El 'Rey Leo' le regala al Barça el pase a cuartos

UN 'HAT TRICK' DE MESSI EN UNA NOCHE GLORIOSA DEJA AL ATLETI PRÁCTICAMENTE NOQUEADO

Messi no tiene rival. El argentino demostró en el Calderón que nadie puede poner en duda que es el mejor futbolista del momento. Con su conducción vertiginosa, su espectacular regate y su mortal pegada destrozó a un Atlético que, huérfano de Agüero, fue un juguete en manos del 'Rey Leo'.

En pleno día de Reyes, el argentino regaló al fútbol una noche para el recuerdo con un 'hat trick' que aumenta su leyenda y, de paso, deja lista para sentencia la eliminatoria ante los rojiblancos. Guardiola no necesitó de Tres Reyes para demostrar que sus rotaciones no alteran el producto azulgrana, le bastó con uno solo, argentino para más señas.

El día de Reyes se presentaba algo movida para los rojiblancos. La sucesión de hechos que terminaron dejando fuera de la convocatoria a Agüero habían calentado el ambiente previo. El 6-1 encajado en la Liga tampoco ayudaba a calmar ni la grada ni los nervios de los futbolistas rojiblancos. Y la templanza de los zagueros atléticos duró lo que tardó el desafortunado Iturralde González en encontrar una camiseta que no coincidiera con la amarilla de los barcelonistas. Fue pitar el árbitro y liarse a entrar a destiempo, dar patadas al aire, perder balones y cometer faltas tan contundentes como absurdas.

Con ese planteamiento y teniendo enfrente a Messi el resultado estaba claro: festival del argentino.Pronto pudo llegar el primer zarpazo del 'Rey Leo'. Perea se quedó parado con el balón en los pies y se lo regaló a Busquets, que metió un pase perfecto para Messi, que se fue como un obús a plantarse ante Coupet hasta que apareció Heitinga y le placó. El holandés se está convirtiendo en un especialista en hacer penaltis y eso, siendo un defensa, es una costumbre muy peligrosa. Sin embargo, Iturralde debía estar pensando aún en el show de las camisetas y pasó por alto el nítido penalti.
Primer regalo de Messi

Al Barça le daba igual, seguía a lo suyo. En el siguiente córner Keita remataba a placer de cabeza para que Coupet se luciera y evitara el primero. Era el aviso de lo que llegaría cuatro minutos después. Messi volvía a encarar a un superado Pernía, se la daba en el vértice del área a Alves y éste se sacaba de la manga una pared con tacón incluido para dejar al argentino solo ante Coupet.

Con un disparo raso, el número uno batía al francés con el primer regalo de la noche.

El Atlético, sin la referencia de Agüero arriba, sólo tenía como argumentos para la hombrada las arrancadas de Simao y la presencia arriba de Forlán. Pero no había nada que hacer. El Barcelona controlaba a su antojo. Busquets, Keita y Touré Yayá se merendaban a Assunçao y Maniche, que, fruto de la impotencia, realizaron alguna que otra entrada fuera de lugar. Y cuando el balón llegaba arriba, a echarse a temblar. Sólo la inocencia de Bojan evitó que el Atlético se llevara un castigo mayor en la primera parte. Únicamente un disparo potente de Maniche al que respondió Pinto con una estirada alteró al gigante azulgrana en los cuarenta y cinco minutos inciales.

En la reanudación, más de lo mismo.

A los diez minutos Touré Yayá ya había avisado cabeceando al larguero una salida en falso de Coupet en un córner. Y poco después Alves, fiel escudero de Messi esta noche, se descolgaba por la derecha y le ponía en bandeja el segundo al argentino. Heitinga, que ya hemos dicho que le ha cogido gusto a eso de hacer penaltis, le tiraba una patada para evitar el seguro tanto y veía el camino de los vestuarios. El propio Messi transformaba la pena máxima engañando a Coupet, que tendrá pesadillas con él.
Los mejores minutos rojiblancos

Con el partido roto y la eliminatoria perdida, Aguirre dio entrada a Banega y Ujfalusi y, cosas del fútbol, el Atlético jugó sus mejores minutos del choque. Tampoco era muy difícil mejorar lo realizado hasta ese momento. El checo acortaba distancias a la salida de un saque de esquina, cabeceando a placer dentro del área pequeña. Y hasta a doce minutos del final Maxi pudo empatar cuando se quedó solo ante Pinto, pero se escoró y acabó perdiendo la ocasión con un centro al que no llegó Forlán. Fue la antesala del minuto mágico con el que Messi cerró su gran noche.

El 'Rey Leo' agarró el esférico en la banda derecha, con dos quiebros de cadera y sin tocar el balón sentó a Pernía, se fue raudo y veloz hacia el área, en cuyo vértice sentó a Ujfalusi, se perfiló hacia el centro pasando como un tren ante un superado Perea y soltó un latigazo que se estrelló contra el larguero ante la atónita mirada de Coupet.

Sin embargo, el peligro no había pasado. Iniesta se inventó un pase perfecto dentro del área para Messi, que de espaldas se zafó del meta francés, que se tiró a la desesperada a sus pies, y batió a Pernía a media altura cuando éste trataba de tapar la portería. Una obra de arte que dejaba la eliminatoria vista para sentencia y cerraba el mejor regalo de Reyes para los aficionados azulgranas y al fútbol en general.

Como lo reconoció la afición rojiblanca puesta en pie y aplaudiendo la retirada a vestuarios de Messi. Ante tal exhibición sólo le quedaba aplaudir y pensar en las dos competiciones en las que su equipo sigue vivo.