Rijkaard: "Hasta aquí hemos llegado; es el momento de cambiar"

Rijkaard: "Hasta aquí hemos llegado; es el momento de cambiar"

A Frank Rijkaard ayer se le entendió todo. No dijo los nombres ni señaló a los posibles damnificados de los futuros cambios, pero dejó bastante claro cuáles pueden ser sus próximos planes. Para empezar la línea sacrificada será la delantera y los posibles candidatos a sufrir las consecuencias de los malos resultados y el mal juego del equipo fuera de juego son Ronaldinho y Leo Messi, especialmente el brasileño que está hoy por hoy en todas las quinielas: “ Las figuras del equipo han de coger al grupo. Son los primeros que han de dar ejemplo. Está claro que todos tenemos que trabajar igual para conseguir un buen resultado. No estamos hablando de calidad sino de mentalidad. Incluso los delanteros tienen que trabajar. Cuando se pierde el balón no todos trabajan igual”. El técnico holandés confesó su decepción ante una situación que se está repitiendo de forma sistemático en este inicio de temporada en los desplazamientos: “En los partidos fuera de casa hay jugadores que están por debajo de sus posibilidades”.Las soluciones pasan por mejorar en la intensidad y en la actitud: “Necesitamos sacrificio y sentido común. Está claro que ha llegado el momento de actuar, pero hay que hacerlo con cuidado”. Tampoco se libró el técnico de las críticas. Cuando le preguntaron si en situaciones de crisis lo mejor era siempre cambiar al entrenador, Rijkaard se quedó un tanto pensativo antes de responder: “Prefiero no responder a la pregunta. Estoy convencido que podemos superar este momento. Al menos trabajo para eso. Pero es verdad que a menudo la solución pasa más por el cambio de entrenador”.Respecto a las críticas que ha recibido en los últimos partidos fuera del Camp Nou, Rijkaard comentó estar “muy tranquilo”, añadiendo que “son cosas del fútbol y hay que aceptarlas”.
En todo caso, no le gusta pronunciar la palabra crisis: “,Las crisis se superan. Hemos hecho pocos puntos fuera de casa y hay que mejorar”.Rijkaard argumentó ser “el primero en hacer autocrítica”, por lo que no le sorprende el ambiente de decepción y crispación que se vive en el entorno blaugrana tras los últimos fiascos.Pero, en todo caso, anunció tener fuerzas de sobra para seguir adelante y llevar al equipo hacia arriba: “Tengo moral y ánimos para tirar esto adelante. Para mí cada problema es un desafío”.El técnico admitió que se necesita dar un cambio de timón para evitar que la situación empeore y acabe siendo un problema de verdad: “Cuando una cosa no funciona te has de mirar en el espejo y tratar de cambiar algo. Hay que tomar decisiones y cambiar alguna cosa para encontrar una nueva dinámica”Poco a poco, el objetivo de las preguntas se fueron centrando en la figura de Ronaldinho. La primera no ofrecía lugar a dudas: ¿Está contento con el rendimiento de Ronaldinho? Rijkaard optó por driblar la cuestión tirando balones fuera: “Yo soy el responsable del equipo, por lo que no estoy contento conmigo mismo. tengo que buscar una solución. No voy a señalar a un jugador porque no hablo de jugadores”. La segunda tampoco tenía desperdicio: ¿Sería un drama dejar a Ronnie? “El drama sería no hacer algo en el Barcelona”, contestó. Y la tercera no arrojaba dudas: ¿Será capaz de tomar decisiones drásticas? “Ya veremos qué pasa cuando llegue el momento de tomar la decisión”, replicó.Era evidente que el técnico holandés no tenía intención de ser más explícito en sus declaraciones entorno al brasileño. Rijkaard sí que se mostró más explícito a la hora de hablar sobre las posibles soluciones de cara a los próximos partidos fuera de casa: “Hemos analizado la situación y la conclusión es que no es para siempre. El fútbol actual siempre está en movimiento. Hemos sacado la conclusión que hasta ahora no ha funcionado. ¿Cambios tácticos? Nuestra forma de jugar gusta al público y a nosotros también. Creo que se trata de detalles más pequeños como la interpretación de juego y más actitud”.El técnico blaugrana explicó que su reunión con Txiki Begiristain del pasado domingo fue bastante informal y que tampoco se tomó ninguna decisión oficial: “Hemos hablado de fútbol y del equipo, pero en todo caso no se trató de una reunión oficial. Está claro que hemos hablado de lo que está pasando porque siempre tenemos que estar atentos a todo”.El holandés aseguró, en todo caso, que “tenemos todo en nuestras manos porque con la calidad que hay en esta plantilla, podemos hacer algo bueno”, recordando que “después de lo que ocurrió el año pasado hablamos con técnicos y directivos para entrar en otra dinámica”.Ahora bien, Rijkaard advirtió que la única fórmula para salir de esta situación es “trabajando todos juntos y con la máxima confianza”, añadiendo que “hay que mejorar en el trabajo del equipo”, pero “no sólo un partido sino durante toda la temporada”.Y es que el holandés argumentó las dos únicas formas que existen de sacar un partido adelante: “O es porque un día todo te sale bien y entonces el rival no tiene nada que hacer o te pones las pilas y cumples con el trabajo, haciendo todo lo que tienes que hacer”.Rijkaard insistió que culpar a los jugadores por su actitud no es del todo justo, ya que “no se puede decir que la actitud del equipo no sea la correcta porque hay muchos que trabajan”.De hecho quiso romper una lanza por los canteranos, Bojan Krkic y Giovani Dos Santos, que se han visto en muchos partidos en la tesitura de salir en partidos muy complicados donde el equipo iba perdiendo: “Lo ideal es que los jóvenes salten al equipo cuando las cosas van bien y todo de cara. Desgraciadamente ahora no ha sido así. Por eso la responsabilidad de los jóvenes es muy diferente a la del resto del equipo”.Y ya puestos en situación también habló sobre el Real Madrid: “No tengo envidia del Real porque se lo merece. A menudo es más la dinámica que otra cosa”.Por la tarde, y ya en Alcoy, el entrenador corroboró las declaraciones de Laporta en las que aseguraba que se trataba de un problema técnico el mal juego del equipo: “Estoy de acuerdo porque cuando hay un problema una parte siempre es de los técnicos. Pero no soy un hombre que se ponga a llorar. Sólo diré que el buen fútbol volverá”.