Iniesta compra viñas para dar trabajo a sus paisanos

Iniesta compra viñas para dar trabajo a sus paisanos

No hay otro tema de conversación en el Bar Luján de Fuentealbilla –y en el resto de bares, y en las calles y en todo el pueblo–. Y seguramente no habrá otro tema de conversación durante todo el año por muchas copas más que gane el Barça esta temporada: Andrés Iniesta, el hijo predilecto de esta pequeña localidad de Albacete, la estrella que hace pregones en el balcón de su ayuntamiento y tiene incluso una calle con su nombre, ha comprado unas viñas para dar trabajo a sus paisanos. Golazo del crack.

El orgullo y la admiración por el futbolista azulgrana es total, tal y como se pudo comprobar ayer en el reportaje de la Radio Televisión de Castilla-La Mancha emitido por TV-3. «Siempre nos ha dado alegrías deportivas y ahora nos dará alegrías en forma de empleo, que falta nos hace», comentaba un vecino.

El Bar Luján es propiedad de Andrés Luján, abuelo del jugador y sede de la peña barcelonista de esta localidad manchega que prefiere que gane el Real Madrid antes que el Barça. Quizá el enésimo gesto de Iniesta hacia sus paisanos ayude a cambiar estas simpatías. «A mi nieto –explicó ayer Luján a este diario– siempre le han gustado los vinos y en cuanto tuvo la ocasión se lanzó. Y de paso echa una mano a su gente».

El centrocampista azulgrana reivindica a la menor ocasión el nombre de su pueblo, de poco más de 2.000 habitantes y donde se ha construido una casa, y ahora ha decidido dar un paso más comprando unas viñas de 2.000 hectáras en las afueras para crear una bodega que dará empleo a 12 personas, además de los jornaleros. Seguro que, dentro de unos meses, el pueblo entero y los centenares de culés que peregrinan cada año a la localidad natal de su ídolo brindarán por los éxitos de su hijo predilecto con alguno de los vinos hechos en la bodega.

El jugador adquirió una casa casi en ruinas y la está reformando con una consigna: respetar el estilo original. Cuando, en un par de meses, hayan acabado las obras, las bodegas, que llevarán el apellido del habilidoso futbolista, tendrán una superficie de 38.000 metros cuadrados. Iniesta ha apostado por cuatro o cinco variedades de uva («modernas», puntualiza el abuelo), que darán vinos tintos y blancos. Tras la próxima vendimia se venderán las primeras botellas. Las pruebas realizadas hasta ahora han sido positivas. «La cosa no va mal, están contentos con los resultados», avanza Luján.

¿La etiqueta llevará el escudo del Barça? «Eso todavía lo están estudiando, no sabemos nada». Conociendo al futbolista, a nadie le extrañaría que, además, de la insignia del club luciera también el escudo de Fuentealbilla.