300 millones de euros a la basura
300 millones de euros a la basura
El megaproyecto galáctico sirve para lo mismo que los de Calderón. Esto es, para caer en octavos, pero con menos dinero en caja
Florentino Pérez anunció cuando regresó al palco del Real Madrid entre la ilusión general que se iba a gastar lo que en otra situación debería gastarse en tres años para “devolverle al Madrid el prestigio mundial que se merece”.
Dicho de otra manera, se gastó cerca de 300 millones de euros para fichar un equipo de figuras que lograra ganar la Champions, cuya final se jugará el próximo 22 de mayo en el Santiago Bernabéu.
Pues bien, ayer ante el Olympique de Lyon, el flamante líder de la Liga española, el equipo llamado a acabar con el ciclo del Barcelona, volvió a salirse en la primera curva para estrellarse antes de llegar a los cuartos de final. O lo que es lo mismo, la exhibición de músculo financiero realizada para ganar la ‘décima’ en casa se fue por el sumidero.
De nada sirvió Pellegrini, el nuevo entrenador, ni Garay, ni Granero, ni Cristiano Ronaldo ni Kaká para tratar de llegar a una eliminatoria a la que ayer el Bayern llegó de la mano del defenestrado Arjen Robben.
De la quema se salvaron Benzema y Xabi Alonso, los dos galácticos de nuevo cuño que no pudieron ser alineados por Pellegrini ante el Olympique.
Pero eso no quita que Kaká fuera la personificación de la debacle. Pellegrini, cuando ya lo veía todo perdido le sustituyó por Mahamadou Diarrá ante su evidente enfado.
De nada sirvió echar mano de la ‘vieja guardia’ con Raúl y Guti para remediar el desaguisado.
El Real Madrid naufragó no sólo deportivamente, si no también económicamente, porque está claro que una inversión de este calibre sólo podía ser rentabilizada con un equipo ganador que llegara a la final de la Champions y que, además, la ganara. Ahora, Florentino Pérez debe de pensar en rascarse de nuevo el bolsillo otra vez.
Florentino Pérez anunció cuando regresó al palco del Real Madrid entre la ilusión general que se iba a gastar lo que en otra situación debería gastarse en tres años para “devolverle al Madrid el prestigio mundial que se merece”.
Dicho de otra manera, se gastó cerca de 300 millones de euros para fichar un equipo de figuras que lograra ganar la Champions, cuya final se jugará el próximo 22 de mayo en el Santiago Bernabéu.
Pues bien, ayer ante el Olympique de Lyon, el flamante líder de la Liga española, el equipo llamado a acabar con el ciclo del Barcelona, volvió a salirse en la primera curva para estrellarse antes de llegar a los cuartos de final. O lo que es lo mismo, la exhibición de músculo financiero realizada para ganar la ‘décima’ en casa se fue por el sumidero.
De nada sirvió Pellegrini, el nuevo entrenador, ni Garay, ni Granero, ni Cristiano Ronaldo ni Kaká para tratar de llegar a una eliminatoria a la que ayer el Bayern llegó de la mano del defenestrado Arjen Robben.
De la quema se salvaron Benzema y Xabi Alonso, los dos galácticos de nuevo cuño que no pudieron ser alineados por Pellegrini ante el Olympique.
Pero eso no quita que Kaká fuera la personificación de la debacle. Pellegrini, cuando ya lo veía todo perdido le sustituyó por Mahamadou Diarrá ante su evidente enfado.
De nada sirvió echar mano de la ‘vieja guardia’ con Raúl y Guti para remediar el desaguisado.
El Real Madrid naufragó no sólo deportivamente, si no también económicamente, porque está claro que una inversión de este calibre sólo podía ser rentabilizada con un equipo ganador que llegara a la final de la Champions y que, además, la ganara. Ahora, Florentino Pérez debe de pensar en rascarse de nuevo el bolsillo otra vez.
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