hace primero, mirar el negocio que significa cerrar una operación o valorar la ventaja de que un club como el Barça no se desprenda de uno de sus cracks?

-Al final, casi siempre, lo que define una operación es la voluntad del jugador. Si Kaká se ha quedado en el Milan, estoy seguro de que es una decisión del jugador. Por lo que a mi se trata, siempre he tenido muy claro, empezando por Maradona, que si había un jugador que yo entendía que era interesante para el Barça, al primer equipo al que se lo ofrecía era al Barça. Nunca he especulado con eso y nunca me he llevado a otro sitio un jugador que el club azulgrana quería, nunca. El caso Figo no hubiera sido posible conmigo. Creo que, afortunadamente, he beneficiado más que perjudicado al Barça en todos estos años, esto hace que me sienta tranquilo y orgulloso.

-¿Es cierto que desestimó llevar al jugador del Real Madrid, Raúl González?

-Tenía cierta relación con Raúl y con su familia porque llevaba a De la Peña y eran de la misma generación. Hubo un momento en que él rompió con Fermín, su representante, y me planteé la posibilidad de tenerlo. Pero para evitar los malentendidos típicos del fútbol, nunca di el paso y nunca llegué a plantear a su familia esta posibilidad porque me pareció poco conveniente.

-En la portada del libro sale retratado con Maradona y Stoichkov, ¿son las dos operaciones que más le han marcado como agente?

-El fichaje de Maradona significó un impulso muy importante porque en aquel momento yo empezaba, era el año 76, y le conocí en el 77. Fue una palanca publicitaria muy importante, tanto para América como para Europa. Cuando vino aquí teníamos una relación muy intensa, vivía cerda de aquí, y de hecho todavía hoy hablamos de vez en cuando.

-En su libro cataloga su traspaso al Nápoles como "un error deportivo histórico"…

-Siempre lo he pensado, es así. Cuando consigues tener un jugador de este nivel en tu plantilla las valoraciones extra deportivas hay que intentar arreglarlas, taparlas o solucionarlas. Es más fácil arreglar este tipo de dificultades que no encontrar un jugador de su nivel. Maradona podía haber estado en el Barça siete u ocho años, hubiera marcado una época seguro.

-Háblame ahora del jugador búlgaro. ¿Ha sido el fichaje más rentable de la historia del club teniendo en cuenda lo poco que costó, los años que dio en can Barça y el precio por el que se acabó traspasando al Parma?

-Pienso que sí. Un jugador que viene por unos 300 millones a pagar en cuatro años, el equipo con él gana cuatro ligas y una Champions y luego es traspasado por tres veces más de lo que te ha costado, es, sin duda un gran negocio. También lo hubiera sido Rivaldo si se hubiera aceptado la oferta de la Lazio de 8.000 millones de pesetas. Es la base de una buena dirección de un club, comprar jugadores importantes cuando son jóvenes y no muy caros, tenerlos durante un proceso de 4 o 5 años y traspasarlos cuando el jugador empieza su decadencia. Es lo que hizo el Arsenal con Henry, por ejemplo.

-Resuélvame un misterio señor Minguella. ¿Por qué el Barça siempre acaba mal vendiendo a sus cracks que suelen salir del club por la puerta falsa?

-Bueno, creo que los clubes grandes no saben vender mucho, son mucho más compradores que vendedores. Pero dentro de esto hay matices que sí que se pueden controlar. El Arsenal o el Manchester son ejemplos de ello. Me viene a la mente el holandés, Van Nistelrooy, por ejemplo. El Barça pone a los jugadores a un nivel impresionante, hasta al punto que luego no se pueden tocar porque la masa social se te tira encima. Creo que falta asumir cuál es el momento idóneo para hacer el traspaso sin que los dirigentes tengan miedo de tomar la decisión de que el jugador se vaya. Eso sí, antes de asumirlo, debes tener controlado a un sustituto, porque sino lo que no harás es rebajar el nivel competitivo del club.

-Interpreto por su reflexión que los que creen que Messi acabará su carrera deportiva en el Barça pueden esperar sentados…

-Messi es muy joven y tiene todavía mucho recorrido. Creo que va a tener seis o siete años seguros en el Barça, luego ya se verá. No quiero decir con esto que Messi no pueda ser una excepción porque empezó muy joven con el club, es de la casa, y lo normal sería que fuera la base del equipo hasta que se retirara.

-¿Usted es de los que se ha sorprendido con el sello que Guardiola le ha dado a este equipo o sus conocimientos futbolísticos también preveían una primera vuelta como esta?

-Me ha sorprendido mucho. Tengo el criterio de que hoy en día no hay ningún entrenador que garantice un gran rendimiento y que asegure títulos. Si el entrenador es nuevo este riesgo es más grande. Este era mi planteamiento frío a principios de temporada. Una vez ha empezado, solo puedo decir que el trabajo de Guardiola está siendo excelente, la forma como lleva el equipo y las relaciones con la premsa es increíble. No sólo por los resultados, da la sensación de que es una persona con las ideas muy claras y que le están saliendo las cosas perfectamente y que además parece que tenga una madurez que no debería tener por su falta de experiencia.

-Tengo la impresión de que si ahora le pregunto por Joan Laporta el discurso cambiará. ¿El principal pecado del presidente es que no escucha a los socios, tal y como denuncia en su libro?

-Laporta ha dejado pequeño a Núñez en cuanto a falta de transparencia. Pero lo que a mi me ha sorprendido más es que no haya respondido a lo que él había explicado o vendido sobre cómo debía ser el Barça. Núñez ya no explicaba nada, pero él tampoco. Hay cosas que no se saben cómo se hacen, que si el tema del "seient lliure", la venta de entradas…Ni por educación contesta a las cartas de los socios.

-Usted compara en su libro los órganos de gobierno y propagandísticos del club con los de una dictadura. ¿No se ha pasado un poco?

-A mi me han puesto demandas, era otra época, eso sí, los primeros años de Laporta. Su forma de actuar era intentar forzar al que no estaba de acuerdo con él, presionarlo. También a los periodistas. En mi caso, como que no me podía echar, me interpuso demandas judiciales. Esto es muy lamentable en un club presidido por una persona que dice que fomenta la solidaridad y el comportamiento civilizado. Luego ves que no tiene nada que ver lo que dice con lo que hace.