Nadie se rinde
Nadie se rinde
Con el Chelsea ganando desde el minuto 9 y cerrado en su campo, no había forma. Pero a Pep Guardiola no hay quien le doblegue. En el descanso, dijo a sus hombres que había que seguir intentándolo hasta el último minuto y que si alguien no lo veía claro, que no saliera al campo. Lo contó él mismo: "En la media parte hemos hablado de que había que seguir hasta el final, y les he dicho que si alguien se rendía que no saliera, que se quedara en el vestuario". Una vez más, las palabras del técnico azulgrana calaron.
Calaron y surgieron efecto. Uno por uno, sus hombres aplaudieron la actitud de su entrenador. "Pep ha hablado muy bien en el descanso, nos ha dicho que nos lo teníamos que creer hasta el final y es lo que hemos hecho", celebró Eto'o. "Es nuestra actitud, nunca salimos del campo sin marcar un gol", dijo Touré. "El Chelsea ha sido una telaraña, pero sabíamos que la historia tenía que acabar bien y por eso hemos seguido confiando", analizó Bojan. "Hemos apretado hasta el último momento", apuntó Piqué. "Hoy ha ganado el fútbol a la fuerza, ellos son un equipo fuerte y nuestro reto era superarles por calidad y por no bajar los brazos nunca. Hemos seguido luchando hasta que el árbitro ha pitado el final", añadió Alves, que ayer tenía otro motivo para celebrar: cumplía 26 años. El brasileño se perderá la final de Roma por acumulación de tarjetas amarillas. Tampoco estarán Abidal, expulsado ayer, ni Milito y Márquez, lesionados.
Aunque no tuvieron ni de lejos su mejor noche, los azulgrana no sólo tuvieron que luchar contra once jugadores cerrados atrás, sino que en los últimos 25 minutos, tras la expulsión de Abidal, lo hicieron en inferioridad. De ahí que Guardiola celebrara especialmente la "suerte, fuerza y talento" de su equipo. "Ha sido duro, el gol de Essien ha condicionado mucho y desde entonces nos han esperado atrás. Nosotros hemos insistido, e incluso 10 contra 11 fuertes y rapidísimos no han venido a buscarnos. En estas situaciones sólo el azar, la fuerza y el talento te pueden sacar", reflexionó Guardiola. "Pero al final han tenido un fallo en la defensa, algo que no se esperaba en el guión", relató la película de los hechos para reconocer que el gol azulgrana fue fruto de una mezcla de fortuna y perseverancia: "Nos lo merecemos".
La carrera que el entrenador del Barça se pegó por la banda celebrando el gol que metía a los suyos en Roma es de las que las televisiones pasarán una y otra vez, como los abrazos con los que se fundió con sus jugadores. ¿Una celebración como la goleada del domingo en el Bernabéu? "Ha sido distinto", reflexionó Guardiola: "Aquello lo fuimos asimilando, esto ha sido más inesperado... estábamos fuera y de pronto hemos estado dentro".
Xavi, que sin Puyol, sancionado, ayer ejerció de capitán, insistió en la idea de "no bajar los brazos". "Este equipo no se rinde y hoy lo hemos demostrado de nuevo". "Puede ser la suerte de los campeones, pero el equipo se lo merecía. Hemos sido mejores en los dos partidos, hoy ha sido un partido muy rocoso pero el fútbol ha hecho justicia", opinó. En su línea habló el presidente azulgrana, Joan Laporta: "Es la suerte de la justicia, del fútbol que ama al fútbol de primer nivel", dijo el directivo, quien también felicitó a Víctor Valdés por su decisiva actuación. "También él nos ha llevado a Roma", dijo.
El calendario que afronta el equipo es frenético: tiene apenas tres días para preparar el partido del domingo contra el Villarreal en el Camp Nou, donde puede ganar la Liga si no gana el sábado el Madrid. Luego dos para la final de Copa contra el Athletic en Mestalla... más Liga y la final el día 27 en Roma. "Nos queda tan poquito y está tan en nuestras manos que casi es mejor así, sin tiempo para pensar", afirmó anoche Messi.
Guardiola pidió que la afición arrope al equipo el domingo. "Estamos muertos, destrozados, esperamos que vengan a animarnos porque estamos fundidos", dijo un entrenador al que después de la paliza que lleva todavía le queda energía para, primero, ponerse serio sobre la final de Roma -"es un sueño, estamos en la final de la Liga de los grandes de Europa"-, y para bromear un instante después. "Pues sí", suspiró, "iremos a comer pasta". Piqué leyó la final con el desparpajo que le caracteriza: "Vamos a ganar el triplete y hacer historia. Es lo que toca".
