Líder entre dudas
Líder entre dudas
• El Barça intenta transmitir tranquilidad pese a los indicios que revelan un bajón de su rendimiento
• El Barça intenta transmitir tranquilidad pese a los indicios que revelan un bajón de su rendimiento
Ni preocupación ni nervios ni miedo. Ese es el mensaje que quiso transmitir ayer Carles Puyol, el capitán del Barça. Faltan seis partidos y el equipo azulgrana sigue evidenciando muchos problemas para conservar el liderato. Fuera de casa no se comporta como un campeón y le cuesta concretar su superioridad. Sevilla y Madrid, en cambio, solucionan sus partidos con facilidad y alimentan, con argumentos, la candidatura al título.
A FAVOR
1 La ventaja de ser el líder y un calendario más favorable
El Barça marca el paso y, por muy errático y zigzagueante que parezca, nadie ha sido capaz de adelantarle. Nadie ha sido mejor hasta ahora que el campeón, aunque haya indicios para pensar que el once de Rijkaard acusa una notable debilidad. "Somos los únicos que dependemos de nosotros", quiso recordar ayer Puyol. Aunque vayan ganando sus partidos, Sevilla y Madrid están condenados a esperar el fallo del Barça, que tiene dos aspectos favorables: un pírrico punto de ventaja y un calendario más cómodo. El Atlético (sexto) es el rival más difícil que tendrá. El sábado visita a la Real Sociedad, penúltimo, en una jornada en la que alguno de los otros dos aspirantes (o los dos) perderá puntos.
2 El poderío ofensivo del tridente de Messi, Etoo y Ronaldinho
Messi, Etoo y Ronaldinho solo han coincidido en 7 de las 32 jornadas de Liga. Con los tres en el campo, el Barça posee una delantera inigualable, aunque en los últimos cuatro partidos apenas han marcado un gol, el de Etoo el domingo. La productividad se ha reducido a la mínima expresión, pero el índice de ocasiones de gol que crean sigue siendo apreciable. Los azulgranas creen que atraviesan una crisis realizadora pasajera. "Nos falta ser más contundentes fuera de casa", admitió ayer Puyol, sin alarmarse por la sequía goleadora de los REM. Más alarma le ha causado la mayor dureza con que los rivales tratan a Messi después del gol maradoniano que marcó.
3 Una plantilla que ya ha superado los momentos críticos"Se ha vendido que la Liga sería un paseo y eso nunca ha salido del vestuario. Nosotros siempre hemos tenido claro que conquistar el título sería muy complicado", recordó el capitán del Barça, negando cualquier indicio de triunfalismo previo. El equipo empieza a vivir momentos críticos, y ayer recibió la visita en el entrenamiento de Txiki Begiristain, el secretario técnico, que estuvo departiendo con Frank Rijkaard. ¿Un gesto de apoyo o un síntoma de alarma? "Ningún equipo ha sido regular, todos han fallado", insistió Puyol, tras garantizar que la plantilla "está mentalizada" para dar lo mejor de sí misma en la recta final. Ya lo hizo en distintas fases de las dos anteriores campañas, cuando tuvo que superar otras situaciones delicadas. La capacidad de sufrimiento le permitió gozar de un colchón de puntos que ahora no tendrá.
EN CONTRA
1 La trayectoria descendente del equipo
El Barça se ha ido extinguiendo. Poco a poco, ha ido perdiendo las señas de su juego, lo que ha erosionado su fiabilidad. Aunque, eso sí, se ha mantenido en el primer puesto durante 23 de las 32 jornadas de Liga. Pero no ha dado, en ningún momento, la imagen de autoridad que desprendía antes. ¿Por qué? Porque el equipo echó mucho de menos a Etoo y Messi, gravemente lesionados, y porque, de pronto, ha perdido puntería. Dos goles en los cuatro últimos partidos (uno de ellos lo marcó Fernando Navarro, el defensa del Mallorca, en su propia portería) revelan el problema de eficacia del bicampeón. El Barça, construido para marcar goles (llevaba una media de 2,11 por encuentro), se ha quedado seco de repente (0,5 por partido).
2 El desastroso rendimiento lejos del Camp Nou
En el primer mes de Liga, el Barça iba como un tiro fuera del Camp Nou: tres partidos (Vigo, Santander y Bilbao), nueve puntos. Máxima efectividad. Después llegó la visita al Bernabéu, la primera derrota y todo se torció. En las siete jornadas siguientes, el equipo de Rijkaard apenas sumó ocho puntos. Peor ha sido, sin embargo, lo que ha hecho el líder en los tres últimos meses. Cinco viajes (Valencia, Sevilla, Huelva, Zaragoza y Vila-real) y solo tres puntos. No es nada casual, por tanto, que el Barça haya encajado sus seis derrotas en la Liga lejos de su casa. Casi cada vez que sale del Camp Nou, regresa con las manos vacías. Y así se puede perder una Liga: lo que gana en Barcelona lo pierde fuera. Ha conseguido 20 puntos de 48 posibles (41%).
3 La angustia que genera la posibilidad de perderlo todo
Hasta ahora, el Barça de Rijkaard siempre ha ido de menos a más. Desde el principio, desde el horrible inicio del 2003, cuando el equipo reaccionó con una formidable segunda vuelta y terminó segundo, por delante del Madrid. Pero en esta temporada, en la que empezaba dispuesto a ganar siete títulos, ha ido restando. Perdió la Supercopa de Europa con el Sevilla, el Mundial de clubs con el Internacional de Porto Alegre, la Champions con el Liverpool y se asoma a una situación nueva, llena de angustia porque lo tuvo todo y, al mismo tiempo, lo puede perder todo (Liga y Copa). Además, con los ancestrales miedos del barcelonismo poniendo en duda la solvencia del proyecto. Nunca antes se había vivido algo así en el Camp Nou, al menos con Rijkaard en el banquillo.
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