MARAVILLOSO BARÇA

Maravilloso Barça

Las aguas vuelven a su cauce. Todo está bajo control. El FC Barcelona brindó a su afición el mejor regalo posible después del disgusto que supuso la eliminación en la Copa. El equipo de Pep Guardiola dio un golpe de autoridad en la Liga y aprovechó el tropiezo del Real Madrid para distanciarse a cinco puntos del equipo blanco en el liderato de la Liga...

El equipo blanco 'pinchó' en su visita al Athletic (1-0) y el campeón no desaprovechó la oportunidad. El Barça no tuvo piedad de un Sevilla que aguantó en la primera parte, pero que fue arrollado tras el descanso..

El 'tercer round' entre Barça y Sevilla en los últimos diez días no fue demasiado diferente a los dos anteriores de Copa. Intenso, bello, igualado, emocionante. Los de Guardiola, fieles a su ADN futbolístico como siempre: atacando en oleadas, dominando casi por completo la posesión del balón, dejándose el aliento en cada jugada. Y el Sevilla, a pesar de sus numerosas bajas, oponiendo una resistencia casi, casi numantina. Aunque los resultados no le hayan sido propicios en las últimas jornadas, los de Manolo Jiménez son un bloque sólido como una roca. Cuesta un mundo marcarle un gol. Esta vez, en el Camp Nou, tocó ver su cara más defensiva. Mucho más que en el torneo del KO. La primera mitad fue un monólogo azulgrana. Pero aún así, lograron aguantar con su portería a cero hasta el descanso. Lo cual, visto el juego del Barça en este período, tiene mucho mérito...

Pep Guardiola apostó de salida por un once de lujo, el mismo que tres días antes había caído eliminado en el Sánchez Pizjuán (0-1), con sólo una diferencia: Valdés, entrando en la portería por Pinto. A diferencia de la noche de Reyes (1-2), esta vez el técnico barcelonista no reservó a nadie. Y costó, pero el Sevilla cayó como fruta madura...

Y aún tuvo suerte el Sevilla de tener bajo los palos a su salvador particular: 'san Palop'. Un porterazo, con mayúsculas. Probablemente, el principal artífice de que los andaluces salieran airosos de su cruce en la Copa. Con sus intervenciones evitó una goleada de escándalo. Sólo en la primera mitad, desbarató tres clarísimas: una en el 12', en un mano a mano ante Henry al borde del área; otra, en el 29', en un cabezazo a bocajarro de Puyol; otra en el 34', desviando una magnífica 'rosca' de Messi desde el vértice del área.

Hubo una imagen que reflejó bien claramente hasta qué punto fue clara la superioridad local. Ocurrió en el minuto 35. Y su protagonista, quién si no, fue Leo Messi. El argentino, colosal como siempre, se escapó en una contra y sólo pudo ser frenado con un placaje al más puro estilo del rugby. Valiente le agarró por la camiseta... ¡durante unos 20 metros!. Sólo así pudo frenarle, tirándole al suelo. Y sólo vio la amarilla...

Goles tras el descanso

El Sevilla capeó el temporal, pero su muro fue derribado con contundencia en la reanudación. Los goles se hicieron esperar. Era cuestión de tiempo. El primero, llegó en el 49'. Y su autor no fue Leo, ni Henry- magnífico el francés, hiperativo en ataque-, ni tampoco un Ibrahimovic extrañamente fallón y desacertado. No. Su autor fue un defensa: Escudé, que marcó en propia meta al desviar un remate a bocajarro de Piqué tras un centro de Márquez, desde la derecha.

El 1-0 devolvió la tranquilidad al Camp Nou, que empezaba a temer dejar escapar la oportunidad de alejarse del Madrid en la tabla. Y la sentencia llegó en el 70'. Un gol con acento, cómo no, canario. Pedro está tocado por la varita mágica. Todo lo que toca, lo convierte en gol. Apenas llevaba ocho minutos en el campo, después de haber entrado en sustitución de un excelente Henry, y marcó. Definiendo como un crack, superando a Palop en su salida con un suave y sutil toque picado en una contra (2-0).

y aún faltaba que el 'rey' dijera la suya. El mejor futbolista del mundo, Leo Messi, puso la guinda a la fiesta con dos goles más: el 3-0, en el 84, enviando a la red en el área un centro de Alves desde la derecha (3-0). Y el 4-0, en el descuento, culminando una acción iniciada por Abidal.