Penya Barcelonista de Lisboa

dilluns, de novembre 12, 2007

El barça de los funcionarios


El barça de los funcionarios

MARTÍ PERNAU
Os lo digo sin ninguna sombra de duda: la única solución está en el bisturí afilado. Sajar profundo y extirpar los males. No hay otro método para frenar la bola de nieve, la inercia negativa que desde hace año y medio corrompe al Barça.

Lo afirmo con rotundidad porque antes ocurrió igual en el Madrid galáctico, proceso narrado con minuciosidad artesanal en esta misma columna durante tres largos años.

El Barça es hoy el Barça galáctico.

No le deis más vueltas.

El Barça de los funcionarios. Ministerio de Asuntos Barcelonistas, contrato que te resuelve la vida definitivamente. Jugadores y técnicos anodinos, amorfos, transformados en contables con manguito, ocupados en negocios y patrocinios, entronizados en los altares mediáticos, carcomidos por los vapores de la gloria, reblandecidos hasta la intrascendencia, consumidos por elogios y fastos. Funcionarios del balón, de los que fichan tarde, escaquean el cafelito del desayuno, dejan el trabajo para mañana y se ausentan de sus obligaciones en cuanto pueden.

Situación funcionarial, donde nadie hace nada para cambiar esta dinámica ya rotundamente negativa, círculo perverso, voluntades adormecidas, espíritus indolentes.

Revivo las mismas imágenes del Madrid galáctico. Casillas gritando desesperado es hoy Valdés gritando desesperado.

Ronaldinho en el gimnasio es Ronaldo en el gimnasio. Y los rostros del banquillo son los rostros del banquillo galáctico: perplejidad, hastío, aburrimiento. Pasividad en el partido, en el entrenamiento, en la vida.

Plantilla galáctica en la que ya cuesta encontrar gente competitiva de verdad como para construir un once con ganas de jugar al fútbol. ¡Qué estupidez plagiar los peores defectos de tu peor rival!Reflexionen con sinceridad: ¿cuántos futbolistas del Barça ya han jugado los mejores 10 partidos de su vida? ¿Qué diferencia hay entre este Barça y el de la temporada pasada?

Tras París debió renovarse equipo y banquillo y no se quiso hacer desde el éxito, pero tampoco después se hizo desde el fracaso.Esta temporada no deberían estar aquí ni Rijkaard, ni Ronaldinho, ni algunos más, ni tampoco Henry, sino gente con ambición y ganas de comerse el mundo, no funcionarios solo dispuestos a lucirse en casa en las grandes noches.

Los cánceres no se curan con tiritas y Joan Laporta se ha equivocado gravemente un año más.Anunciar medidas para reanimar a un equipo que se ha aburguesado fuera de casa está bien. Asumir la responsabilidad, también. Pero hace tiempo que el Camp Nou espera que las tome. Curiosamente, en esta temporada, el técnico ha adoptado decisiones que en otros tiempos eran insólitas. Por ejemplo, dejó inicialmente en el banquillo a Deco y Henry en el debut liguero en Santander, después colocó de suplente a Puyol, Xavi, Iniesta y hasta Messi. Mañana le tocará el turno a Valdés en la Copa.

Pero el único que no ha se ha sentado en el banquillo de inicio ha sido Ronaldinho. Ahora falta saber si Rijkaard, al comprobar la marcha del equipo, prescindirá de él o seguirá manteniéndole de titular.