Con el Chelsea ganando desde el minuto 9 y cerrado en su campo, no había forma. Pero a Pep Guardiola no hay quien le doblegue. En el descanso, dijo a sus hombres que había que seguir intentándolo hasta el último minuto y que si alguien no lo veía claro, que no saliera al campo. Lo contó él mismo: "En la media parte hemos hablado de que había que seguir hasta el final, y les he dicho que si alguien se rendía que no saliera, que se quedara en el vestuario". Una vez más, las palabras del técnico azulgrana calaron.
Calaron y surgieron efecto. Uno por uno, sus hombres aplaudieron la actitud de su entrenador. "Pep ha hablado muy bien en el descanso, nos ha dicho que nos lo teníamos que creer hasta el final y es lo que hemos hecho", celebró Eto'o. "Es nuestra actitud, nunca salimos del campo sin marcar un gol", dijo Touré. "El Chelsea ha sido una telaraña, pero sabíamos que la historia tenía que acabar bien y por eso hemos seguido confiando", analizó Bojan. "Hemos apretado hasta el último momento", apuntó Piqué. "Hoy ha ganado el fútbol a la fuerza, ellos son un equipo fuerte y nuestro reto era superarles por calidad y por no bajar los brazos nunca. Hemos seguido luchando hasta que el árbitro ha pitado el final", añadió Alves, que ayer tenía otro motivo para celebrar: cumplía 26 años. El brasileño se perderá la final de Roma por acumulación de tarjetas amarillas. Tampoco estarán Abidal, expulsado ayer, ni Milito y Márquez, lesionados.
Aunque no tuvieron ni de lejos su mejor noche, los azulgrana no sólo tuvieron que luchar contra once jugadores cerrados atrás, sino que en los últimos 25 minutos, tras la expulsión de Abidal, lo hicieron en inferioridad. De ahí que Guardiola celebrara especialmente la "suerte, fuerza y talento" de su equipo. "Ha sido duro, el gol de Essien ha condicionado mucho y desde entonces nos han esperado atrás. Nosotros hemos insistido, e incluso 10 contra 11 fuertes y rapidísimos no han venido a buscarnos. En estas situaciones sólo el azar, la fuerza y el talento te pueden sacar", reflexionó Guardiola. "Pero al final han tenido un fallo en la defensa, algo que no se esperaba en el guión", relató la película de los hechos para reconocer que el gol azulgrana fue fruto de una mezcla de fortuna y perseverancia: "Nos lo merecemos".
La carrera que el entrenador del Barça se pegó por la banda celebrando el gol que metía a los suyos en Roma es de las que las televisiones pasarán una y otra vez, como los abrazos con los que se fundió con sus jugadores. ¿Una celebración como la goleada del domingo en el Bernabéu? "Ha sido distinto", reflexionó Guardiola: "Aquello lo fuimos asimilando, esto ha sido más inesperado... estábamos fuera y de pronto hemos estado dentro".
Xavi, que sin Puyol, sancionado, ayer ejerció de capitán, insistió en la idea de "no bajar los brazos". "Este equipo no se rinde y hoy lo hemos demostrado de nuevo". "Puede ser la suerte de los campeones, pero el equipo se lo merecía. Hemos sido mejores en los dos partidos, hoy ha sido un partido muy rocoso pero el fútbol ha hecho justicia", opinó. En su línea habló el presidente azulgrana, Joan Laporta: "Es la suerte de la justicia, del fútbol que ama al fútbol de primer nivel", dijo el directivo, quien también felicitó a Víctor Valdés por su decisiva actuación. "También él nos ha llevado a Roma", dijo.
El calendario que afronta el equipo es frenético: tiene apenas tres días para preparar el partido del domingo contra el Villarreal en el Camp Nou, donde puede ganar la Liga si no gana el sábado el Madrid. Luego dos para la final de Copa contra el Athletic en Mestalla... más Liga y la final el día 27 en Roma. "Nos queda tan poquito y está tan en nuestras manos que casi es mejor así, sin tiempo para pensar", afirmó anoche Messi.
Guardiola pidió que la afición arrope al equipo el domingo. "Estamos muertos, destrozados, esperamos que vengan a animarnos porque estamos fundidos", dijo un entrenador al que después de la paliza que lleva todavía le queda energía para, primero, ponerse serio sobre la final de Roma -"es un sueño, estamos en la final de la Liga de los grandes de Europa"-, y para bromear un instante después. "Pues sí", suspiró, "iremos a comer pasta". Piqué leyó la final con el desparpajo que le caracteriza: "Vamos a ganar el triplete y hacer historia. Es lo que toca".
