Leo, Leo, qué ves
Leo, Leo, qué ves
Esta vez no la metió Messi, que estuvo cerca, pero el Barcelona fue mucho más que el Real y se mostró muy superior en la saga de cuatro clásicos. Ahora, el team de Guardiola piensa en una supuesta final con el Manchester en la final de la Champions, para reeditar el choque de 2009.
Festeja el Barcelona. Festeja Messi. Merecido lo tienen. Por juego, por propuesta, por haber sido el mejor equipo de los dos en la serie semifinal de la Champions y, en el global también, en esos cuatro episodios que se disputaron en apenas 18 días. Y más allá de que la Copa del Rey, hoy casi un premio consuelo, se la haya quedado el Real Madrid. Demostró ambición, ganas, un fútbol de alto vuelo por momentos y mucho control en otros. Un equipo completo que ahora va por la gran corona, el 28 de mayo en Wembley, casi seguro que ante el Manchester United, que le sacó dos goles de ventaja al Schalke en su visita a Alemania.
Mucho se hablará del gol anulado a Higuaín (De Bleeckere cobró una falta previa a Ronaldo sobre Mascherano), porque el marcador estaba 0-0 y podría haber puesto la serie aún más interesante. Pero es cierto también que durante todo el primer tiempo, el que más intentó fue el Barcelona, jugando un fútbol de toque y precisión, sin ser brillante como otras veces, y llegando al área mucho más que su rival, que esta vez tuvo a Kaká desde el arranque pero que no tuvo a Mourinho en el banco por la suspensión que recibió tras el primer partido.
Si el Barcelona no se fue en ventaja al descanso, fue sólo porque Villa, Messi (que no jugó un partido brillante pero también le pegaron mucho) y Busquets se cruzaron con un encendido Iker Casillas, que tapó todo lo que le tiraron. Con la bronca por el gol anulado al Pipita, el Real salió al segundo tiempo más decidido a ir por la hazaña y se encontró con el 0-1 de Pedro. Así, si con el 0-0 el team de Guardiola se sentía seguro, más aún con un gol a favor: lo obligó al Madrid a salir a buscarlo con desesperación. Llegó al empate con Marcelo, pero igual ni ilusiones se hizo. Los dos goles conseguidos por Messi en la ida en el Bernabéu fueron demasiado para el Madrid. Una diferencia que fue imposible de dar vuelta. Eso le alcanzó al Barcelona para llegar a Wembley. Merecido lo tiene. Y como en el 2009, otra vez quiere ser campeón de la Champions. Tiene con qué, seguro. Es el mejor.
Esta vez no la metió Messi, que estuvo cerca, pero el Barcelona fue mucho más que el Real y se mostró muy superior en la saga de cuatro clásicos. Ahora, el team de Guardiola piensa en una supuesta final con el Manchester en la final de la Champions, para reeditar el choque de 2009.
Festeja el Barcelona. Festeja Messi. Merecido lo tienen. Por juego, por propuesta, por haber sido el mejor equipo de los dos en la serie semifinal de la Champions y, en el global también, en esos cuatro episodios que se disputaron en apenas 18 días. Y más allá de que la Copa del Rey, hoy casi un premio consuelo, se la haya quedado el Real Madrid. Demostró ambición, ganas, un fútbol de alto vuelo por momentos y mucho control en otros. Un equipo completo que ahora va por la gran corona, el 28 de mayo en Wembley, casi seguro que ante el Manchester United, que le sacó dos goles de ventaja al Schalke en su visita a Alemania.
Mucho se hablará del gol anulado a Higuaín (De Bleeckere cobró una falta previa a Ronaldo sobre Mascherano), porque el marcador estaba 0-0 y podría haber puesto la serie aún más interesante. Pero es cierto también que durante todo el primer tiempo, el que más intentó fue el Barcelona, jugando un fútbol de toque y precisión, sin ser brillante como otras veces, y llegando al área mucho más que su rival, que esta vez tuvo a Kaká desde el arranque pero que no tuvo a Mourinho en el banco por la suspensión que recibió tras el primer partido.
Si el Barcelona no se fue en ventaja al descanso, fue sólo porque Villa, Messi (que no jugó un partido brillante pero también le pegaron mucho) y Busquets se cruzaron con un encendido Iker Casillas, que tapó todo lo que le tiraron. Con la bronca por el gol anulado al Pipita, el Real salió al segundo tiempo más decidido a ir por la hazaña y se encontró con el 0-1 de Pedro. Así, si con el 0-0 el team de Guardiola se sentía seguro, más aún con un gol a favor: lo obligó al Madrid a salir a buscarlo con desesperación. Llegó al empate con Marcelo, pero igual ni ilusiones se hizo. Los dos goles conseguidos por Messi en la ida en el Bernabéu fueron demasiado para el Madrid. Una diferencia que fue imposible de dar vuelta. Eso le alcanzó al Barcelona para llegar a Wembley. Merecido lo tiene. Y como en el 2009, otra vez quiere ser campeón de la Champions. Tiene con qué, seguro. Es el mejor.
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