Oro en paño

Oro en paño
Cuando Josep Guardiola defiende a ultranza a Lionel Messi públicamente no lo hace sólo de cara a la galería

Cuando Josep Guardiola defiende a ultranza a Lionel Messi públicamente, cuando dice que no le molesta que juegue con su selección en Francia, o cuando Joan Laporta agasaja a Diego Armando Maradona, no lo hacen sólo de cara a la galería. Saben que tienen entre manos a un futbolista que es oro puro, petróleo que explotar, un yacimiento magnífico de fútbol y un hombre que puede llevar a la conquista de títulos. Saben que es el número 1 tanto si gana el premio FIFA (Cristiano Ronaldo es más favorito) como si no. Por eso lo cuidan. Por eso lo miman. Llegará un día, más tarde o más pronto, en el que probablemente Leo abandone el Barça, como en la historia lo han hecho desde Kubala hasta Ronaldinho, pasando por Cruyff, Romário o Rivaldo.

Lo hará cuando no se sienta a gusto aquí, o cuando se haya cansado de ganar, o si le ofrecen un proyecto mucho mejor en otro club. Pero mientras el argentino esté en la filas del Barça, lo que toca, si uno es aficionado azulgrana o simplemente un gourmet del fútbol, es disfrutar, aplaudir y gozar. Por eso no es de recibo que cada vez que abre la boca para decir que desea jugar con Argentina, en Catalunya haya quien le censure. Una actitud absurda si se tiene en cuenta el rendimiento del futbolista, que está viviendo su mejor temporada. Si Messi estuviera pasota, si deambulara por el campo, si ahorrara fuerzas para estar más fresco con su selección, sería criticable. Pero en la mayoría de los partidos Leo se juega el físico por el Barça, casi nunca se esconde, casi siempre desequilibra. ¿Por qué entonces tratar de buscar a la mínima problemas donde aún no los hay?