Con el Chelsea ganando desde el minuto 9 y cerrado en su campo, no había forma. Pero a Pep Guardiola no hay quien le doblegue. En el descanso, dijo a sus hombres que había que seguir intentándolo hasta el último minuto y que si alguien no lo veía claro, que no saliera al campo. Lo contó él mismo: "En la media parte hemos hablado de que había que seguir hasta el final, y les he dicho que si alguien se rendía que no saliera, que se quedara en el vestuario". Una vez más, las palabras del técnico azulgrana calaron.
Calaron y surgieron efecto. Uno por uno, sus hombres aplaudieron la actitud de su entrenador. "Pep ha hablado muy bien en el descanso, nos ha dicho que nos lo teníamos que creer hasta el final y es lo que hemos hecho", celebró Eto'o. "Es nuestra actitud, nunca salimos del campo sin marcar un gol", dijo Touré. "El Chelsea ha sido una telaraña, pero sabíamos que la historia tenía que acabar bien y por eso hemos seguido confiando", analizó Bojan. "Hemos apretado hasta el último momento", apuntó Piqué. "Hoy ha ganado el fútbol a la fuerza, ellos son un equipo fuerte y nuestro reto era superarles por calidad y por no bajar los brazos nunca. Hemos seguido luchando hasta que el árbitro ha pitado el final", añadió Alves, que ayer tenía otro motivo para celebrar: cumplía 26 años. El brasileño se perderá la final de Roma por acumulación de tarjetas amarillas. Tampoco estarán Abidal, expulsado ayer, ni Milito y Márquez, lesionados.
Aunque no tuvieron ni de lejos su mejor noche, los azulgrana no sólo tuvieron que luchar contra once jugadores cerrados atrás, sino que en los últimos 25 minutos, tras la expulsión de Abidal, lo hicieron en inferioridad. De ahí que Guardiola celebrara especialmente la "suerte, fuerza y talento" de su equipo. "Ha sido duro, el gol de Essien ha condicionado mucho y desde entonces nos han esperado atrás. Nosotros hemos insistido, e incluso 10 contra 11 fuertes y rapidísimos no han venido a buscarnos. En estas situaciones sólo el azar, la fuerza y el talento te pueden sacar", reflexionó Guardiola. "Pero al final han tenido un fallo en la defensa, algo que no se esperaba en el guión", relató la película de los hechos para reconocer que el gol azulgrana fue fruto de una mezcla de fortuna y perseverancia: "Nos lo merecemos".
La carrera que el entrenador del Barça se pegó por la banda celebrando el gol que metía a los suyos en Roma es de las que las televisiones pasarán una y otra vez, como los abrazos con los que se fundió con sus jugadores. ¿Una celebración como la goleada del domingo en el Bernabéu? "Ha sido distinto", reflexionó Guardiola: "Aquello lo fuimos asimilando, esto ha sido más inesperado... estábamos fuera y de pronto hemos estado dentro".
Xavi, que sin Puyol, sancionado, ayer ejerció de capitán, insistió en la idea de "no bajar los brazos". "Este equipo no se rinde y hoy lo hemos demostrado de nuevo". "Puede ser la suerte de los campeones, pero el equipo se lo merecía. Hemos sido mejores en los dos partidos, hoy ha sido un partido muy rocoso pero el fútbol ha hecho justicia", opinó. En su línea habló el presidente azulgrana, Joan Laporta: "Es la suerte de la justicia, del fútbol que ama al fútbol de primer nivel", dijo el directivo, quien también felicitó a Víctor Valdés por su decisiva actuación. "También él nos ha llevado a Roma", dijo.
El calendario que afronta el equipo es frenético: tiene apenas tres días para preparar el partido del domingo contra el Villarreal en el Camp Nou, donde puede ganar la Liga si no gana el sábado el Madrid. Luego dos para la final de Copa contra el Athletic en Mestalla... más Liga y la final el día 27 en Roma. "Nos queda tan poquito y está tan en nuestras manos que casi es mejor así, sin tiempo para pensar", afirmó anoche Messi.
Guardiola pidió que la afición arrope al equipo el domingo. "Estamos muertos, destrozados, esperamos que vengan a animarnos porque estamos fundidos", dijo un entrenador al que después de la paliza que lleva todavía le queda energía para, primero, ponerse serio sobre la final de Roma -"es un sueño, estamos en la final de la Liga de los grandes de Europa"-, y para bromear un instante después. "Pues sí", suspiró, "iremos a comer pasta". Piqué leyó la final con el desparpajo que le caracteriza: "Vamos a ganar el triplete y hacer historia. Es lo que toca".
