Penya Barcelonista de Lisboa

dimarts, de setembre 29, 2009

Criados en los pechos de una idea


Criados en los pechos de una idea


Siempre el mismo plan, sin opción para negociar un cambio. Ese es el Barcelona. Puede estar inspirado o espeso, mover el balón a mayor o menor velocidad, sentirse más o menos preciso en el toque y en el pase. Pero la filosofía permanece por encima de cualquier otra consideración. Cada jugador azulgrana parece saltar al césped con un chip incrustado en el cerebro. El libro de instrucciones siempre está disponible y ofrece soluciones para cualquier problema. En caso de duda, se toca y se ataca. No hay marcha atrás nunca.
Ante el Dinamo no se vivió el mejor partido de la historia en el Camp Nou.

Pero incluso en días fríos, el porcentaje de posesión es abrumador y la sensación de dominio, asfixiante. Con el 1-0, el Barça siempre miró al frente, insistió, buscó el segundo y martilleó la portería rival. Sí, es verdad que la única situación dudosa se dio en el gol anulado al Dinamo. Pero incluso ese hipotético empate se habría contemplado como una pequeña y molesta mota de polvo en el ojo. Un manotazo en forma de pase de Xavi o de genialidad de Ibrahimovic o Messi habría devuelto al Barça su correcto ángulo de visión.
Pedro es el nuevo rostro.

Guardiola se inventó el pasado año a Piqué y a Busquets. No contempla a la cantera como un mueble olvidado en el desván al que sólo se recurre cuando se incendia parte de la casa. No, hay un método y una filosofía. El que sube desde abajo sabe ya lo que tiene que hacer porque ha repetido esos automatismos durante años. Ahora surge Pedro, que triunfa y se asocia con las estrellas como si fueran colegas de su barrio. Marcó el gol que dio la Supercopa y firmó el segundo. La maquinaria está tan rodada que a veces da la impresión de que Guardiola podría incrustar a cualquier socio de Preferencia o de Tribuna en el equipo y no se notaría. Hasta lo haría bien. Ha llegado Pedro para quedarse y ya asoman Jeffren o Gai Assulin, criados en los pechos de una idea.