El mejor regalo de Navidad para Leo Miyagata

El mejor regalo de Navidad para Leo Miyagata
El club localizó al niño japonés que lloró por perder el Mundial de Clubs y lo traerá al Camp Nou

Sergi Solé / El Mundo Deportivo/Barcelona

CONTRACRÓNICA

Pocas veces una portada habrá hecho tan feliz a un niño del Barça: Leo Miyagata, el japonesito que pilló un berrinche de campeonato tras ver perder a sus ídolos en la final del Mundial de Clubs.

Nuestro fotógrafo Manel Montilla y Jordi Cotrina, colega de 'El Periódico de Catalunya', inmortalizaron el disgusto de Leo en las gradas vacías del Nissan Stadium de Yokohama y gracias a ellos curará todos sus males.

El club azulgrana movió cielo y tierra para localizarle y lo consiguió a través de Mitsuri, un contacto conocido en Japón.

A Leo le tocó el 'gordo' de la Lotería de forma anticipada en el país del Sol Naciente ya que el sorteo de la millonaria 'Jumbo' no tiene lugar allí hasta Fin de Año.
Horas después de conocer el regalazo navideño, Leo amaneció en su país como niño con zapatos nuevos y una alegría que el dios de la sonrisa aplicada al fútbol, Ronaldinho, devolvió a su rostro con su golazo de falta contra el Atlético.

Lástima que el 'Kun' Agüero aguara la noche.

El vicepresidente azulgrana Marc Ingla anunció en RAC 1 la idea de traerle a Barcelona para que vea un partido en el Camp Nou.

Qué mejor noticia para un chaval, “la reconexión de los niños con el Barça” según Ingla, que participó en el sorteo para empezar los partidos del Mundial de Clubs junto a los jugadores. Pudo saltar al césped en la 'semi' pero la suerte le dio la espalda y lo hizo de la mano de un futbolista del América.

Él soñaba con tocar a un 'culé'.

Tres días más tarde, con el triunfo del Internacional sobre el Barça, la decepción se tradujo en una imagen desconsolada y conmovedora que dio la vuelta y resume el impacto global de la derrota del equipo bandera del fútbol espectáculo.

El tocayo de Leo Messi es hijo de una socia japonesa del Barça que formó parte de un clínic y otras actividades organizadas por el club en Yokohama. Seguramente Leo no estaba el domingo por la noche para festines culinarios. Otros sí.
A 13 horas de avión de Barcelona, Leo habrá presumido hoy con sus amiguetes de lo que casi todos los niños catalanes querrían vivir.

Ya es un privilegiado.

Y que no le vengan con milongas, porque para él y millones de chavales en todo el planeta, el 'Gaúcho' es el número uno. Lo ratificó ayer, una vez más, el día siguiente de que Sinama-Pongolle y Uche ridiculizaran a Cannavaro cuando todavía resuenan los ecos del inadmisible 'pucherazo' de la FIFA.
Cuando llegue al Estadi, salude a Ronaldinho y vea jugar a los azulgrana, Leo dirá: “Domo arigato, Barça”.

Quizá ya habrá aprendido a dar las gracias en catalán.

Desde el Barça le dijeron ayer “fins aviat!”.

O lo que es lo mismo en este mundo globalizado que une al barcelonismo, “Mata atou!”