Penya Barcelonista de Lisboa

diumenge, de juliol 29, 2007

1-3: Los 'niños' aprietan












PRETEMPORADA BARÇA
Bojan y Giovani convencen en el partido frente al Hearts

Si alguien dudaba que esta temporada va a haber presión para todos, en Murrayfield quedó despejado cualquier asomo de duda. El Barça ganó al Hearts (eso fue lo de menos) después de un primer tiempo en el que Ronaldinho despertó de su letargo y un segundo en el que (y esto fue quizás lo que más hay que tener en cuenta) el gran Deco resucitó y Bojan nos puso a todos el babero con unos detalles propios solamente de los elegidos. Ronaldinho había marcado dos goles en el primer tiempo (uno de ellos de penalti), pero la bendición final del 1-3 final ante el Hearts la puso el joven de 16 años de quien todo el mundo en Murrayfield pedía datos.
Que la conexión del joven de Linyola con Henry es algo poco menos que mágico quedó definitivamente claro con el tercer gol del Barça, a los 58 minutos del segundo tiempo. Bojan, sensacional, controló el balón y se zafó de su marcador inventándose un espacio inexistente, dio un pase de película a Henry y éste colocó el balón milimétricamente a Giovani para que pusiese la guinda.
Poco después, el canterano le hizo un caño a su marcador, Callum Elliot, un chicarrón de la campiña escocesa que se olvidó la sutileza en casa. Humillado, al cabo de un rato cargó como un toro sobre Belletti y el que pagó el pato fue el pobre Marc Crosas, que salió al cruce y fue arrollado por una especie de mercancías. Y todo por el caño de Bojan, que a los 68 minutos puso en pie el estadio tras recibir un pase de treinta metros de Deco y pasar a Henry, que tiró al exterior del palo. A ocho del final, Bojan tuvo el gol en sus botas pero remató alto.
Disculpen que hayamos empezado la crónica del partido por el segundo tiempo, pero es quees ese período el que quedará grabado en la retina de los espectadores que llenaban ayer Murrayfield. Fue en esos segundos 45 minutos cuando se cerró definitivamente el partido y (sobre todo) cuando Bojan dejó su tarjeta de identidad. El primer tiempo había comenzado a un ritmo más cansino, como el del partido de Dundee. Desdeel primer momento quedó claro que Ronaldinho tenía ganas: un chut-caño (por debajo de las piernas de su marcador) fue su primer detalle y casi acaba en gol. Tuvo queserdespués deunpenalti riguroso (o sea, que no fue) a Zambrotta que Ronie abriese el marcador.
El Hearts, parapetado tras un 4-5-1 que no dejaba espacios, dando coces y buscando la contra, se animó al ver que el Barça jugaba con lentitud. Cuatro minutos después del 0-1, espoleado por la irrupción de un espontáneo que puso una 'barretina' a Thuram, marcaba Makela al cabecear una falta.
Ronaldinho se enchufó definitivamente a partirde la media hora. Ya había dado señales de recuperación, pero entonces fue (casi) el Ronnie de verdad. Tras un penalti de libro a Eto'o que el árbitro no pitó para compensar el obsequio anterior, Ronaldinho hizo un gran control en el áreapero se quedó sin espacio para rematar y se la dio al camerunés, que tiró fuera. Ronnie entró como una bala por el centro de la defensa a los 35 sin que nadie le parase y finalmente, a los 39, marcó el 1-2 de cabeza, a centro de Sylvinho, que recibió un gran pase de Eto'o.
El desenlace llegó en el segundo tiempo, con la exhibición de Bojan, su conexión con Henry y el 1-3, obra de Giovani. Otro jugador que dio un pase importante hacia su reacción definitiva fue Deco, quien corrió, cortó, dio pases, centró y remató como en sus mejores días. ¿Será que la presión está funcionando de verdad?