Deportivo 1 - FC Barcelona 3. Riazor vió a un equipo campeón
Messi saca brillo al Balón de Oro
El Barcelona ganó en Riazor después de cuatro temporadas sin hacerlo. Los de Guardiola ganaron un partido que pudieron sentenciar en una primera mitad en la que su dominio fue abrumador, tanto en posesión como en ocasiones. Messi abrió el marcador cerca de la media hora de juego, pero el Deportivo logró empatar antes del descanso por medio de Adrián y la colaboración de un desafortunado Valdés. Tras el descanso, los locales subieron una marcha más en el partido y lograron que el su rival no estuviese cómodo sobre el terreno de juego. Cuando parecía que el Barcelona se podía dejar dos puntos en Riazor volvió a aparecer Messi para marcar el segundo a pase de Pedro. Ibrahimovic sentenció a falta de dos minutos con el Deportivo volcado en busca de la igualada.
El líder de la Liga aterrizó en A Coruña consciente de la complicada empresa que tenía por delante para lograr los tres puntos en liza (eran ya cuatro temporadas sin ganar en Riazor). La razón, tener enfrente al sorprendente Deportivo de Lotina, situado en posiciones europeas, con un juego más que aceptable y que, en caso de ganar, podía firmar su mejor inicio liguero de la historia. Guardiola lo sabía y saltó al césped con toda la artillería. Así, el once inicial culé fue el formado por Valdés, Alves, Piqué, Puyol, Abidal, Busquets, Xavi, Iniesta, Henry, Ibrahimovic y Messi. Lotina tampoco estaba dispuesto a hacer concesión alguna ante el mejor equipo de la Liga y, salvo la baja de última hora de Riki al que sustituyó Adrián, alineó a los habituales con la intención de ponérselo complicado a los azulgranas. Aranzubia, Manuel Pablo, Filipe, Colotto, Lopo, Sergio, Antonio Tomás, Guardado, Juan Rodríguez, Mista y Adrián fue el once inicial del conjunto local.
El Barcelona comenzó decidido a asfixiar al Deportivo y se hizo con el dominio del balón. La presión del conjunto azulgrana le hacía alcanzar con facilidad la línea de tres cuartos y recuperar la pelota con gran rapidez. Mientras tanto, el conjunto local intentaba sin éxito visitar el área de Valdés. Cercano el primer cuarto de hora de partido, quedaron bien definidos el papel de ambos equipos sobre el césped. La posesión y la iniciativa eran para los azulgranas, mientras que el Deportivo esperaba replegado atrás evitando dejar espacios e intentando sorprender a la contra. El entramado defensivo de dos líneas de cuatro jugadores tejido por Lotina provocó que el primer remate con peligro de los de Guardiola tuviese que esperar hasta el minuto quince de partido. El remate de Ibrahimovic tras el centro de Alves fue atajado sin problemas por Aranzubia.
A medida que pasaban los minutos, el dominio del conjunto catalán se fue acrecentando y la portería local se veía más amenazada. Leo Messi estuvo muy cerca de regalarnos un gol para el recuerdo tras una formidable jugada individual en la que hizo lo que quiso con la defensa del conjunto rival. Tan sólo Aranzubia pudo evitar el primero. Poco a poco, el partido se transformó en un auténtico monólogo azulgrana ante el que el Deportivo sólo podía defenderse como gato panza arriba y sin posibilidad alguna de enlazar dos pases seguidos. Visto lo visto, y a tenor de la pólvora que acumula el Barcelona en su ataque, el primer gol visitante era cuestión de tiempo. Y así fue. A pocos minutos para la media hora de juego, una conexión entre 'Ibra' y Henry que acabó sin éxito, fue la antesala del primer tanto del partido. Tras volver loca a la defensa local minutos antes, volvió a aparecer Messi. En esta ocasión, Aranzubia no pudo hacer nada ante el disparo del argentino, que abrió la lata con un fuerte disparo desde la frontal que se coló junto al palo izquierdo del meta.
Ibrahimovic tuvo a diez minutos para el descanso la oportunidad de matar el partido en un mano a mano con Aranzubia en el que salió victorioso el meta del conjunto gallego. El Barcelona mandaba y el Deportivo parecía dormido, pero fútbol es fútbol. Contra todo pronóstico y en una jugada 'express' el conjunto local llevó la locura a las gradas de Riazor con el gol del empate. Un rápido saque de puerta de Aranzubia obligó a un mal despeje de Busquets cerca del área visitante, por allí andaba Adrián para lograr la igualada con un flojo remate de cabeza y la colaboración de un desafortunado Valdés. El tanto dio alas a los locales, que comenzaron a presionar arriba, algo que pudo volverse en su contra cuando Messi aprovechó los espacios a un minuto para el descanso para volver a poner a prueba a un pletórico Aranzubia.
