Penya Barcelonista de Lisboa

dimecres, de març 09, 2011

Iniesta rompe el sueño a Cesc


Iniesta rompe el sueño a Cesc

El capitán del Arsenal explica que jugó lesionado desde el minuto 15 y confiesa: "Me siento el culpable del resultado. Es uno de los peores momentos de mi vida"
El partido que soñó Cesc Fàbregas no se parecía casi nada al que jugó anoche en el Camp Nou. Lo imaginó mil veces. Incluso ayer mismo por la mañana. Pero no era eso. Cuando todo era un sueño para el niño de Arenys, en aquel taxi que le llevaba y le traía de Mataró a Barcelona cada día, imaginaba jugar en el estadio azulgrana, ponerse el 4, el número de Guardiola, y celebrar goles como los de aquel Figo que llevaba el 7 a la espalda. En el sueño no estaba Iniesta. Ayer jugó en el lugar que siempre soñó. Al fin, pisó su césped en una competición oficial. Pero, para su desgracia, allí se hallaba el futbolista pálido de Fuentealbilla para amargar el estreno al capitán del Arsenal.

Cesc tuvo poca presencia en un partido que empezó mal y siempre fue a peor para él. Competitivo como pocos, se le olvidó pronto que volvía a su casa y en el minuto 2 ya le protestaba al árbitro, en el 6 Alves le dejó un recado y en el 12 Busquets le robó la pelota. Solo había transcurrido un cuarto de hora cuando se resintió de su lesión en los isquiotibiales, la misma que le había tenido apartado de la actividad desde el encuentro de la Premier ante el Stoke. "Supongo que las ganas que tenía de jugar me han hecho reaccionar, pero, al cabo, me han tenido que cambiar", dijo una vez finalizado el duelo.

Corrió Cesc como pudo y no la tocó mucho -10 kilómetros y 31 pases-. Así que apareció sobre todo para ejercer de capitán y mediar entre sus compañeros y los rivales o el árbitro, sin posibilidad de sacar la escuadra y el cartabón que lleva en sus pies. Se le vio incómodo porque, cuando no le encimó Abidal, lo hicieron Mascherano, Busquets, Xavi o Iniesta. El manchego le robó la cartera en el descuento de la primera parte en una jugada que tardará en olvidar porque terminó en el primer gol de Messi. No hace tanto, en Johanesburgo, fue Cesc quien se la dio al albaceteño para que España fuera campeona del mundo.

El partido de Iniesta decidió el juego. "Andrés ha sido determinante. Su participación marca la diferencia con lo que ocurrió el año pasado contra el Inter", dijo Pep Guardiola. Lo explicó: "Hay muchas maneras de atacar: una, con el pase directo; otra, combinando, y otra más, desde el regate, e Iniesta, en eso, es un artista porque tiene la capacidad de hacer una transición perfecta en la defensa, robar la pelota, desequilibrar incluso encarando a tres contrarios y ver la asistencia. Nos da ese plus porque es capaz, siempre de saltarse un hombre. La temporada pasada le echamos mucho en falta, pero en esta se encuentra muy fuerte".

"Ha sido un partido con momentos de todo, con mucha intensidad. Es lo que tiene una eliminatoria de la Champions. Creo que la gente ha disfrutado", dijo el centrocampista del Barça. "Hemos tenido la desgracia del gol de Busquets porque creo que ellos no han chutado a puerta. En el campo tienes la impresión de que estás creando ocasiones y que el gol tiene que llegar", añadió.

Cesc tuvo la misma sensación, por mucho que terminara felicitando a sus compañeros y lamentando la expulsión de Van Persie: "No pueden echar a alguien por eso". A esas alturas, no le quedaba nada con lo que soñar, pero tenía todo por lo que pelear. Lo hizo contra natura, corriendo detrás de la pelota, tocado físicamente y metido en una cuesta abajo irremediable. Marcó Xavi, le hicieron un penalti a Pedro y, cuando se acercó al área de Valdés, le pitaron un fuera de juego. En el minuto 78, el capitán del Arsenal dejó su puesto a Bendtner.

"El Barça ha jugado muy bien. Prácticamente, no hemos tenido oportunidades. Pero estoy muy orgulloso de mi equipo. Les hemos jugado de tú a tú y nos hemos defendido como hemos podido", concluyó Cesc, que se lesionó y perdió la eliminatoria. Con un mensaje de Twitter camino del aeropuerto resumía sus sensaciones. "Es uno de los peores momentos de mi vida. Me siento el culpable del resultado. Lo lamento", escribió. El sueño terminó en pesadilla.