La violencia corrompe el fútbol
La violencia corrompe el fútbol
El Presidente de la UEFA, Michel Platini, insta a todas las federaciones a asumir una actitud de “tolerancia cero” para acabar con todos los actos de violencia y racismo del mundo del fútbol.
Seria amenazaEn una carta dirigida a las 53 federaciones miembro de la UEFA, Platini advierte a sus presidentes que el fútbol está bajo una seria amenaza por los actos de violencia, que están contaminando este deporte. Asimismo, añadió que la conducta de algunos jugadores, entrenadores y directivos es una vergüenza para el fútbol. La violencia, el abuso y los insultos comienzan a ser actos habituales, lo que supone un mal ejemplo para los aficionados. Platini también pidió a las federaciones usar todo su poder disciplinario y adoptar severas medidas a todos los niveles.
Preocupante aumentoEl Presidente de la UEFA ha hecho de la lucha contra la violencia y el racismo uno de los elementos claves de su mandato desde que fuese elegido en el mes de enero, y no ha dudado en sentarse a debatir sobre el tema con diversas personalidades de la Unión Europea, así como con representantes de la policía europea y cuerpos de gobierno. Platini ha pedido todo el apoyo posible a las autoridades públicas para afrontar este alarmante aumento de incidentes violentos durante los encuentros, que se han llegado incluso a cobrar vidas.
Texto completo de la carta de Platini dirigida a los presidentes de las federaciones:
Estimado presidente y amigo,
Hoy en día, nuestro deporte está en el apogeo de su popularidad. Nunca antes en su larga y bella historia el fútbol había generado tanta pasión y entusiasmo. Hasta el momento, nunca se había registrado un semejante número de personas de jueguen o vean el fútbol.
No obstante, nuestro deporte se enfrenta a un grave peligro: la violencia. La violencia en el terreno de juego, en las gradas y fuera de los estadios constituye un lastre para nuestro deporte. No hay semana que no reciba informes acerca de incidentes de mayor o menor gravedad o de mayor o menor violencia de todas partes de Europa, tanto en campeonatos de aficionados como en las ligas profesionales.
Yo mismo he escrito a los presidentes de los clubes clasificados para los octavos de final de la Liga de Campeones para sensibilizarlos sobre el tema de la violencia. Lamentablemente, varios partidos han sido tachados por incidentes provocados por comportamientos inaceptables.
Siempre respetando su independencia, pedí a nuestras instancias disciplinarias que se mostraran más firmes ante la aplicación de nuestras normativas. Lo han hecho y el impacto mediático ha sido importante, espero que el ejemplo sea eficaz. También he multiplicado mis contactos tanto a nivel nacional como europeo con las autoridades gubernamentales responsables del orden público. Nuestras opiniones y nuestros objetivos coinciden. Ellas harán lo que les corresponde en lo relativo a la situación fuera de los estadios, principalmente reforzando la cooperación y la coordinación entre los países europeos.
Lo que sucede en los tribunales depende, en cierta medida, de nuestras relaciones con los poderes públicos. Por el contrario, lo que ocurre en el terreno de juego depende exclusivamente de nosotros.
El comportamiento de algunos jugadores y de algunos dirigentes es una auténtica vergüenza para nuestro deporte. La violencia, las injurias y los insultos por doquier se han convertido en el pan de cada día en el fútbol. Esto debe cesar de inmediato. La familia del fútbol, en conjunto, debe dar ejemplo. Es imposible pretender que los aficionados tengan un comportamiento irreprochable si les damos esta mala imagen de nosotros mismos.
Me gustaría, por tanto, que en las asociaciones nacionales, la firmeza esté también a la orden del día y a todos los niveles de la pirámide del fútbol. Esto exige una política de tolerancia cero frente a la violencia, el racismo y las incitaciones a estos comportamientos. Las instancias disciplinarias deben limitarse a desempeñar su papel al completo. No se puede perder más tiempo, Europa nos observa.
Agradeciéndole, estimado presidente y amigo, su cooperación en este área crucial para el futuro de nuestro deporte, reciba un cordial y deportivo saludo.
