1-2: ¡VIVA LA REVOLUCIÓN!
1-2: ¡VIVA LA REVOLUCIÓN!
El Barça se planta en 'semis' de Copa con el 3-4-3 del Dream Team
Con su golpe de timón, Rijkaard dejó KO al Zaragoza
Con su golpe de timón, Rijkaard dejó KO al Zaragoza
A la tercera fue la vencida.
El Barça de Frank Rijkaard acabó por fin con su maleficio en cuartos de la Copa ante el Zaragoza y levantó (1-2) la eliminatoria merced a un inesperado golpe de timón del holandés. Por primera vez en la historia, los azulgrana remontaron una eliminatoria copera tras perder 14 veces la ida en casa tras un primoroso primer tiempo en que rescataron el 3-4-3 del Dream Team.
La final del 23 de junio, quizás en el Bernabéu y en el cuarto aniversario de la presentación de Rijkaard en el Barça, está a sólo dos pasos y es un aliciente muy atractivo para un equipo líder en la Liga y aún vivo en Europa.
Sin nada que perder y con la necesidad de dar un volantazo, el Barça demostró que aún tiene mucho crédito. La apuesta de Rijkaard destrozó todas las previsiones de Víctor Fernández. El Dream Team se paseó en La Romareda (0-4 en la Liga 1991-92 y 1-6 en la siguiente) con un fútbol espectacular por la velocidad de la circulación y la eficacia de su pegada. Lo de ayer fue la revolución.
Nada que envidiarle a aquello tuvo el juego de un Barça con Thuram de líbero y un Puyol omnipresente. La acumulación de hombres creativos delante de Márquez exigía la mayor aportación de la segunda línea, como hacían los Bakero, Amor, Eusebio y Txiki. La presión de Zapater y Movilla fue insuficiente para evitar que Xavi, Iniesta y Deco lo bordaran.
Con un falso '9', como el Dream Team hasta la llegada de Romario, Ronaldinho jugó de espaldas combinando al primer toque con un Giuly incansable en las coberturas y un Messi que enloqueció el partido con un ritmo vertiginoso. Sacó de quicio a Diogo por la izquierda y rompió a la zaga local cuándo, cómo y por dónde quiso.
Los maños tardaron en interpretar un guión imprevisible ante un Barça que, esta vez sí, mordió cuando tuvo el balón. Obsesionada en anular la movilidad de Ronnie y Messi, la zaga zaragocista se olvidó del resto y llegó el 0-1 con una pared entre Márquez y Xavi que acabó con el egarense definiendo por el eje. El gol reforzó la moral de un Barça que siguió confiando en la explosividad de Messi para apuntillar. Un remate del argentino tras un jugadón dejó un balón muerto en el área que Iniesta voleó con rabia. En una noche puramente copera, el Zaragoza no tenía otra que meter dos goles.
A falta de una hora, quedaba la duda del aguante físico del Barça. Sergio García, con un disparo al larguero, y Óscar, que chutó a las nubes en boca de gol, tuvieron sus opciones. Víctor Fernández quiso recuperar el balón sacando a Celades y Aimar ante un Barça con el mando hasta que el duelo se descontroló con la roja a D'Alessandro por cabecear a Messi . Justo después, llegó el 1-2 del ex azulgrana Piqué al rematar sólo en el área una falta lateral. Y van...
Quedaban 18 minutos. Rijkaard sacrificó a Giuly por Zambrotta disponiendo un 4-4-2 con Messi y Ronnie en punta para resistir el acoso final que se tornó en un 4-3-3 al entrar Gudjohnsen por Deco. Y Ewerthon, que salió a por el milagro, lo acarició tras un resbalón de Puyol. Ahora toca repetir el sobreesfuerzo en Anfield.
La final del 23 de junio, quizás en el Bernabéu y en el cuarto aniversario de la presentación de Rijkaard en el Barça, está a sólo dos pasos y es un aliciente muy atractivo para un equipo líder en la Liga y aún vivo en Europa.
Sin nada que perder y con la necesidad de dar un volantazo, el Barça demostró que aún tiene mucho crédito. La apuesta de Rijkaard destrozó todas las previsiones de Víctor Fernández. El Dream Team se paseó en La Romareda (0-4 en la Liga 1991-92 y 1-6 en la siguiente) con un fútbol espectacular por la velocidad de la circulación y la eficacia de su pegada. Lo de ayer fue la revolución.
Nada que envidiarle a aquello tuvo el juego de un Barça con Thuram de líbero y un Puyol omnipresente. La acumulación de hombres creativos delante de Márquez exigía la mayor aportación de la segunda línea, como hacían los Bakero, Amor, Eusebio y Txiki. La presión de Zapater y Movilla fue insuficiente para evitar que Xavi, Iniesta y Deco lo bordaran.
Con un falso '9', como el Dream Team hasta la llegada de Romario, Ronaldinho jugó de espaldas combinando al primer toque con un Giuly incansable en las coberturas y un Messi que enloqueció el partido con un ritmo vertiginoso. Sacó de quicio a Diogo por la izquierda y rompió a la zaga local cuándo, cómo y por dónde quiso.
Los maños tardaron en interpretar un guión imprevisible ante un Barça que, esta vez sí, mordió cuando tuvo el balón. Obsesionada en anular la movilidad de Ronnie y Messi, la zaga zaragocista se olvidó del resto y llegó el 0-1 con una pared entre Márquez y Xavi que acabó con el egarense definiendo por el eje. El gol reforzó la moral de un Barça que siguió confiando en la explosividad de Messi para apuntillar. Un remate del argentino tras un jugadón dejó un balón muerto en el área que Iniesta voleó con rabia. En una noche puramente copera, el Zaragoza no tenía otra que meter dos goles.
A falta de una hora, quedaba la duda del aguante físico del Barça. Sergio García, con un disparo al larguero, y Óscar, que chutó a las nubes en boca de gol, tuvieron sus opciones. Víctor Fernández quiso recuperar el balón sacando a Celades y Aimar ante un Barça con el mando hasta que el duelo se descontroló con la roja a D'Alessandro por cabecear a Messi . Justo después, llegó el 1-2 del ex azulgrana Piqué al rematar sólo en el área una falta lateral. Y van...
Quedaban 18 minutos. Rijkaard sacrificó a Giuly por Zambrotta disponiendo un 4-4-2 con Messi y Ronnie en punta para resistir el acoso final que se tornó en un 4-3-3 al entrar Gudjohnsen por Deco. Y Ewerthon, que salió a por el milagro, lo acarició tras un resbalón de Puyol. Ahora toca repetir el sobreesfuerzo en Anfield.
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