Penya Barcelonista de Lisboa

dimecres, d’abril 09, 2008

FC Barcelona, 1 - Schalke 04, 0


FC Barcelona, 1 - Schalke 04, 0

¡Gracias, Touré!
¡Misión cumplida!. El FC Barcelona se clasificó para las semifinales de la Liga de Campeones tras vencer al Schalke 04 gracias a un gol de Touré Yaya en un partido agónico (1-0).

180 minutos separan ahora a los de Frank Rijkaard de la gran final del próximo 21 de mayo. No será fácil porque, en el camino, ahora les espera equipo probablemente más temible y en forma del mundo: el Manchester United de los Cristiano Ronaldo, Tevez, Rooney y compañía, que venció por 1-0 a la Roma. La ida será el 23 de abril en el Camp Nou y la vuelta, el 29 de ese mismo mes en el 'Teatro de los Sueños': Old Trafford.Y si el Barça está, por décima vez en su historia, en las semifinales de la máxima competición continental, es en buena medida gracias a un jugador: Touré Yaya. Todo un ejemplo de profesionalidad, compañerismo y sacrificio. El marfileño, aquejado desde hace más de un mes de una lesión grave, una hernia discal que le obliga a jugar infiltrado, marcó el gol de la calma en un partido que, pese al triunfo final, fue mucho más sufrido y duro de lo esperado.

El Schalke, como Muhammad Ali

El Barça pasó a semis, sí, pero harían bien Frank Rijkaard y sus muchachos en repasar bien el vídeo del partido. Porque lo sucedido anoche en el Camp Nou tiene difícil explicación. Y si el rival, en lugar de este Schalke negado de cara a portería, hubiera sido cualquiera de los otros tres 'supervivientes' en la competición -Manchester, Liverpool o Chelsea-, la derrota estaría garantizada. La primera parte fue una tortura china, de las peores que se recuerdan desde la llegada del técnico holandés al banquillo en el 2003. No es una exageración. El Barça fue un muñeco en manos del equipo alemán, que pasó como un rodillo por encima suyo. El equipo azulgrana evidenció estar a años luz de su rival en el plano físico. A las lesiones de algunos de sus jugadores fundamentales -Messi, Ronaldinho, Deco, renqueantes Márquez y Milito, esta vez suplentes- hay que sumar el mal momento por el que atraviesan muchos otros, como Thuram, Abidal o Henry, sencillamente irreconocibles. El Schalke salió con la lección aprendida, y los vídeos que su entrenador, Mirko Slomka, hizo ver a sus discípulos -combates de boxeo de Muhammad Ali y la remontada del Liverpool al Milan en la final de Champions del 2005- parecieron surtir efecto. Los alemanes salieron en tromba y, durante 45 minutos, tuvieron maniatado a un Barça y desconcertante. Sólo la falta de puntería evitó el desastre.Y es que, pese al 0-1 de la ida, el Barça vivió al borde del ataque de nervios. Nada le salía bien. La entrada de Thuram por Milito -en el banquillo a causa de una pubalgia- cambió por completo el estilo en defensa. Reculados atrás, la distancia entre líneas era enorme, y así resultaba imposible trenzar jugadas. Menos aún ante el férreo marcaje al que fueron sometidos Xavi e Iniesta. Todos los balones divididos eran para el Schalke, que a base de fuerza y poderío físico se adueñó por completo del partido, llegando como y cuando quiso al área de Valdés. Hasta tres claras ocasiones para marcar tuvo antes del descanso: un chut raso de Altintop que Valdés desvió en dos tiempos, casi sobre la misma línea de gol (7'); un cabezazo a bocajarro de Kuranyi (13'), y otro disparo de éste en el área pequeña a centro de Rafinha, que salió fuera de milagro (21'). El asedio era tal que esta jugada hizo aflorar algunos pitidos y los primeros pañuelos de la noche en la grada...Touré, salvador

El Barça también dispuso de algunas opciones en jugadas aisladas, como un mano a mano de Xavi con Neuer que el meta alemán desvió a córner (12'). Pero, sin ímpetu ni ideas, su bagaje fue muy pobre. Suerte del gol de Touré. El marfileño estuvo providencial marcando el 1-0 al filo del descanso, en una jugada muy afortunada. Casi cómica. Él mismo inició la jugada, asistiendo hacia el lateral del área para Bojan. El canterano, tras internarse, disparó, el balón rebotó en Bordon y Krstajic lo despejó bajo los palos, pero Touré, llegando desde atrás, remató a la red en el área pequeña. El 1-0 devolvió la tranquilidad al Barça, y le permitió recuperar el resuello tras el descanso.

Puyol, sancionado... y pañolada por Bojan

El conjunto azulgrana tomó la iniciativa en la segunda mitad, aunque sin alardes. El Schalke pagó caro su esfuerzo. Y fue entonces cuando emergió con fuerza la figura del de siempre: Bojan Krkic. El canterano, de 17 años, sacó las castañas del fuego desquiciando por completo a los gigantes alemanes con su rapidez y movilidad, propiciando contragolpes que, por desgracia, nunca acabaron bien. Henry (49') e Iniesta (51') tuvieron el gol en sus botas.El tramo final estuvo marcado por dos circunstancias: Puyol fue amonestado por cometer una falta sobre Asamoah (63') y se perderá por sanción la ida de 'semis' ante el Manchester United. La otra fue el incomprensible cambio de Bojan por Giovani. Rijkaard sustituyó al de Linyola en el 72', cuando mejor estaba jugando, motivando el enfado de la afición, que reprochó su decisión con una sonora pitada y sacando sus pañuelos en las gradas. Ya en la recta final, Touré cedió su sitio a Henry (80'). El marfileño, renqueante, fue aclamado por el público, que le agradeció su esfuerzo. Y es que su gol al Schalke puede valer su peso en oro...