Xavi & Iniesta: Qué grandes sois, pequeños
Xavi & Iniesta: Qué grandes sois, pequeños!!!
El Barça demostró que la grandeza del fútbol no radica en la altura de sus jugadores. Los pequeños toman el mando.
Nunca hubo un Barça tan bajo que picara tan alto. Frank Rijkaard se la jugó al alinear a cinco jugadores que no pasan de los 175 centímetros, la altura del jugador más menudo del Zaragoza.
Era un contraste tan grande como el juego desplegado por unos y otros en la primera parte.
Lionel Messi (169), Xavi (168), Iniesta (175), Deco (174) y Giuly (164) llevaron el peso del equipo azulgrana con una formación en la que el Barça perdió su dibujo táctico para asimilar el que Johan Cruyff popularizó con su Dream Team.
Quizás por su formación en La Masía en la época en la que el flaco era el técnico del primer equipo, Xavi, Iniesta y Messi fueron los jugadores que mejor interpretaron el nuevo sistema, compuesto por cuatro centrocampistas, tres defensas y otros tantos delanteros.Fue precisamente Xavi quien creó la jugada del primer gol... actuando de central. Sí, de central.
Estaba en el eje de la zaga cuando el Deco botó un corner y el rechace fue a parar al centro del campo donde se encontraba Sergio García, a quien Xavi marcaba. El de Terrassa se avanzó a su acción, le robó el balón, avanzó unos metros sorteando a otro rival, combinó con Márquez, volvió a recibir y le hizo una sotana a Piqué hasta plantearse ante Cesar a quien batió por un lado. Un golazo en toda regla que igualaba la eliminatoria.
La Romareda, un hervidero en contra de Oleguer o hasta el ausente Eto’o, enmudeció por la belleza del tanto que confirmaba el dominio azulgrana.
El Zaragoza, que no pasaba del centro del campo, se vio sorprendido por la táctica azulgrana y superado por la rápida combinación de toque de los pequeños azulgranas.
Víctor Fernández, desde la banda, daba vueltas y vueltas delante de su banqueta pensando soluciones, que no llegaron hasta la segunda parte. Rijkaard le estaba ganando la partida.
El tanto no aflojó a un Barça lanzado. Messi se plantó ante Cesar después de recoger un gran pase de Xavi de 40 metros y escasos minutos después (25’) fue Iniesta quien inició una jugada en la banda izquierda, combinó con Messi al primer toque, éste hizo lo propio con Deco quien asistió al argentino.
Cesar se avanzó pero Messi logró impedir que el meta recogiera el balón. Con todos los jugadores en el suelo, el balón fue a parar a Iniesta que materializó la remontada con un remate a placer.Xavi e Iniesta, los dos jugadores que representan mejor que nadie un estilo de juego, fueron los protagonistas de una noche en la que también brilló con luz propia Lionel Messi.
Si el partido se bailó al son de Xavi, el argentino puso la guinda con su velocidad. Ya es el de antes de la lesión.
Messi fue un incordio para el Zaragoza y sobre todo para Diogo, el autor del gol en el partido de ida.
El lateral debió ser expulsado en la primera parte porque cada vez que tenía la oportunidad le daba un patadón al pie de apoyo de Lionel. Las penetraciones de éste, el endiablado dribling sirvieron para que el Barça ganara una profundidad en su juego que hasta ahora había carecido.
El Barça demostró que el físico no lo es todo y que para efectuar una exhibición de fútbol los centímetros no son condición sine qua non. La mitad de los jugadores de campo no podían competir al choque con los de Víctor Fernández pero éstos no les vieron cuando el balón estaba en los pies del rival.
Ayer tembló no sólo Zaragoza sino también el Liverpool de Rafa Benítez con su pívot (Crouch) de 202 centímetros.
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