Penya Barcelonista de Lisboa

dissabte, de desembre 18, 2010

El Barça de la mano castiga esta vez al Espanyol (1-5)Los azulgranas quiebran la racha local de los blanquiazules


El Barça de la mano castiga esta vez al Espanyol (1-5)


Los azulgranas quiebran la racha local de los blanquiazules con otra goleada que pudo ser aún más contundente
Ya se conoce como el Barça de la mano. El que levanta el brazo y abre los dedos para expresar la cantidad de goles que marca. Por quinta vez ha repetido Pep Guardiola una alineación que se distingue por marcar cinco tantos cada vez que pisa el campo. Esta noche no ha sido una excepción. La excepción estuvo en Pamplona, donde solo pudo meter tres a Osasuna, después de llegar con prisas y tarde al campo.

El Barça ha aplastado al Espanyol con la misma contundencia con que estrenó su brillante carrera ante el Panathinaikos, el Sevilla y el Madrid, la penúltima gesta del once que ha roto violentamente la orgullosa condición como local de los blanquiazules, que solo habían encajado dos goles en las siete victorias que habían ligado en casa. Ha sido la segunda mano consecutiva de los azulgranas: la semana pasada, sin embargo, Maxwell y Mascherano ocuparon los puestos que Piqué y Busquets han recuperado en Cornellà-El Prat.

Esos relevos pueden considerarse casi insustanciales mientras en el campo coincidan Xavi e Iniesta maniobrando como en el patio del colegio y arriba se junten Pedro (dos goles), Messi (dos asistencias) y Villa (dos goles). Entre los cinco han desarbolado a un Espanyol que ha podido salir peor malparado y ha tenido que asumir que fuera precisamente su eterno rival el primero en estampar la mano de los cinco goles en su precioso recinto, ruidoso y presionante como siempre y que ha acabado medio vacío como signo de claudicación.

Diez minutos de toque

Pero antes ha parecido claudicar el equipo, al menos en la estrategia inicial diseñada por Pochettino para frenar al campeón. El afán por tocar más de lo habitual el balón le ha durado 10 minutos al Espanyol. Le ha invadido el temor de repente cuando ha sufrido dos graves pérdidas en defensa que han podido costarle sendos goles.

La primera acción ha derivado en un grave error de Alves, que se ha plantado solo ante Kameni y ha querido esperar a Messi para que marcara él, pero el argentino ha mandado la pelota a las nubes con la derecha. El aviso ha surtido efecto inmediato. La preconcebida idea de retener el cuero para que el Barça se desordenara en la presión ha quedado abandonada. Ha empezado otro partido. Uno que se ve cada semana. En el Camp Nou y fuera. Es el partido en el que la pelota queda atrapada por un incontestable dominio azulgrana.

Un estilo interiorizado

Tienen los hombres de Guardiola tan interiorizado su estilo que les importa un pimiento la identidad del rival. Van a lo suyo. Se ponen a jugar y a pasarse la pelota indiferentes a todo, con tanta confianza que impresiona. Y asusta. Hasta a Guardiola, que no ha podido reprimir un aspaviento de fastidio cuando a Alves se le ha ocurrido sacar un balón junto al poste izquierdo de Valdés con un quiebro y una pared con Piqué.

El arrojo de Alves ha sido una de las claves del encuentro. El lateral brasileño ha desgarrado al Espanyol por la banda derecha. Ha sido un percutor demoledor que se ha colado en el área con una frecuencia que ha retratado, al mismo tiempo, la pasividad de Callejón, que no le ha perseguido ni una vez, y las limitaciones de Dídac para contener la velocidad de su homólogo. El joven defensa bastante tenía con descifrar los movimientos de Pedro como para poder atender también a las llegadas de Alves.

Un boquete tras otro

Los dos azulgranas han descosido al Espanyol y a través de ellos se ha empezado a cimentar el rotundo triunfo del Barça. Han alumbrado a sus compañeros y sembrado las dudas del rival. Si los blanquiazules acudían a contener esa hemorragia, se les abría otra por el centro con los espacios que dejaban en la zona ancha. Messi ha visto un boquete y ha colocado a Pedro en una autopista libre de peaje hacia Kameni para establecer el 0-1.

Antes de consumarse la media hora, Xavi ha extendido en el suelo el colchón de la tranquilidad con el segundo. La grada blanquiazul la ha tomado con el árbitro, al que ha señalado como el culpable de todos sus males. Undiano fue el árbitro del último derbi. En la primera mitad ya había enseñado cinco amarillas, dos menos que en el partido de hace unos meses. Han servido para frenar el ímpetu del Espanyol, que ha apelado a la fuerza y a la garra para atemperar la enorme superioridad técnica de su ilustre visitante.

Más rápido, más preciso

Ni así se frena al Barça, siempre más listo, más rápido, más preciso que cualquiera. Con su tradicional tuya-mía ha hipnotizado al Espanyol, demasiado bisoño porque ha perseguido la bola sin fijarse en los movimientos de su adversario. Da igual. Baena y Márquez han tratado de anular a Xavi e Iniesta, pero entre ellos se ha colado Messi para dar un recital de los suyos sin la necesidad de marcar. Kameni ha acabado desesperado porque los cinco goles han sido muy parecidos: un azulgrana ante él dispuesto a fusilarle.

Cornellà debía disfrutar de una conjunción astral para llevarse el duelo. Nunca se ha atisbado, ni siquiera mínimamente, aunque el gol de Osvaldo alimentara esa esperanza. Ha sido una concesión del Barça, que andaba mirando la luna en uno de los dos despistes defensivos que ha cometido en toda la noche, recreándose en el juego y desperdiciando ocasiones. Arrastrando las lacerantes dimisiones de Luis García y Callejón, el resto del equipo ha tirado de orgullo y ha soltado la bota, y ni siquiera así ha sido suficiente rival para un Barça al que se le queda pequeño este mundo.

Ficha técnica:

Espanyol - 1: Kameni; Chica (Amat, min.64), Forlín, Víctor Ruiz, Dídac (David García, min.81), Baena, Javi Márquez, Luis García (Dátolo, min.62), Verdú, Callejón y Osvaldo.
Barça - 5: Valdés, Alves, Piqué, Puyol, Abidal, Sergio Busquets (Mascherano, min.79), Xavi, Iniesta (Keita, min.86), Pedro (Bojan, min.87), Messi y Villa.
Goles: 0-1, Pedro, min.19. 0-2: Xavi, min.30. 0-3: Pedro, min.60. 1-3: Osvaldo, min.63. 1-4: Villa: min.75. 1-5: Villa, min.84
Árbitro: Undiano Mallenco (Colegio navarro). Mostró tarjeta amarilla a Sergio Busquets (min.26), Baena (min.36), Osvaldo (min.37), Javi Márquez (min.41), Piqué (min.54), Víctor Ruiz (min.67), Alves (min.70).
Incidencias: Partido de la decimosexta jornada disputado en el Estadio de Cornellà-El Prat ante 40.010 espectadores. Antes del inicio del encuentro, la afición blanquiazul brindó una cálida ovación al azulgrana Andrés Iniesta, por homenajear al malogrado defensa españolista Dani Jarque en la final del Mundial.