Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, d’abril 27, 2008

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20 años del 'Motín del Hesperia'


La discusión sobre quién tenía que hacer frente a los pagos a Hacienda por las retenciones de los contratos de imagen de los jugadores, una figura incipiente hace 20 años y que había dejado de ser opaca al fisco, provocó que el 28 de abril de 1988 toda la plantilla profesional del FC Barcelona (excepto tres jugadores) y su entrenador se reunieran en el Hotel Hesperia donde, en un comunicado oficial, pidieron la dimisión de la junta directiva de Josep Lluís Núñez.
Hace 20 años, pues, se produjo el conocido popularmente como "motín del Hesperia", tras el cual se fraguó la que sería época más exitosa del club, ya que a partir de aquellos hechos hubo un golpe de timón en la dirección del club, que culminó con la aparición de una plantilla que deslumbró a principios de los noventa y ganó cuatro Ligas y una Champions.
Los hechos que nos ocupan tuvieron su origen tras la malhadada final de la Copa de Europa de Sevilla, donde el Barça perdió en los penaltis contra el Steaua de Bucarest. Aquella noche Bernd Schuster se fue del estadio y de Sevilla por su cuenta. Este hecho fue el que hizo rebosar el vaso de la paciencia de la directiva, que instó la resolución de su contrato en los tribunales. Schuster por aquel entonces ya se había comprometido por bajo mano con el Real Madrid, como se supo más tarde.
En el intercambio de 'golpes' que hubo en el contencioso se produjo una filtración del abogado del jugador, Jacint Soler Padró, a 'La Vanguardia' que publicó el contrato de imagen manuscrito del alemán, algo que también tenían otros jugadores del primer equipo.
La instrucción de la demanda laboral por despido improcedente en el caso de Schuster hizo aflorar ante los tribunales este contrato de imagen, una fórmula de pago habitual ya en aquel tiempo en muchos países, pero no en España, y que había importado el directivo Juan José Folchi. El hecho tampoco pasó inadvertido a ojos de Hacienda, que decidió investigar nosólo al Barça, sino también a los demás clubs, así como otras estrellas del deporte en España.
El Barça fue, en efecto, el pionero de los contratos de imagen como un complemento de retribución. Pero en España no sólo no había nada legislado, sino que tampoco se había establecido qué porcentaje de la retribución total de los deportistas se podía imputar como derechos de imagen.
Con el tiempo, Hacienda regularizó este tipo de contratos que ahora no pueden suponer más del 15% del total de las retribuciones de un deportista, aunque sí admitió que la retención sería la propia del impuesto de sociedades (un 35%) en lugar del tipo máximo de IRPF (en el 54% entonces).
Inmediatamente Hacienda comenzó a investigar no sólo al Barcelona, sino también a otros clubs que habían copiado la fórmula, dado que las cantidades de esos contratos además no estaban declaradas en su integridad y, por tanto, eran opacas a Hacienda.
En el caso del Barça el club llegó a un acuerdo con los profesionales de las secciones (baloncesto, balonmano y hockey sobre patines) para asumir a partes iguales el pago y regularizar la situación.
No ocurrió lo mismo con los del fútbol que, encabezados por los capitanes Alexanco, Víctor y Gerardo, se cerraron en banda y exigieron que el pago del total de los impuestos corriera por cuenta del club. El entrenador, Luis Aragonés, apoyó a los jugadores.
Acoso de Hacienda
El acoso de Hacienda (citaciones, actas, etc...) provocó el nerviosismo de la plantilla. La crisis fue "in crescendo" a medida que pasaban los días hasta que el jueves 28 de abril toda la plantilla se reunió en el Hotel Hesperia, donde se convocó a los representantes de los medios de comunicación para lanzar un manifiesto en el que se pedía la dimisión del presidente Núñez, aunque en él no se citaba claramente el origen del problema, o sea, el pago de los impuestos. Sólo al final de la nota se hablabade "recuperar un club serio que resuelva los problemas personales, profesionales y económicos que puedan plantearse"
No hacía un mes que los jugadores habían ganado la Copa del Rey, en una final jugada en Madrid contra la Real Sociedad. Alexanco fue el autor del gol de la victoria. Los jugadores esperaban que ese triunfo les reportara una mayor magnanimidad por parte de la directiva en tan enojoso asunto, pero Núñez se mantuvo firme en su propuesta de compartir el pago de los impuestos porque, dijo, "en el Barça yo administro el dinero de los socios, que es sagrado, y no el mío".
En la reunión estuvieron todos los jugadores de la plantilla excepto tres: Gary Lineker, que no había regresado aún de un encuentro con la selección inglesa; López López, convaleciente de una intervención quirúrgica, y Bernd Schuster, del que todavía no se sabe qué motivos tuvo para no asistir.
Tres días después los amotinados tuvieron que hacerle el pasillo en el Camp Nou al Real Madrid, virtual campeón de Liga, en medio de una bronca atronadora.
Al final el asunto se solucionó con la negociación del club con cada jugador por separado. Tras aquel episodio hubo un despido masivo pactado de jugadores y la renovación de la plantilla. Y Cruyff sustituyó a Luis en el puesto de entrenador.
Se había puesto la semilla del Dream Team