Pinche aquí para ver la carta de Platini en formato PDF
©uefa.com 1998-2007. Quedan reservados todos los derechos.
Seria amenazaEn una carta dirigida a las 53 federaciones miembro de la UEFA, Platini advierte a sus presidentes que el fútbol está bajo una seria amenaza por los actos de violencia, que están contaminando este deporte. Asimismo, añadió que la conducta de algunos jugadores, entrenadores y directivos es una vergüenza para el fútbol. La violencia, el abuso y los insultos comienzan a ser actos habituales, lo que supone un mal ejemplo para los aficionados. Platini también pidió a las federaciones usar todo su poder disciplinario y adoptar severas medidas a todos los niveles.
Preocupante aumentoEl Presidente de la UEFA ha hecho de la lucha contra la violencia y el racismo uno de los elementos claves de su mandato desde que fuese elegido en el mes de enero, y no ha dudado en sentarse a debatir sobre el tema con diversas personalidades de la Unión Europea, así como con representantes de la policía europea y cuerpos de gobierno. Platini ha pedido todo el apoyo posible a las autoridades públicas para afrontar este alarmante aumento de incidentes violentos durante los encuentros, que se han llegado incluso a cobrar vidas.
Texto completo de la carta de Platini dirigida a los presidentes de las federaciones:
Estimado presidente y amigo,
Hoy en día, nuestro deporte está en el apogeo de su popularidad. Nunca antes en su larga y bella historia el fútbol había generado tanta pasión y entusiasmo. Hasta el momento, nunca se había registrado un semejante número de personas de jueguen o vean el fútbol.
No obstante, nuestro deporte se enfrenta a un grave peligro: la violencia. La violencia en el terreno de juego, en las gradas y fuera de los estadios constituye un lastre para nuestro deporte. No hay semana que no reciba informes acerca de incidentes de mayor o menor gravedad o de mayor o menor violencia de todas partes de Europa, tanto en campeonatos de aficionados como en las ligas profesionales.
Yo mismo he escrito a los presidentes de los clubes clasificados para los octavos de final de la Liga de Campeones para sensibilizarlos sobre el tema de la violencia. Lamentablemente, varios partidos han sido tachados por incidentes provocados por comportamientos inaceptables.
Siempre respetando su independencia, pedí a nuestras instancias disciplinarias que se mostraran más firmes ante la aplicación de nuestras normativas. Lo han hecho y el impacto mediático ha sido importante, espero que el ejemplo sea eficaz. También he multiplicado mis contactos tanto a nivel nacional como europeo con las autoridades gubernamentales responsables del orden público. Nuestras opiniones y nuestros objetivos coinciden. Ellas harán lo que les corresponde en lo relativo a la situación fuera de los estadios, principalmente reforzando la cooperación y la coordinación entre los países europeos.
Lo que sucede en los tribunales depende, en cierta medida, de nuestras relaciones con los poderes públicos. Por el contrario, lo que ocurre en el terreno de juego depende exclusivamente de nosotros.
El comportamiento de algunos jugadores y de algunos dirigentes es una auténtica vergüenza para nuestro deporte. La violencia, las injurias y los insultos por doquier se han convertido en el pan de cada día en el fútbol. Esto debe cesar de inmediato. La familia del fútbol, en conjunto, debe dar ejemplo. Es imposible pretender que los aficionados tengan un comportamiento irreprochable si les damos esta mala imagen de nosotros mismos.
Me gustaría, por tanto, que en las asociaciones nacionales, la firmeza esté también a la orden del día y a todos los niveles de la pirámide del fútbol. Esto exige una política de tolerancia cero frente a la violencia, el racismo y las incitaciones a estos comportamientos. Las instancias disciplinarias deben limitarse a desempeñar su papel al completo. No se puede perder más tiempo, Europa nos observa.
Agradeciéndole, estimado presidente y amigo, su cooperación en este área crucial para el futuro de nuestro deporte, reciba un cordial y deportivo saludo.
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