Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, de gener 28, 2007

"Tenemos que demostrar que merecemos el aplauso del público"


"Tenemos que demostrar que merecemos el aplauso del público"
Frank Rijkaard reclamó a sus jugadores la máxima entrega para que los pitos del último partido ante el Nàstic se conviertan hoy en aplausos


Una semana después de escuchar los silbidos de la afición, los futbolistas del Barça volverán a jugar esta tarde en el Camp Nou, en este caso para medirse al Celta de Vigo.

Lejos de recriminar su actitud a la afición azulgrana por el toque de atención que dio a los jugadores en el partido ante el Nàstic de Tarragona, Frank Rijkaard pidió a sus pupilos que reviertan esta situación de pobres resultados -diez puntos sobre los últimos 21 posibles- y de mal juego y conviertan esos pitos en aplausos. “Tenemos que demostar que merecemos el aplauso del público. El equipo debe entrar en el campo para animar al público y no al revés”, explicó el técnico azulgrana en la conferencia de prensa previa al choque de hoy.
El holandés, que subrayó que “no me sorprendieron los pitos porque a un gran equipo como éste se le exige mucho”, insistió en defender la opinión de los seguidores 'culés'. “Al público no se le puede pedir nada porque reacciona de forma natural. Tengo respeto por él y hay que agradecerle el apoyo que nos ha dado”, remarcó.

Liberando presiones
A pesar de que en su discurso se alió con la afición, Rijkaard también trató de no añadir más presión a sus jugadores de cara al encuentro de esta tarde. “Tenemos fuerza y mentalidad para superar esto. Hay que entrar en el campo sin pensar demasiado -en referencia a cuál puede ser la reacción del público hoy- y a por ellos -en alusión al Celta-”, comentó.
Lejos de dramatizar por el bache que está atravesando el equipo desde la derrota sufrida en el Mundial de clubs de Japón el pasado mes de diciembre, Rijkaard trató de motivar un cambio en sus jugadores en el duelo frente al Celta. “El fútbol es acción-reacción. Si hay momentos en los que las cosas no funcionan como queremos, hay que reaccionar en el campo”, insistió.

Defensa a ultranza de Ronnie
Otro de los nombres propios de la comparencia de Rijkaard fue el de Ronaldinho. El técnico hizo una defensa a ultranza del crack brasileño, quien parece haberse convertido en el único y gran culpable del bache por el que atraviesa el Barça a tenor de cómo se le trata en algunos medios.

“Dejemos trabajar en paz a Ronaldinho. Él también es parte del equipo y le tenemos que valorar en conjunto. Si el equipo no está bien no es sólo por un jugador. No entiendo todo el ruido que se está haciendo alrededor suyo”, explicó.
“¿Cuántas asistencias ha dado?, ¿cuántos goles ha hecho?, ¿en cuántos partidos ha sido determinante? Hay que dejarle trabajar teniendo confianza en todo cuanto ha hecho y que seguro volverá a hacer”, añadió el preparador holandés, dejando entrever que, a pesar de que ahora no se encuentre en su mejor momento, había sido el futbolista que más ha aportado al equipo durante la primera vuelta.

Rijkaard incluso fue mucho más tajante cuando le cuestionaron si -como ha sucedido con Ronaldo en el Madrid- había llegado el momento de traspasarlo. “No”, espetó con un tono enfadado.
Por último, y después de hacer un análisis detallado de los diferentes aspectos de la actualidad del equipo, Rijkaard habló del Celta, rival de los azulgrana en el choque de esta tarde, que está a sólo tres puntos del descenso.

“No tenemos que fiarnos de la clasificación. Todos los rivales que se enfrentan a nosotros juegan con una motivación añadida y ya ha quedado demostrado que, cuando un equipo no está en su mejor momento de forma, puede perder puntos ante cualquiera”, comentó, alertando a los suyos de que no hay que dormirse.
A la conocida baja de Márquez por sanción, ayer se sumó la de Thuram, que no superó la prueba física a la que se le sometió. En este sentido, Rijkaard se lamentó por verse obligado a retocar una vez más la defensa. “Es una lástima, pero es lo que hay”, dijo con cierto tono de resignación. En cuanto a la posibilidad de ver juntos a Gudjohnsen y Saviola, el técnico se mostró lacónico. “Es una posibilidad”, dijo, sin querer entrar en detalles