Penya Barcelonista de Lisboa

dijous, de maig 22, 2008

LA FINAL DE LA LIGA DE CAMPEONES|DESENLACE POR PENALTIS|MADERA DE CAMPEÓN


El Manchester suma su tercer título después de que el Chelsea rematara dos veces a los postes

MANCHESTER - 1CHELSEA - 1

Trece años después de coronarse campeón de Europa con un equipo de niños, el abuelo de la final de Moscú logró su segunda Champions. Edwin van der Sar, el hombre que protegía aquel Ajax descarado de los De Boer, Kluivert, Overmars y compañía en 1995, aquel Ajax en el que se retiraba Frank Rijkaard, salvó ayer a Cristiano Ronaldo de la vergüenza y rescató al Manchester del precipicio al que le había abocado la gran estrella.Van der Sar, a sus 37 años, estiró sus 195 centímetros hacia el lado derecho para detener el penalti de Nicolas Anelka, sumar su segundo título del campeón y darle también a sir Alex Ferguson --el segundo entrenador más viejo de la historia-- su segunda corona, la tercera del United.Un epílogo dramático, como son todos los partidos que se dilucidan desde la tanda de penaltis, fue el desenlace de la primera final inglesa de la historia. Se la llevó el United, pero se la mereció tanto o más el Chelsea, que remató dos veces al poste. La mala fortuna no acabó ahí. John Terry tuvo en sus botas el lanzamiento del título, pero resbaló al lanzar el penalti. Lloró Terry y lloró Cristiano Ronaldo. Ferguson y Van der Sar, los mayores, reían sin parar.Las viejas cuitas que arrastraban de sus enfrentamientos domésticos --tres esta temporada, con una victoria para cada uno y un empate resuelto por el United por penaltis-- se atisbaron muy pronto y no acabaron hasta que ya era de madrugada en Moscú. En menos de 20 minutos hubo dos trifulcas y Scholes sufrió un corte en la cara. Era previsible también, en dos equipos físicos y que ponen el pie con fuerza, que abundaran los choques. La batalla, porque en realidad fue una batalla, acabó con ocho amarillas y una roja a Drogba por abofetear a Vidic.Pero también se vieron pronto las diferencias de estilos. Solo al principio. El Manchester exhibió un fútbol más elaborado, más combinativo, mientras que el Chelsea mantuvo su apuesta del juego directo de área a área. El dominio, lógicamente, correspondió al poseedor del balón y las mejores ocasiones correspondieron a los diablos rojos. Después del gol de Cristiano Ronaldo, el United pudo sentenciar el duelo con dos remates consecutivos de Tévez y Carrick. Sin ese afán constructivo el Chelsea equilibró la contienda. En la segunda vez que pisó el área, gracias a una doble carambola afortunada. Un disparo de Essien rebotó en la espalda de Vidic, luego en la de Ferdinand y el balón quedó muerto en el área. Van der Sar resbaló cuando iba a atraparlo y Lampard llegó antes.DOMINIO AZULEl panorama volvía a pintar bien para el Chelsea, aunque Grant advirtió que su equipo debería mejorar para convertirse en el primer israelí que levantaba la Champions. La imagen londinense cambió tras el descanso. El técnico quiso que su equipo mandara. Y mandó. Mucho más que el United, que fue reculando hasta verse arrollado por completo.Makelele fijó con fuerza su posición de mediocentro y Ballack y Lampard se desplegaron hacia adelante. Merecerlo no es conseguirlo. Se lo impidió el poste dos veces. Primero a Drogba (m. 77) y luego a Lampard (m. 94), ya en la prórroga. El enorme desgaste físico disipó las ideas de todos en el tramo final y los entrenadores se prepararon para la tanda de penaltis haciendo dos cambios en el último minuto. Uno de ellos fue Juliano Belletti, que transformó el suyo. Pero esta vez, el triunfo estuvo en las manos de Van der Sar.