Víctor Valdés, 'nippon ichi'
Víctor Valdés, 'nippon ichi'
• El joven portero azulgrana salva al Barça con una parada de número uno antes de viajar a Japón
• "Estos tres puntos se los debemos a Víctor", reconoce Rijkaard
Emilio Pérez de Rozas/Barcelona
El día que Andoni Zubizarreta conoció a Víctor Valdés hablaron durante horas de sus cosas.
El día que Andoni Zubizarreta conoció a Víctor Valdés hablaron durante horas de sus cosas.
Ya saben lo raros que son los porteros. Comentaron lo difícil que es convertirse en figura, en ídolo, en un equipo que solo juega al ataque.
Platicaron sobre esa broma que solían hacerle al vasco los chicos del dream team cuando antes de saltar al campo vociferaban algo así como: "Ganaremos por 3-1". Y Andoni gritaba desde el fondo del vestuario: "Por qué no ganamos 3-0 y dejáis tranquila mi portería".
Y hablaron, sobre todo, de sus dos momentos de gloria, también casi ocultos, silenciosos, sus triunfos en Wembley y Saint Dennis.
AgradecimientoNi Andoni ni Víctor olvidarán jamás aquel día. Zubi quiso saber si alguien le agradeció a Valdés sus magníficas y decisivas paradas en París.
"Pues no, no recuerdo que nadie me abrazase especialmente, ni me felicitase, pero no importa, ganamos y yo fui muy feliz", explicó VV, que sí reconoció haberse sentido recompensando por todos cuando Frank Rijkaard le dio aquel abrazo tan caliente, tan fuerte.
"¿Y a ti?", le preguntó Valdés a Zubizarreta.
"A mí se me acercó Ronald. ¡Imagínate, el autor de aquel golazo! Y me dijo: 'Gracias, amigo, hemos ganado gracias a ti'. Y se fue".
Valdés no está en ninguna lista de la UEFA ni del Balón de Oro ni en la selección española.
Pero empieza a estar ya en el corazón de los culés que, aunque idolatran a Ronaldinho, anoche se dieron cuenta de que, camino de Japón, Valdés es ya un nippon ichi, es decir, un número uno.
Lo fue ayer en solo nueve minutos, cuando se jugó la cara y más de un ligamento cruzado ante Kovacevic, lanzándose a sus pies y evitando el empate, y nueve minutos después, cuando voló hacia su escuadra derecha para despejar el cabezazo de Mikel González.
Y, acto seguido, recibió el abrazo y felicitación de todo el estadio, representados por Belletti y Ronnie, que le abrazaron con pasión."Estos tres puntos se los debemos a Víctor", reconoció Frank Rijkaard.
"Víctor ha demostrado que es un grandioso portero y lo ha hecho justo en el momento más peligroso del partido, al final, más allá del minuto 90, demostrando que está metido en el encuentro del minuto 1 al 94 o 95. Ese detalle es lo que le hace grande", agregó.
Un poco de suerteValdés abandonó anoche el Camp Nou contento por haber ganado pero, sobre todo, por haber mantenido su portería a cero. "Esa es, siempre, la misión de un portero", comentó tras agradecer los elogios y reconocer que en su vuelo final tuvo "un poquito de fortuna". La que se merece, seguro.
"Todos sabemos lo difícil que es ser portero del Barça", dijo VV. "El rival no llega mucho pero, cuando llega, como jugamos tan al ataque, puede hacerte daño. Hay que estar concentrado a tope". A tope, como un nippon ichi.
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