Penya Barcelonista de Lisboa

dimecres, de març 04, 2009

Vuelta de las semifinales de la Copa del Rey


"El líder del Barça soy yo"
Guardiola se ofrece como escudo de los jugadores azulgrana en los momentos difíciles

"Me pone perder", soltó ayer Pep Guardiola para levantar la cabeza, mirar de frente a la realidad en la que vive el Barça y, por una vez, no sólo buscar un protagonismo al que había renunciado para señalar a sus futbolistas como responsables de la buena marcha del equipo, cuando se mostraba intratable, sino declararse legitimado para ser optimista. "Intuyo que seremos campeones", afirmó; "llevamos cuatro puntos de ventaja y volveremos a tener mayor diferencia. Si no ganamos, me comeré mis palabras y felicitaré al campeón".

Tras encadenar dos derrotas, el entrenador azulgrana dio ayer un paso al frente, se puso bajo el foco y asumió protagonismo. Puede que Johan Cruyff no hubiera hecho exactamente lo mismo, responsabilizarse de lo que pueda pasar -"pierdo, tenéis razón; gano, la tengo yo"-, pero, como se esperaba del alumno más aventajado del ex técnico holandés, Guardiola movió ficha para combatir la presión a la que se ha sometido al Barça después de que su ventaja de 12 puntos en la Liga sobre el Madrid se redujera a cuatro.
La arenga empezó en el discurso que lanzó a los jugadores. "Creed en mí y en lo que os digo", pidió a sus muchachos como si fuera un mesías. "Lo habéis hecho, sabéis cómo se hace. No os pido que inventemos nada. Volvamos a lo que hemos hecho bien. Creedme, sólo hay un camino y lo conocemos", dijo a sus futbolistas, a los que liberó en una rueda de prensa que a menudo pareció una misa gospel. "En este equipo, la vaca sagrada soy yo", dijo recordando un término muy cruyffista. "Yo soy el líder", prosiguió; "me seguirán y lo conseguiremos. No tengo dudas. Pero aquí estoy si las cosas van mal. Si las cosas no van finas, tiradme [los periodistas] a mí". Puede interpretarse como una actitud diseñada, una estrategia. "Si os mintiera, lo notarías. Soy como soy. Igual tenía que decir lo que debo, pero digo lo que pienso porque me siento más cómodo y especialmente optimista".
-¿Por qué?
-Ahora siento que tenemos muchas opciones de ser campeones de Liga, dijo.
Puede que el club no haya hecho nada por arropar al equipo desde la grada -sólo 25 seguidores viajan a Palma para la vuelta de la Copa-, pero se lo tomó con sorna: "Full, el avión va full" [lleno], bromeó.
Guardiola se llevó a todo el personal que tiene acceso a la zona de vestuarios, incluidos los lesionados. A Iniesta, que ayer recibió el alta y que hoy puede ayudar desde el banquillo, y hasta al último de los muchos currantes que miman a los futbolistas a diario: en total, más de 40 personas.

"Juntos hemos llegado hasta aquí y juntos hemos de llegar a la final", anunció Guardiola, al que le sobraban motivos para entrar ayer en el cuerpo a cuerpo con los periodistas

-"Crisis", titulaba un diario deportivo catalán mientras que en los madrileños se insistía en que el Barça tiene miedo-.

"No, yo no estoy cagado como dicen", avisó el entrenador antes de despreciar la posibilidad de perder un minuto tratando de incidir en los medios:

"Es vuestro negocio. Vosotros sabéis el nombre que hay que poner en cada momento. Lo siento mucho, pero creo en mi equipo, creo en los jugadores y creo en mí. Si pierdo, ganáis vosotros; si gano, gano yo".
No sabe Guardiola si el portero hoy en Mallorca será Pinto -ha jugado toda la Copa- o Valdés -necesita un gesto en estos momentos difíciles-, pero lo que tiene claro es que volverán a jugársela, con espacios a la espalda de la defensa y siempre siendo valientes, pese a llevar una ventaja de 2-0 de la ida.

"Vamos a atacar, atacar y atacar. Saldremos a por el partido", avisó; "se trata de volver a ser lo que hemos sido. Ambiciosos, agresivos...". Insistió: "No estoy aquí para pedir que crean en ellos [los jugadores], pero nadie me puede impedir que yo crea en este equipo. Lo siento".
Así las cosas, también le preguntaron por las declaraciones de Vicente Boluda, el presidente del Madrid, en las que da por hecho que el Madrid está sólo a un punto del Barça porque su derrota en el Bernabéu está asegurada:

"Ya acertó con el Liverpool", respondió Guardiola a la contra recordando el pronóstico del dirigente blanco cuando el equipo de Rafa Benítez jugó en su estadio, en el que ganó (0-1): "Aquí, 3-0, y allí les vamos a chorrear".