No fue un partido... fue un auténtico recital
No fue un partido... fue un auténtico recital
UN BARÇA IMPARABLE.
Josep Maria Casanovas, periodista, Director del Diari Sport
Confirmado y demostrado. El Barça es hoy el equipo más en forma de Europa, el más serio candidato a ganar la Champions, el más goleador, el que practica un fútbol más espectacular. ¡Vaya repaso al Bayern! Los alemanes parecían marionetas, jugadores de peluche, almas en pena que se rendían ante un adversario colosal. La primera parte fue histórica, memorable, apoteósica. Lo nunca visto en el Camp Nou en competición continental. La superioridad fue tan aplastante que los cuatro goles que subieron al marcador pudieron ser seis u ocho. A los doce minutos ya estaba todo de cara, 2-0, el marcador soñado. Era una locura, un orgasmo futbolístico, una gozada de las que no se olvidan. El Camp Nou vibraba al son de un equipo que sonaba mejor que la Quinta Sinfonía de Beethoven. Fue brutal, el todopoderoso Bayern rendido y humillado ante un Barça imparable.
YA ESTAMOS EN SEMIS.
¡Qué bello es el fútbol cuando se gana por 4-0! Partidazo de antología. Guardiola puede estar orgulloso, el Equipo A estuvo de sobresaliente. Concentrado, serio, mordiendo, luchando hasta el último minuto y con un poder ofensivo impresionante. En 45 minutos se ganaron el pasaporte para las semifinales, sobró la segunda parte como tampoco tendrá trascendencia la vuelta en Múnich. Todo el pescado está vendido. El Barça es tan superior que el rival hasta dio la sensación de salir acomplejado. No es para menos. Cuando enfrente tienes al mejor del mundo, Messi; al mejor de la Eurocopa, Xavi; al máximo goleador del continente, Eto’o; al crack del futuro, Iniesta, y al resucitado Henry, no hay quien pueda con este Barça. El mérito es que llegan a la parte culminante de la temporada otra vez en estado de gracia e inspiración, toda una garantía para las emociones que nos esperan.
TODO SALIO REDONDO.
Garra y goles para comenzar para dosificarse tras el descanso con un control del partido sensacional. El Bayern no creo ninguna ocasión de gol y apenas chutó dos veces a portería, triste balance para un conjunto que en octavos le había metido doce tantos a los portugueses del Sporting. Hasta hubo ocasión para que Márquez provocara una segunda tarjeta que le asegura estar en semifinales aunque se pierda el partido de vuelta. A destacar también el genio y carácter mostrado por Guardiola a raíz de la injusta tarjeta mostrada a Messi cuando lo que tocaba era señalar penalty. Beckenbauer se fue pálido del palco pensando sin duda en los palos que les dará la prensa germana, mientras que Ribéry se pasó todo el partido soñando con poder vestir pronto la camiseta blaugrana. Lo de anoche más que un partido fue un recital del Barça.
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