Con el Chelsea ganando desde el minuto 9 y cerrado en su campo, no había forma. Pero a Pep Guardiola no hay quien le doblegue. En el descanso, dijo a sus hombres que había que seguir intentándolo hasta el último minuto y que si alguien no lo veía claro, que no saliera al campo. Lo contó él mismo: "En la media parte hemos hablado de que había que seguir hasta el final, y les he dicho que si alguien se rendía que no saliera, que se quedara en el vestuario". Una vez más, las palabras del técnico azulgrana calaron.
Calaron y surgieron efecto. Uno por uno, sus hombres aplaudieron la actitud de su entrenador. "Pep ha hablado muy bien en el descanso, nos ha dicho que nos lo teníamos que creer hasta el final y es lo que hemos hecho", celebró Eto'o. "Es nuestra actitud, nunca salimos del campo sin marcar un gol", dijo Touré. "El Chelsea ha sido una telaraña, pero sabíamos que la historia tenía que acabar bien y por eso hemos seguido confiando", analizó Bojan. "Hemos apretado hasta el último momento", apuntó Piqué. "Hoy ha ganado el fútbol a la fuerza, ellos son un equipo fuerte y nuestro reto era superarles por calidad y por no bajar los brazos nunca. Hemos seguido luchando hasta que el árbitro ha pitado el final", añadió Alves, que ayer tenía otro motivo para celebrar: cumplía 26 años. El brasileño se perderá la final de Roma por acumulación de tarjetas amarillas. Tampoco estarán Abidal, expulsado ayer, ni Milito y Márquez, lesionados.
Aunque no tuvieron ni de lejos su mejor noche, los azulgrana no sólo tuvieron que luchar contra once jugadores cerrados atrás, sino que en los últimos 25 minutos, tras la expulsión de Abidal, lo hicieron en inferioridad. De ahí que Guardiola celebrara especialmente la "suerte, fuerza y talento" de su equipo. "Ha sido duro, el gol de Essien ha condicionado mucho y desde entonces nos han esperado atrás. Nosotros hemos insistido, e incluso 10 contra 11 fuertes y rapidísimos no han venido a buscarnos. En estas situaciones sólo el azar, la fuerza y el talento te pueden sacar", reflexionó Guardiola. "Pero al final han tenido un fallo en la defensa, algo que no se esperaba en el guión", relató la película de los hechos para reconocer que el gol azulgrana fue fruto de una mezcla de fortuna y perseverancia: "Nos lo merecemos".
La carrera que el entrenador del Barça se pegó por la banda celebrando el gol que metía a los suyos en Roma es de las que las televisiones pasarán una y otra vez, como los abrazos con los que se fundió con sus jugadores. ¿Una celebración como la goleada del domingo en el Bernabéu? "Ha sido distinto", reflexionó Guardiola: "Aquello lo fuimos asimilando, esto ha sido más inesperado... estábamos fuera y de pronto hemos estado dentro".
Xavi, que sin Puyol, sancionado, ayer ejerció de capitán, insistió en la idea de "no bajar los brazos". "Este equipo no se rinde y hoy lo hemos demostrado de nuevo". "Puede ser la suerte de los campeones, pero el equipo se lo merecía. Hemos sido mejores en los dos partidos, hoy ha sido un partido muy rocoso pero el fútbol ha hecho justicia", opinó. En su línea habló el presidente azulgrana, Joan Laporta: "Es la suerte de la justicia, del fútbol que ama al fútbol de primer nivel", dijo el directivo, quien también felicitó a Víctor Valdés por su decisiva actuación. "También él nos ha llevado a Roma", dijo.
El calendario que afronta el equipo es frenético: tiene apenas tres días para preparar el partido del domingo contra el Villarreal en el Camp Nou, donde puede ganar la Liga si no gana el sábado el Madrid. Luego dos para la final de Copa contra el Athletic en Mestalla... más Liga y la final el día 27 en Roma. "Nos queda tan poquito y está tan en nuestras manos que casi es mejor así, sin tiempo para pensar", afirmó anoche Messi.
Guardiola pidió que la afición arrope al equipo el domingo. "Estamos muertos, destrozados, esperamos que vengan a animarnos porque estamos fundidos", dijo un entrenador al que después de la paliza que lleva todavía le queda energía para, primero, ponerse serio sobre la final de Roma -"es un sueño, estamos en la final de la Liga de los grandes de Europa"-, y para bromear un instante después. "Pues sí", suspiró, "iremos a comer pasta". Piqué leyó la final con el desparpajo que le caracteriza: "Vamos a ganar el triplete y hacer historia. Es lo que toca".
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