Amo y señor

Amo y señor

Lionel Messi demuestra todos los fines de semana que es el mejor del mundo. Hoy, en otra estupenda exhibición convirtió tres goles en el triunfo del Barcelona sobre el Zaragoza, por 4-2 como visitante. Tan grande fue lo de Leo, que hasta la hinchada local lo aplaudió de pie.

De entrada nomás pegó Leo, cuando a los 4 anticipó y conectó de cabeza para poner a su equipo 1-0 arriba y allanar el camino a la victoria del Barcelona. Ya en el segundo tiempo, a los 21, cuando el local iba con muchas ganas en busca del empate, Leo guapeó la pelota en mitad de cancha, desairó a su marca, se metió dentro del área y enganchó dos veces y definió con un remate cruzado, inatajable para el arquero Roberto. Ahí, muchos hinchas locales se sacaron el prejuicio y lo aplaudieron hasta quedar con las manos rojas, como los pocos fanáticos del Barsa, más acostumbrados a este tipo de actuaciones de La Pulga.

Si en La Romareda creían que habían visto todo estaban muy equivocados. Exactamente doce minutos después, Leo recibió de Iniesta y, antes de ingresar al área, enganchó hacia dentro y sacó otro zurdazo inatajable. Espectacular lo de Leo, quien así sumó su 25° grito en la Liga española (el 30° en la temporada con el Barça).

El Zaragoza se acercó con los goles de Adrián Colunga, a los 41 y a los 45. Pero Messi no iba a dejar que este estupendo día se viera opacado por un resultado adverso, que dejara al Barcelona sin la posibilidad de volver a compartir la punta de la Liga española con el Real Madrid. Y entonces volvió a aparecer. Hilvanó una gran jugada por derecha y fabricó un penal (mal cobrado) que Ibrahimovic se encargó de transformar en el 4-2 definitivo.