Penya Barcelonista de Lisboa

dimarts, de juny 12, 2007

Una liga indescifrable


Una liga indescifrable


El Madrid menos goleador de los últimos siete años tiene en sus manos esta Liga extrañísima que el Barça ha dejado volar incapaz de retenerla. Equipo más realizador del campeonato y el segundo menos goleado, a un tanto del Getafe, el conjunto azulgrana ha perdido cualquier semejanza con el grupo que se paseó por la Liga en las dos últimas temporadas. Si entonces el Barça alcanzó cada curso las 25 victorias, en éste se ha estancado en las 21. Y si en los dos años anteriores superó los 80 puntos al cierre del ejercicio (84 y 82, respectivamente), a falta de una jornada suma ahora 73. La flojera azulgrana la ha aprovechado casi por inercia un Madrid raquítico en comparación con su era galáctica.


Pese a disfrutar del pichichi -Van Nistelrooy ha marcado 25 goles, a uno de Totti como bota de oro europeo-, el conjunto blanco ha endurecido su coraza para ganar contundencia a cambio de sacrificar el juego ofensivo y la estética. Este Madrid de Capello ha celebrado 18 goles menos que el ganador de la Liga de 2001 y 23 menos que en su último campeonato triunfante, en 2003, ambos títulos con Vicente del Bosque.

El descenso rematador es sangrante en el Bernabéu. El Madrid ha mantenido sus constantes realizadoras como visitante, pero, enfrentado a su público, el equipo anda desenfocado: 53 tantos como local en 2001 y 52 dos años después por sólo 29 esta temporada, a la espera de engordar ligeramente la cifra el domingo contra el Mallorca. Aquel Madrid libre de ataduras ha dado paso a un equipo mucho más industrial en que la voz cantante la llevan jugadores como Emerson y Diarra. De ahí que el número de tarjetas amarillas y rojas (ocho expulsiones más este curso que en 2001) se haya disparado, por más que el de infracciones sea similar. Cuestión de contundencia. De ahí, además, que el Madrid sea el segundo equipo que más faltas comete de la Liga. Sólo el Levante le supera a la hora de demoler al contrario. Y de ahí, también, que la posesión del balón, al que el Madrid no hace excesivo caso, sea hasta nueve minutos por partido menor que en 2003.

En la otra orilla, el Barça echa la vista atrás y recuerda un sonrojante precedente: el equipo azulgrana de la temporada 1983-84 ha sido el único en la historia que no ganó el campeonato pese a cerrarlo como el máximo goleador (62 tantos) y el menos goleado (28). Al equipo de Menotti le superaron el Athletic y el Madrid en una Liga igual de ajustada que ésta, con los tres equipos apretados en dos puntos. Los goles de Maradona, Schuster y Marcos apenas valieron para celebrar la Supercopa de España.

Como entonces, este Barça de Rijkaard es el más prolífico de la Liga (73 dianas), además del segundo menos goleado, pero ni eso le ha bastado para mantenerse en un liderazgo que ha disfrutado durante 25 jornadas. A diferencia de sus dos títulos anteriores, el Barça ha penalizado sumar más empates (10) y menos victorias. El equipo sería líder si las victorias contaran por dos puntos en vez de por tres, señal de que ha pagado en exceso las igualadas. Sobre todo, las dos últimas en el Camp Nou, contra el Betis (1-1) y el Espanyol (2-2), ambas concedidas en el último minuto. Si hubiera ganado cualquiera de esos encuentros, el conjunto azulgrana sería líder. Ni los goles de Ronaldinho, que ha marcado 20 tantos en su curso más realizador en el Barça, ni los chispazos geniales de Messi han mantenido al vigente campeón en el primer puesto. "Curiosamente, al equipo más goleador de la Liga le ha faltado un gol para ganarla. Si un solo tanto de los que marcamos al Atlético [0-6] se lo hubiéramos marcado al Betis o el Espanyol, seríamos líderes", asume un técnico del Barcelona. "No es una excusa. Lo hemos hecho mal y hemos echado de menos los diez goles que habría marcado Eto'o si no se hubiera lesionado. Pero, además, hay otra razón. La federación dice que la diferencia particular de goles es la que decide en caso de empate. Ahí nos gana el Madrid. Pero, si decidiera la diferencia general de goles, como en casi toda Europa, ganaríamos nosotros. No se premia al que más ataca", explica el ayudante de Rijkaard. "Pero es que el total de goles no significa más efectividad. El Madrid ha sacado más provecho con menos tantos", argumenta Bakero, ex jugador del Barça y ex técnico de la Real Sociedad.

El Madrid depende de sí mismo para levantar una Liga irregular en la que no bastan los mejores números, sino que priman los momentos. El gol de Roberto Carlos en Huelva, el de Tamudo en Barcelona o el penalti fallado por Ronaldinho contra el Sevilla han pesado más que cualquier cuestión de estilo o filosofía de juego. El Barça ha sido incapaz, además, de salir airoso en sus duelos con sus rivales directos. "Ha goleado a los equipos pequeños, pero ha caído con los de arriba. Esta Liga se gana por pocos goles", comenta Ziganda, entrenador de Osasuna. "El Madrid", añade Zubizarreta, ex portero del Barça y ganador con el Athletic de la Liga de 1984, "ha hecho valer sus pocos goles, ha sido más sólido. El Barça ha pagado su desequilibrio".

Con todo, Luis Aragonés, el seleccionador español, aún concede posibilidades al Barça, al que entrenó en su día. Ayer, en un acto en el Salón del Automóvil de la capital catalana, respondió a un periodista: "Tú das la Liga por perdida. Yo, todavía no. También le estoy agradecido al Barcelona. Soy más de aquí que de allá".