El decálogo de Guardiola

El decálogo de Guardiola

Los 10 pilares del estilo de Pep para el próximo año

1. Control sobre los fichajes, con fijación por el '9'
Pep Guardiola, aunque centrado en subir al B, ha mantenido varias reuniones con Txiki Begiristain para planificar la plantilla del primer equipo. El de Santpedor está al corriente de todos los movimientos pero tiene fijación especial por dos puestos: quiere a Martín Cáceres sí o sí como central y Adebayor es su favorito como 'nueve', un puesto que considera clave.
2. Dedicación absoluta, hay que dar ejemplo
Pep Guardiola es lo que se llama un 'enfermo' del fútbol, así que es de los que se lleva el trabajo a casa. Ese ímpetu vocacional le sirve además para dar ejemplo a los jugadores. Cuando el entrenador es el que más trabaja, los futbolistas menos sacrificados se quedan sin coartada. Las dobles sesiones serán más habituales, sobre todo en semanas con un partido
3. Sant Joan Despí, nuevo centro neurálgico
Será Pep Guardiola quien acabe con el lastre de entrenar asiduamente en La Masia, cuyo terreno de juego no cumple con las medidas reglamentarias. El Barça aprovechará por fin su Ciutat Esportiva para trabajar, instalaciones, por cierto, en las que los jugadores nunca se negaron a entrenar. Guardiola las conoce, ya que ha dirigido allí al B casi siempre esta temporada
4. Menos improvisación y más estrategia
El Barça de las últimas temporadas, con contadas excepciones, venía fiándolo todo a la calidad e improvisación de sus jugadores a la hora de crear peligro, anulando la posibilidad de generar ocasiones mediante jugadas ensayadas. Pep no desdeña ese camino, lo considera una herramienta útil para ganar. Con Pep, también habrá más vídeo y más puerta cerrada
5. Control total sobre el organigrama
Hay entrenadores que se rodean de gente de confianza (ayudantes, médicos, preparadores físicos, recuperadores...) y delegan en ellos sus funciones. Hay otros, como Guardiola, que, además de seleccionarlos, supervisan su trabajo y les exigen resultados. El de Santpedor ejerce un control total.
6. Más sesiones y más horas de trabajo juntos
Al hilo del punto anterior, Guardiola acostumbra a programar dobles sesiones de entrenamiento, con ello se asegura más trabajo y atar más en corto a sus jugadores, que se quedarían a comer juntos para hacer piña. El control de la dieta es otro factor importante en el manual del Pep entrenador. Las concentraciones previas a citas importantes serán también habituales.
7. Más castigos y multas pero más motivación
Frank Rijkaard se hizo célebre por su benevolencia para con sus futbolistas, algo con lo que Guardiola no comulga. Sin ser el paradigma de la mano dura (es siempre dialogante), Pep tiene claro que el principio de autoridad debe estar claramente delimitado. Las multas son aplicadas si se tercia pero la manera de evitarlas es la motivación constante del equipo.
8. Obesión por el grupo: hacer piña es básico
Es su reto como entrenador, mantener el difícil equilibrio del vestuario culé haciendo prevalecer el grupo por encima de individualismos. Para lograrlo tratará a todo el mundo por igual e ideará puntos de encuentro: con el Barça B, cada tres victorias seguidas invitaba a comer a la plantilla. Buen rollo sin agravios, el lema
9. Esto es el Barça y el balón manda, faltaría más
El Guardiola jugador se encargaba de hacer circular el balón a la máxima velocidad con los menos toques posibles, así que era de prever que sus equipos se le parecieran. El Barça de la temporada que viene no desatenderá la defensa pero querrá el balón, jugará con dos extremos abiertos y combinará más que driblará.
10. Vuelve la presión; los extremos trabajarán más
Guardiola quiere recuperar lo bueno del Barça que tocó techo en París, así que aplicar la presión sobre los adversarios, especialmente en su propio campo, será un objetivo a perseguir desde el primer entrenamiento. En ese sentido, los dos extremos tendrán más recorrido que en los últimos tiempos. Controlar a los laterales será a partir de ahora su obligación.