Tras el intermedio, el guión cambió. El Deportivo comenzó a mostrarse más dinámico en sus acciones y desechó la idea del primer acto de dar la iniciativa al Barcelona. Aunque el conjunto culé seguía con su estilo de juego habitual de fútbol de toque, rápido y vertical, el conjunto local cambió radicalmente su intención hasta el punto de dibujar un gesto de preocupación en el rostro de Guardiola. Los visitantes estaban obligados a subir una marcha más para neutralizar el ímpetu con el que los gallegos salieron tras el descanso. Fue Lotina el primero en mover ficha desde el banquillo al introducir a Juca en sustitución de Adrián. Sin llegar a pasar apuros, era evidente que el líder no se encontraba cómodo sobre el césped, Messi no aparecía y eso lo notaba el equipo. A falta de veinte minutos para la conclusión, Guardiola buscó refrescar su equipo con la entrada del joven Pedro en sustitución de un desgastado Henry.
Los minutos pasaban y el Barcelona comenzaba a pensar en las ocasiones falladas en la primera mitad y comenzaba también a arrepentirse de no haber dado la estocada a su rival cuando tuvo la oportunidad. Mientras tanto, al Deportivo le ocurría todo lo contrario, conforme avanzaba el partido los gallegos creían más en sus posibilidades, incluso de victoria. La victoria se le complicaba al equipo de Guardiola, pero precisamente ese equipo es el que tiene al Balón de Oro de 2009 en sus filas. En una nueva aparación estelar, Messi lograba el segundo de su equipo a falta de diez minutos del final con un remate de cabeza a pase de Pedro, un jugador que crece partido a partido y que va camino de convertirse en un hombre de peso en el vestuario azulgrana. Tras el gol, que hizo desaparecer los nervios que atenazaban al conjunto culé, el Barcelona supo que los tres puntos estaban en el bolsillo, el Deportivo se lanzó a por el empate e Ibrahimovic sentenció desde dentro del área tras un pase de Abidal.
El Barcelona ganó en Riazor después de cuatro temporadas sin hacerlo. Los de Guardiola ganaron un partido que pudieron sentenciar en una primera mitad en la que su dominio fue abrumador, tanto en posesión como en ocasiones. Messi abrió el marcador cerca de la media hora de juego, pero el Deportivo logró empatar antes del descanso por medio de Adrián y la colaboración de un desafortunado Valdés. Tras el descanso, los locales subieron una marcha más en el partido y lograron que el su rival no estuviese cómodo sobre el terreno de juego. Cuando parecía que el Barcelona se podía dejar dos puntos en Riazor volvió a aparecer Messi para marcar el segundo a pase de Pedro. Ibrahimovic sentenció a falta de dos minutos con el Deportivo volcado en busca de la igualada.
El líder de la Liga aterrizó en A Coruña consciente de la complicada empresa que tenía por delante para lograr los tres puntos en liza (eran ya cuatro temporadas sin ganar en Riazor). La razón, tener enfrente al sorprendente Deportivo de Lotina, situado en posiciones europeas, con un juego más que aceptable y que, en caso de ganar, podía firmar su mejor inicio liguero de la historia. Guardiola lo sabía y saltó al césped con toda la artillería. Así, el once inicial culé fue el formado por Valdés, Alves, Piqué, Puyol, Abidal, Busquets, Xavi, Iniesta, Henry, Ibrahimovic y Messi. Lotina tampoco estaba dispuesto a hacer concesión alguna ante el mejor equipo de la Liga y, salvo la baja de última hora de Riki al que sustituyó Adrián, alineó a los habituales con la intención de ponérselo complicado a los azulgranas. Aranzubia, Manuel Pablo, Filipe, Colotto, Lopo, Sergio, Antonio Tomás, Guardado, Juan Rodríguez, Mista y Adrián fue el once inicial del conjunto local.
