Penya Barcelonista de Lisboa

dissabte, de juny 12, 2010

ELECCIONS: DEBATE DE REFLEXIÓN




Debate de reflexión


El último enfrentamiento entre los cuatro candidatos en TV-3 se resuelve sin un ganador claro
Fue la última contienda y un fiel reflejo de lo sucedido en la campaña. TV-3 puso el campo de batalla en forma de plató para que los cuatro aspirantes a la presidencia del Barça defendieran sus programas. Lo hicieron, sí, pero Sandro Rosell volvió a convertirse en el objetivo a derribar mientras que Agustí Benedito proseguía con su emergente protagonismo. Fue un debate que tal vez ayudó a despejar las dudas de los muchos indecisos que parece haber entre la masa social aunque no arrojó un vencedor claro. La gran cuestión es ahora saber si Rosell, el centro de los ataques en todos los debates, mantendrá la amplia ventaja que le daban las encuestas.
Pasados los primeros compases protocolarios, la refriega entró en erupción cual volcán islandés. Y los cañonazos de lava, claro, tenían como objetivo a Rosell, convertido en el pim pam pum de esta campaña. ¿Y cuál era el motivo? Sus negocios. «Sandro, tienes un conflicto de intereses con la Masia que tienes en Qatar», le recriminó Marc Ingla, mientras que Benedito, que reclamó varias veces que las contrarréplicas fueran más cortas para tener más minutos, lamentó que Rosell haya asegurado que se venderá su empresa. «Lo tendrás que hacer por debajo del precio de mercado». «Eso es problema mío y lo haré por amor al Barça», replicó Rosell, quien se cansó de repetir que su negocio en Qatar es solo un proyecto solidario.

EN EL NOMBRE DE TXIKI / También la figura de Txiki Begiristain unió a los tres aspirantes contra el favorito. «Parece que tengas ganas de que se vaya», le dijo Ingla a Rosell. «Si quiere continuar, entiende nuestro proyecto y se puede seguir entendiendo con Guardiola, podrá seguir. Nosotros no somos talibanes», replicó el aspirante, mientras Benedito fue el único que afirmó que no cuenta con el secretario técnico ni con Alexanco, responsable del fútbol base.

Los cuestionados fichajes de Henrique y Keirrison sirvieron para apretar las tuercas a Ferrer, el candidato continuista. «Yo recomendé no pagar más de cinco millones por Henrique», dijo Ingla, que pidió al futuro ganador que investigue estas dos operaciones por las que se pagaron 25 millones. «Tiene un tufo extraño», reiteró.

Benedito se comprometió a parar la recalificación del Miniestadi –«prefiero que el club tenga metros cuadrados y no pisos»– y recordó a la junta que no ha pedido autorización al socio para hacer esta operación. Rosell también fue el centro de los ataques, de nuevo, por querer cambiar los horarios de televisión a la tarde. «No se puede hacer demagogia con este tema», le acusó Ingla.

Rosell también alertó del peligro de que el Barça pierda «su identidad catalana» si no se regula la entrada de nuevos socios, mientras que Ingla, de nuevo replicante, le recordaba que un suizo, Hans Gamper, fue el fundador. Benedito, que contrapuso la sencillez de su equipo a «las patums de la burguesía catalana» que van en la candidatura de Rosell, advirtió a este último que «dos boixos nois habían entrado en su casa». «Seguro que no lo sabías, pero ten cuidado con quién te reúnes». Rosell, al final, apeló a su sentimiento culé.