Penya Barcelonista de Lisboa

dimarts, de gener 27, 2009

MI VERDAD, por Josep Ma Casanovas, director del diari SPORT



El tridente de oro, otro éxito de Guardiola
Josep Maria Casanovas


MESSI, EL CRACK.

La clase y el olfato de gol de los delanteros es algo que se tiene o no se tiene y, en estos momentos, el Barça tiene a los mejores en sus puestos. Messi es la gran figura, el mejor futbolista del mundo que no para de crecer; Eto’o, el goleador por excelencia del fútbol mundial y Henry, el crack que ha tenido que adaptarse a un nuevo estilo y que en cuanto lo ha logrado está dando un gran rendimiento. Los tres han marcado más goles que todos los equipos de las grandes Ligas europeas, lo que da la auténtica dimensión de su categoría. Pero, ¡ojo!, que detrás de todo esto está el trabajo de un entrenador que sabe sacar lo mejor de cada uno de ellos. Guardiola tuvo claro desde el principio que ellos tenían que conformar el tridente atacante de su Barça y decidió tratar a cada uno de forma específica. Con Messi, por ejemplo, gestionó de maravilla el problemilla de los Juegos Olímpicos. Habló con él, le dio confianza y pactó una relación que está dando grandes frutos. Pep tuvo que hacer más de una reunión con Messi para conocerle a fondo, para ver qué había más allá de esa persona aparentemente tímida y retraída. Y de esos diálogos surgió una excelente química entre ellos, hasta el punto de que Leo le está ahora agradecido de que le controle las dietas, los horarios, la preparación física..., pues, no en vano, es la primera vez que en siete meses no ha tenido ni una lesión. Aquella frase de Pep que un día pasará a la historia: “Messi nos hace mejores a todos”, lo explica todo.

ETO’O, EL GOL.

Cuando Guardiola fue presentado como entrenador del primer equipo, Eto’o estaba colgado del alambre, marcado por muchos como uno de los culpables de los males del pasado y en la misma lista de los que había que traspasar para hacer limpieza. Afortunadamente, Samuel decidió jugar con las cartas boca arriba y encontró a un entrenador que le valoraba como futbolista y estaba dispuesto a darle una oportunidad como persona. Pocos dudan de que Eto’o sea el mejor goleador del mundo, pero tampoco hay demasiados más que no crean que es un jugador difícil de llevar. Guardiola ha hecho el esfuerzo para entenderle, le ha dado confianza y ahora tiene al goleador motivado, que es tanto como decir una garantía de éxito. Pep le ha hecho comprender que Messi tiene un papel y él otro, diferente, que no menos importante, y la relación funciona como una seda.

HENRY, LA SUPERACION.

El francés era otra patata caliente para el nuevo entrenador. Después de un primer año decepcionante, por no decir de auténtico fiasco, Tití estaba perdido y su futuro tampoco estaba claro. De haber salido una buena oferta en verano, que no salió, se le hubiera vendido sin ninguna duda, pero Guardiola era de los pocos que aún creían en él. El secreto es que Guardiola siempre ha admirado a los que son mejores futbolistas que él y en Henry, además, veía clase y elegancia. Así que decidió recuperarle psicológicamente en la convicción de que la clase futbolística volvería por sí sola. En este escenario, el jugador se encontró con más fuerzas para superar las críticas y la difícil adaptación a una nueva ciudad y a otro sistema táctico. Henry ha sido el reflejo de lo que se puede lograr con espíritu de superación. Y hay que agradecérselo.