El Barcelona comenzó decidido a asfixiar al Deportivo y se hizo con el dominio del balón. La presión del conjunto azulgrana le hacía alcanzar con facilidad la línea de tres cuartos y recuperar la pelota con gran rapidez. Mientras tanto, el conjunto local intentaba sin éxito visitar el área de Valdés. Cercano el primer cuarto de hora de partido, quedaron bien definidos el papel de ambos equipos sobre el césped. La posesión y la iniciativa eran para los azulgranas, mientras que el Deportivo esperaba replegado atrás evitando dejar espacios e intentando sorprender a la contra. El entramado defensivo de dos líneas de cuatro jugadores tejido por Lotina provocó que el primer remate con peligro de los de Guardiola tuviese que esperar hasta el minuto quince de partido. El remate de Ibrahimovic tras el centro de Alves fue atajado sin problemas por Aranzubia.
A medida que pasaban los minutos, el dominio del conjunto catalán se fue acrecentando y la portería local se veía más amenazada. Leo Messi estuvo muy cerca de regalarnos un gol para el recuerdo tras una formidable jugada individual en la que hizo lo que quiso con la defensa del conjunto rival. Tan sólo Aranzubia pudo evitar el primero. Poco a poco, el partido se transformó en un auténtico monólogo azulgrana ante el que el Deportivo sólo podía defenderse como gato panza arriba y sin posibilidad alguna de enlazar dos pases seguidos. Visto lo visto, y a tenor de la pólvora que acumula el Barcelona en su ataque, el primer gol visitante era cuestión de tiempo. Y así fue. A pocos minutos para la media hora de juego, una conexión entre 'Ibra' y Henry que acabó sin éxito, fue la antesala del primer tanto del partido. Tras volver loca a la defensa local minutos antes, volvió a aparecer Messi. En esta ocasión, Aranzubia no pudo hacer nada ante el disparo del argentino, que abrió la lata con un fuerte disparo desde la frontal que se coló junto al palo izquierdo del meta.
Ibrahimovic tuvo a diez minutos para el descanso la oportunidad de matar el partido en un mano a mano con Aranzubia en el que salió victorioso el meta del conjunto gallego. El Barcelona mandaba y el Deportivo parecía dormido, pero fútbol es fútbol. Contra todo pronóstico y en una jugada 'express' el conjunto local llevó la locura a las gradas de Riazor con el gol del empate. Un rápido saque de puerta de Aranzubia obligó a un mal despeje de Busquets cerca del área visitante, por allí andaba Adrián para lograr la igualada con un flojo remate de cabeza y la colaboración de un desafortunado Valdés. El tanto dio alas a los locales, que comenzaron a presionar arriba, algo que pudo volverse en su contra cuando Messi aprovechó los espacios a un minuto para el descanso para volver a poner a prueba a un pletórico Aranzubia.
Tras el intermedio, el guión cambió. El Deportivo comenzó a mostrarse más dinámico en sus acciones y desechó la idea del primer acto de dar la iniciativa al Barcelona. Aunque el conjunto culé seguía con su estilo de juego habitual de fútbol de toque, rápido y vertical, el conjunto local cambió radicalmente su intención hasta el punto de dibujar un gesto de preocupación en el rostro de Guardiola. Los visitantes estaban obligados a subir una marcha más para neutralizar el ímpetu con el que los gallegos salieron tras el descanso. Fue Lotina el primero en mover ficha desde el banquillo al introducir a Juca en sustitución de Adrián. Sin llegar a pasar apuros, era evidente que el líder no se encontraba cómodo sobre el césped, Messi no aparecía y eso lo notaba el equipo. A falta de veinte minutos para la conclusión, Guardiola buscó refrescar su equipo con la entrada del joven Pedro en sustitución de un desgastado Henry.
Los minutos pasaban y el Barcelona comenzaba a pensar en las ocasiones falladas en la primera mitad y comenzaba también a arrepentirse de no haber dado la estocada a su rival cuando tuvo la oportunidad. Mientras tanto, al Deportivo le ocurría todo lo contrario, conforme avanzaba el partido los gallegos creían más en sus posibilidades, incluso de victoria. La victoria se le complicaba al equipo de Guardiola, pero precisamente ese equipo es el que tiene al Balón de Oro de 2009 en sus filas. En una nueva aparación estelar, Messi lograba el segundo de su equipo a falta de diez minutos del final con un remate de cabeza a pase de Pedro, un jugador que crece partido a partido y que va camino de convertirse en un hombre de peso en el vestuario azulgrana. Tras el gol, que hizo desaparecer los nervios que atenazaban al conjunto culé, el Barcelona supo que los tres puntos estaban en el bolsillo, el Deportivo se lanzó a por el empate e Ibrahimovic sentenció desde dentro del área tras un pase de Abidal.
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